Fane arqueó la ceja al escuchar la preocupación de Tanya. “No creo que ese sea el caso. Héctor es el jefe del Salón Cielo Verde, después de todo. Como jefe de una casa infame, ¿cómo puede simplemente no cumplir lo que prometió?”. Tanya, por otro lado, no pudo evitar lanzarle a Fane una mirada sarcástica con su par de grandes ojos hermosos. “Es cierto que él es el jefe del Salón Cielo Verde, pero su poder real no es lo que se ve en la superficie. Para el mundo, lo único que hacen es abrir centros de spa y de bienestar, pero bajo la superficie, hacen muchos intercambios sucios. ¿Deberíamos realmente confiar en una persona así?”. Fane asintió con la cabeza ante las palabras de Tanya. “Veamos cómo va, entonces. ¡Si él no aprende la lección, se arrepentirá más tarde!”. "Bien entonces. ¡Ya es bastante tarde, vamos de compras!". Tanya sugirió tentativamente. Fane miró el reloj en su muñeca: era casi mediodía. Después de un poco de contemplación, él propuso: “¡Está bien! Tengo cincuent
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