CAPÍTULO 35. SECUESTRO
Después del momento de pasión que vivieron, cuando de nuevo pisaron tierra, Anastasia se sintió avergonzada y se preguntaba mentalmente «¿Qué estaba pensando para permitir que Cristóbal me tomará en el ascensor de este hotel? Estoy loca», sin embargo, no se atrevió a articular palabra, se comenzó a vestir en silencio, ambos lo hacían. Él puso a funcionar el ascensor, entretanto se quedaba pensativo, buscando unas palabras adecuadas para decirle, no quería que se volviera a alejar, no obstante se quedó sorprendido cuando el elevador llegó al piso para donde iban, ella salió disparada, corrió tras ella para atraparla. —Por favor Anastasia, no otra vez. Después de la boda, no volveré a ver a Melissa, ahora mismo me cambiaré de suite, pero tampoco puedo dejarla tirada independientemente que ya no
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