Llegamos a un restaurante italiano bastante lindo. Mi hermano sabe que muero por las pastas, sin embargo y a pesar de que no he comido casi nada, mi apetito es casi nulo.La emoción que veo en el rostro de Millie no es suficiente para alegrar el mío, mi meta mayor, mi grado me hace sentir satisfecha, pero es todo. Tener a mi hermano a mi lado me hace sentir segura, pero aún no tengo la plenitud.Me doy varias cachetadas mentales, principalmente por pensar en todo esto, por ser tan malagradecida en este momento, teniendo lo que siempre soñé, a mi hermano a mi lado, cumplir la meta de mi carrera y emprender un nuevo futuro.El hueco que se hace cada vez más profundo en mi pecho es doloroso, tengo la zozobra de que estuve a punto de hablar con Kerem, de aclarecer todo el asunto, de estar en paz con él y en paz conmigo misma. No puedo explicar cuanta falta me hace, y no puedo dejar de pensar en que, si e
Leer más