Puede que sea muy buena en esto de la terapia y el sexo, pero cuando se trata del amor, soy bastante idiota, o al menos eso es lo que yo pienso. Todos tenemos algo que esconder, o un equipaje que cargar, el mío dice "relación pasada", algo que no he logrado superar y que me hizo cambiar mi punto de vista sobre el amor muy rápido y que he seguido dogmáticamente desde ese entonces. Debo confesar, que me encantaba ser alguien como Candela, el disfrutar la situación sin ataduras y sin tener que dar explicaciones a nadie, pero, de pronto apareció Javier y todo eso que yo pensaba enterrado en mi pecho, desapareció. No puedo creer que ese niño de mi infancia que yo había perdido hace muchos años, ahora me esté abriendo de nuevo la puerta de su piso y me sonría de oreja a oreja mientras entro.
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