Dos meses después… Sol me apresura cada dos minutos. Lo sé porque cada vez que me dice que me apure, veo mi reloj y el tiempo no avanza. Estoy pensando en eso, mientras acomodo mi corbatín, cuando escucho la puerta otra vez.-Papá…-Sol, hay tiempo. Te juro que luego de la boda te voy a enseñar la hora.-No es necesario, el reloj de la cocina marca las 11:15 y la boda es a las 12, papi.-Pero… - espera, está viendo el reloj de la cocina. Ese reloj no lo ajusté cuando fue el cambio de hora. Paso mis manos por el cabello y suspiro -. Sol, ese reloj está adelantado, no lo ajusté cuando cambiaron la hora. Son las 10:15, mi tesoro.-Ay, papá. Y yo preocupada porque te estabas demorando.Escucho que se queja y se aleja, yo solo sonrío. Me dedico a terminar con el corbatín, me miro al espejo y veo que ya estoy listo.
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