Ya estamos de vuelta en casa, nos fuimos con dos maletas y volvimos con tres. No pude negarme a comprar todos los recuerdos que Sol quiso traer de su primer viaje. Compró algo pequeño, pero significativo, en cada ciudad y pueblo por el que pasamos, para su madre, su abuela, tíos, Valeria y Joaquín.Estamos separando la ropa sucia de la limpia, para lavar y guardar respectivamente, de esa manera no tendremos pendientes y podremos ir a visitar a nuestros seres queridos lo antes posible.Me hace sonreír que, mientras saca sus cosas de la maleta que dejé en su cama, saluda a cada uno de sus juguetes que tuvo que dejar aquí. Con mucho cuidado deposita los que llevó y va llevando al cuarto de lavado las prendas que requieren limpieza.Cuando terminamos con sus cosas, me pregunta si puede ir a bañarse. Por supuesto que le digo que vaya con toda confianza, me dice que será un baño de tina para
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