- Deberíamos irnos ya, se me ha hecho un poco tarde. - señalóLlegamos en cuestión de minutos a la casa de Carlos, en donde ya había un par de carros mas aparcados dentro y fuera del jardín, habría ya entonces unas veintitantas personas, que eran más de las que habría esperado.Bajamos del auto y Fernando trataba de convercerme que la pasaríamos bien y que no me portara como un aguafiestas, y aún estaba hablando cuando Carlos apareció- Hey, hombre ¡Qué tal! - lo saludo. Carlos era un hombre de la misma estatura de Fernando, de cabello muy rizado y pelirrojo, de ojos cafés, de estilo y personalidad peculiarmente elegante.Vi darle un abrazo a Fernando, como quien no ve a alguien en mucho tiempo, y después me miró mientras aún lo abrazaba.- ¡Cuánto tiempo! - respondió Fernando - ¡Pero si no has cambiado
Leer más