—Princesa…yo…lo siento.—Dijo antes de salir de la habitación, necesitaba estar solo y pensar en lo que había pasado. Ella corrió, corrió y corrió sin importarle nada, sin tener en cuenta que el sol se escondía. Las ramas golpeaban su cuerpo, sonando en un sonido seco y agudo al chocar la piel y picarla al igual que en sus brazos. La brisa que el viento traía refrescaba su cuerpo al igual que removía su cabello, ella iba a una impresionante velocidad, de sus ojos caían lágrimas que volaban hacia atrás, se sentía abrumada por la incapacidad que sentía por no poder decir algo más cuando estaba ahí, presenciando tal escena. Pero ahora solo quedaba su futuro por delante, y sabía que si quería prosperar no tendría seguir con ese tema, eso ya había pasado antes cuando estaba en su antigua manada y estuvo realmente mal durante semanas, pero está vez no se podía permitir eso. Las dudas y preguntas seguían dándo
Leer más