*—Sebastián: Estaba cansado. Era una de esas personas que iban con todo cuando tenían algo en la mente, cuando tenían un propósito que cumplir. Esta perseverancia suya era quien lo había llevado a tener un nombre reconocido y tener el éxito con el que gozaba al día de hoy, pero ya no estaba funcionando y ya no podía más. Callen lo había rechazado una vez más, pero era diferente a la vez anterior. Fue en serio. Después de dos rechazos, Sebastián dijo que no podía más, que debía tirar la toalla. Callen no podía ser suya, ni por más que se desearan y se gustaran. Simplemente lo de ellos no podía ser y debía de tatuárselo entre ceja y ceja. ¡Maldita sea! Su rechazo le dolía, más porque pensó que Callen sería la mujer indicada. Sebastián solo quería volver a tratar de ser feliz con alguien. Después del engaño de Orlidy no había pensado en tener una relación seria con nadie y cuando conoció a Callen, algo en él se movió, algo que ha
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