Han pasado dos semanas desde que salí huyendo del hospital por culpa de Dante. Todavía me quedo donde Max porque él dice que quiere cuidarme, cosa que agradezco mucho. También he hablado con Matilda y ella también ha estado pendiente de mí, pero no puede venir muy seguido porque Dante los tiene vigilados a todos, ya que aún me sigue buscando. La puerta se abre de golpe, dejando ver a un Max bastante enojado. -Max, ¿qué pasó? - digo preocupada. -Val, lo siento, pero tienes que hablar ya con Dante. El imbécil llegó hoy al hotel a hacer un mero escándalo de que yo te tenía secuestrada y otras mierdas más - Ay, por Dios, qué vergüenza con Max. -Max, cómo lo siento. Lo último que quería era que pasara eso, pero te prometo que hoy mismo hablaré con él - Él suelta un suspiro y se acerca a mí dándome un abrazo. -Lo siento, Val, si te estoy presionando, pero es mejor dar la cara ya, Val. Arreglen sus cosas. -Sí, eso haré. Voy a su oficina- Subo a la habitación y me doy una ducha rápida. Lu
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