—¡Entiende! ¡Me muero de los celos! —volvió a gritar Gael, golpeando con fuerza el volante con ambas manos. Me estremecí, agarrándome fuerte del cinturón de seguridad.Su rostro estaba rojo de la cólera, sus nudillos estaban blancos por la presión que ejercían en el volante, su labio inferior temblaba sin cesar, mientras trataba de contener su rabia. Y yo... yo solo estaba imaginando que estaba en una película de Rápidos y Furiosos. No había dejado de gritar desde que habíamos salido de la escuela, él simplemente quería regresar y continuar golpeando a Aaron.—Gael, bebé. Trata de calmarte.—¿Qué me calme? ¿Crees que es agradable que un bastardo me diga frente a todos lo bien que se la pasaba con mi novia?1, 2, 3... 1, 2, 3. 1, 2, 3, 4, 5, 6... No voy a gritar...Simplemente debo de enfocarme en la tranquilidad...
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Capítulo 38: "-¿Rubia? Estás más pálida que de costumbre?"
Miré hacia la pequeña ventana que se encontraba arriba de esas frías paredes. Era la única ventana que había en el lugar. Por lo demás todo estaba oscuro. Afuera se escuchaba una fuerte tormenta, la lluvia azotaba con fuerza, acompañada de truenos que retumbaban el pequeño lugar en el que nos encontrábamos. Cerré los ojos, pensando en Frankie; debería de estar en su cama, abrazándola para que no temiera de la tormenta. Y no aquí.Me pasee de un lado hacia otro, viendo hacia los malditos barrotes de la celda donde nos habían encerrado. Todo había salido perfecto en esa casa, Aaron estrenaría un nuevo corte y depilación de cejas, además de que su foto, donde apenas se podía apreciar su pequeño miembro, se encontraba en mi teléfono, lista para ser utilizada si fuese necesario. Nadie se había enterado, ni el mismo hijo de perra lo hizo, pero ese policía tuvo que vernos al bajar de la ventana...Miré hacia la mierda que llamaban cama; no era más
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Capítulo 39: "-Dale una lección, Gael"
—El juego es el viernes por la noche. ¿Estarás ahí? —Gael me preguntó, inclinándose hacia adelante en la mesa de la cafetería, para estar frente a mí.Mantenía mi vista hacia la puerta, esperando ver a Aaron en cualquier momento. Había escuchado rumores durante toda la mañana. Al parecer ahora era completamente calvo, además, de que llevaba unas cejas dibujadas con lápiz de los que utilizamos las chicas para maquillarnos.Desvié la mirada para ver a Gael. Ambos estábamos almorzando solos. Sky se había ausentado a la escuela, pues al parecer había adquirido un virus y ahora estaba muy sensible, no dejaba de vomitar. Mientras que Caleb, Thomas y Dee, aún no se habían aparecido.—No podría perdérmelo —le sonreí, dando un asentimiento.Sus ojos se estrecharon, escrutando directamente en los míos.—Hoy has estado muy callada.No había dejado de pensar en mi examen de admisión. Estaba
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