Cassy:Perezosa, abro los ojos, como todas las mañanas; deseando despertarme en mi propia habitación.La rodilla de Joanna comprimiendo mis costillas, sumado a su mano tapando parte de mi rostro, me hizo comprender que seguía aquí, que ninguna mañana despertaré en mi habitación por mucho que lo desee.Aparto las extremidades de Joanna hacia un lado y me acomodo para poder sentarme.Adam, el cual no aparta sus ojos avellana sobre nosotras, se esfuerza por sonreír.—Es la primera vez que duermo con alguien, y creo que la última.Reniego una vez, a lo que parece que él se ha quedado mudo, por mi sorpresa la bandeja que la noche anterior estaba vacía, ahora tiene un desayuno completo.—Buenos días, Cassy.Hace días que dejaron de ser buenos los días para mí.—¿Qué tienen de buenos? —digo frunciendo mis labios —. Sigo aquí...—Levanta, quiero ver qué aspecto tiene la herida.¡Ah, sí! Con todo lo que ha pas
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