Ximena
Después de desayunar Nathan salió de casa a terminar de firmar algunos documentos sobre la compra de la casa la cual aún no he visto porque Nathan lo tiene como sorpresa para mí, pero ya conociendo sus gustos sé que la esta será enorme. También me enteré de que Nathan ya hasta consiguió un colegio para Fabiola y que piensa poner un gimnasio aquí en Phoenix. Al fin y al acabo decidimos hacer nuestra vida en esta ciudad lejos de todos.
Colocó con cuidado a Nicolás en la cuna después de haberle dado el biberón y sacado los gases este quedó completamente dormido, es un dormilón de primera, antes me asustaba verlo dormir tanto pero la doctora me dijo que eso es bueno para el desarrollo y crecimiento del pequeño.
Voy a la cama donde Nathan me dejo unas cuantas revistas para que escoja la decoración de nuestra habit
Ximena—No tardes mucho, debemos ir a comprar cosas para llenar los cajones de la cocina, —le recuerdo a Nathan cuando lo dejo en la ducha porque sé que si me quedo con él nunca terminaremos a tiempo y no tendremos todo lo necesario para la cena de esta noche, camino a uno de los cajones de donde saco un anticonceptivo de emergencia, lo tomo y hago una nota mental de que debo ir donde una ginecóloga. Cuando trago la pastilla entro al closet de donde tomo un conjunto sencillo y una sandalias cómodas también tomo una braga negra a juego con el sostén, me visto y al rato entra Nathan quien se desnuda y yo salgo del closet—Iré a listar a los niños, —anuncio escuchando un “está bien” por su parte. Entro a la habitación de Fabiola quien está ya vestida miro a Nicolás y este también esta vestido—Oh, —susurro sorprendida.
Ximena—Quedaste con gana de más, —murmura provocando que me sonroje y me sienta avergonzada por mis deseo de volver a experimentar el sexo anal—Oh no cariño, no debes estar avergonzada, —susurra acercándose a mí para tomar mi rostro entre sus manos—Somos una pareja y siempre debemos pedirle al otro cualquier cosa que necesitemos, —comenta— ¿Ojos cubiertos o descubiertos? —Pregunta.—Cubiertos, —murmuro y este asiente para separarse de mi e ir al closet de donde trae una corbata.—Gírate, —pide y yo me giro mientras me siento ansiosa con cada minuto que pasa, me sobresalto al sentir su mano deslizarse por mis piernas—Alguien está muy ansiosa, —añade besando mi cuello mientras hace aún lado mi tanga y acariciar con sus dedos mi centro—Separa más las piernas, —murmura y yo lo ha
XimenaTermino de vestir a Nicolás para nuestra primera sección de fotos familiar, Fabiola ya está vestida con un hermoso vestido blanco casi como el mío mientras que Nathan y Nicolás llevan trajes de ese mismo color.Están hermosos y dignos de una fotografía para portada para una revista de moda.—Bien, el fotógrafo ya termino de colocar las luces ¿Cómo vas con Nicolás? —Pregunta Nathan entrando a la habitación y mirando a Nicolás el cual ya está vestido.—Como un príncipe, —anuncio tomándolo en brazo aunque ya este camina, pero me gusta cargarlo es mi pequeño.—Y ustedes nuestras princesas, —anuncia Nathan mirando a su hermana y luego a mí.—Pa...Paaa… —Balbucea Nicolás y Nathan se acerca más para escuchar lo que
NathanDejo el ramos de flores sobre la tumba de mi madre, siento que he cerrado un ciclo y que al fin ella donde sea que este podrá descansar en paz.Ximena tiene razón llenarte de odio, rencor y muchos sentimientos negativos más no contribuyen a tu vida. Solo te pudren desde adentro hasta que es tanto que terminas dañando a los demás con tu negatividad.Por eso entre Ximena y yo educaremos a nuestro hijo para que no guarden rencor, ni ningún sentimiento negativo para que tenga una vida prospera, pero como quiera le enseñaré a dar sus puñetazos cuando llegue un idiota y quiera pasarse de listo también para que proteja a sus futuras hermanas porque aunque Ximena no quiera más bebé por ahora yo si quiero tener más hijos con ella.—Nos vamos Fabiola, —murmuro y ella se levanta del suelo para sacudir su abrigo porque ya es
NathanUna semana después…Me estaciono fuera de la casa después de que Ximena me enviara un mensaje diciendo que se sentía mal, entro a esta y me detengo al ver en las barandas de las escaleras una fila de globos rosa y azul intercalando cada color.Unrosa, un azul hasta llegar a la planta superior, frunzo el ceño y subo las escaleras para al final de esta encontrar pañales de bebé en fila los cuales sigo hasta llegar a la habitación de Nicolás donde esta esté sentado en la alfombra jugando con una pequeña caja de regalo, me acerco a Nicolás y me siento a su lado, él deja la caja de regalo y camina hasta mi para abrir sus bracitos y abrazarme.—Papá, —murmura, sonrío para besar su rostro y sacarle carcajada por la picazón que le causa mi barba la cual estoy pensado cortar un poco. Tomo la
MaraMaldita Ximena, no sabe cuánto te odio, ya tengo dos semanas trabajando en esta mansión y esa perra no se aleja de Nathan en ningún momento y para completar mi mala suerte la idiota está embarazada, tendrá otro maldito bastardo pero yo me encargare de que ese bebé no llegue a este mundo, miro la bolsita con las semillas abortiva que compré en el mercado y sonrío.—Pronto serás solo mío, —susurro mirando la foto que tengo de Nathan, acaricio su rostro—Mi amor, solo mío, —susurro sonriendo.Ximena— ¿Enserio no iremos a trabajar? —Pregunto a Nathan quien solo me abraza mientras estamos desnudo en la cama.—Así es, quiero que nos quedemos en casa durante todo el embarazo, —responde envolviendo su pierna con la mía, me giro y levanto mi rostro para ver el suyo.&m
Nathan7 meses después…—Ximena ¿Dónde estás? —Pregunto cuando llego a la casa después de haber estado en la oficina del gimnasio.— ¡En la cocina! —Grita y yo voy hacía ya.— ¿Qué haces cariño? —Pregunto después de darle un casto beso, sonrió.—Una lasaña, —informa abriendo el horno y colocando lo que dijo en el— ¿Qué tal el trabajo? —Me pregunta.—Todo bien, —murmuro, me acerco a ella y me arrodillo en el piso para comenzar a tocar su vientre y sentir las patadas que da el pequeño— ¿Cómo se ha portado el pequeño boxeador de papá? —Pregunto y siento como da una patada cuando escucha mi voz, me acerco a ese lugar y dejo un beso ahí.—Este niño será muy inqu
XimenaDespierto al sentir las caricias de mi esposo en mi espalda mientras de fondo puedo escuchar la marea del mar. Estamos en nuestra luna de miel en Punta cana uno de los mejores lugares con playas del caribe en una pequeña isla llamada República Dominicana.—Buenos días, esposa, —murmura Nathan dejando besos por mi espalda, sonrío al escuchar cómo me llama.—Se escucha tan bien cuando me dices de esa manera, —susurro para soltar un suspiro y girarme para ver el rostro de mi esposo. Él sonríe y se coloca sobre mí y deja su rostro a centímetros del mío. Lo observo detenidamente, su piel esta de un color un poco rojizo como la mía por el sol de este país.—Y lo escuchara para toda la vida, —anuncia besando castamente mis labios. Llevo mi mano a su espalda y la acaricio para luego envolver mi pierna