Pasarón los días desde que Anna había descubierto esos mensajes, Rodrigo seguía visitando a Connie, aún no habían tenido relaciones, no era que el hombre no deseará a la chica, si no que había algo mucho más profundó, algo que podía arruinar los mismos planes que había trazado para ella, era el incumplimiento de una de las reglas, la más importante de todas, si él Rodrigo Sadé Riccardi , ¡se estaba enamorando de ella!; no es que estuviera loco, o algo así,pero ella era dulce, tierna, inteligente, en sus besos había una sensualidad que nunca hubiera imaginado, pero que le encantaba. Por su parte Connie, se encontraba en un estado catatónico cada vez que lo vía las sesiones de besos,cariciás, metidas de mano cada vez eran más intensas, pero aún no hacían nada, no era por falta de oportunidad, pero ca
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