En cuanto regresé a la tierra junto a Ana María, la puse al tanto de la situación y de las condiciones con las cuales se me había permitido regresar a su lado, tal como era de esperarse tuvo sentimientos encontrados, pero al final, al igual que yo agradeció la oportunidad de despedirnos de esa manera.Hicimos de esos treinta días los mejores, realizamos todas las actividades que las parejas que se aman hacen, llevamos una vida “normal” pero muy divertida, todas las cosas que disfrutábamos hacer juntos las hicimos disfrutándolas al máximo, cenas, cine, teatro, deportes extremos, viajamos, en mi condición humana me era permitido demostrar y expresar mi inconmensurable amor como cualquier mortal, con enormes demostraciones de amor, pasión y sexo, tal como lo mencione, “como una pareja normal” y así los treinta días transcurrieron en un suspiro, la última noch
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