Ximena—Quedaste con gana de más, —murmura provocando que me sonroje y me sienta avergonzada por mis deseo de volver a experimentar el sexo anal—Oh no cariño, no debes estar avergonzada, —susurra acercándose a mí para tomar mi rostro entre sus manos—Somos una pareja y siempre debemos pedirle al otro cualquier cosa que necesitemos, —comenta— ¿Ojos cubiertos o descubiertos? —Pregunta.—Cubiertos, —murmuro y este asiente para separarse de mi e ir al closet de donde trae una corbata. —Gírate, —pide y yo me giro mientras me siento ansiosa con cada minuto que pasa, me sobresalto al sentir su mano deslizarse por mis piernas—Alguien está muy ansiosa, —añade besando mi cuello mientras hace aún lado mi tanga y acariciar con sus dedos mi centro—Separa más las piernas, —murmura y yo lo ha
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