Marcus estaba exhausto, aquellos días a duras penas tenia algunos escasos momentos para descansar y sentarse un instante. Su cuerpo comenzaba a protestar ante aquel frenético ritmo.En los últimos días se habían abocado a comenzar a destruir los negocios principales de Robert iniciando lo que ellos esperaban fuera un efecto domino. Los conflictos entre él duque y sus socios se agravaban a cada momento, con la confianza de ellos hacia él viéndose menguada cada vez más. Su mercancía era destruida constantemente en sus bodegas y medios de transporte, las personas con las que realizaba trata, liberadas y rescatadas de sus garras, sus aliados perseguidos y el apoyo hacia su organización metódicamente diezmada. El terreno por donde pisar y de donde asirse se le iba acabando día con día al pequeño duque. Su juego, en donde siempre fue rey y conquistador, hab&i
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