Danna sentía un dolor en el pecho, intuía que algo no estaba bien con su hermana, siempre habían tenido esa conexión de gemelas, aunque regularmente Hanna la ignoraba, pero ella si solía preocuparse porque siempre acertaba. No sabía si llamarla, solo para preguntarle si estaba bien, aunque en realidad lo que quería era saber qué había pasado entre ella y Wilmer; si habían terminado, o seguían juntos(esperaba lo primero) Finalmente se atrevió a llamar, pero su hermana tenía apagado el móvil, así que no tuvo respuesta, después de tres intentos, se dio por vencida. —Señorita Danna, ¿qué quiere que le prepare de desayunar? —Preguntó Juana, sacándola de sus pensamientos. —Por favor ve a comprar unos huevitos a la veracruzana Juanita, me muero de hambre, toma dinero en la cocina y pídelos en la fondita de la esquina por favor, ya sabes como me gustan, que estén picositos. —Está bien señorita, en lo que se los preparan le voy a ir a traer su café que
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