Nuestro Destino.
"Le dije al cielo que te fuiste y empezó a llorar". Esa frase, esa melodía, esa letra.
¿Por qué somos tan débiles cuando nos enamoramos?
¿Por qué aún no puedo olvidarte?
¿Por qué todo estaba en contra de nosotros?
¿Por qué nos importa tanto lo que piensan los demás?
¿Por qué no pudimos dejarnos llevar por lo que sentimos?
¿Por qué sigues en mi mente, incluso cuando trato de alejarte?
Quité los auriculares, y la última frase de la canción me dejó sin aliento:
"¿Por qué yo no puedo respirar sin ti?"
Mi playlist se detuvo en ese instante, esa frase quedó flotando en el aire, y el silencio me envolvió. En ese momento, mi celular vibró, y un mensaje de Flor apareció en pantalla:
"Su vuelo sale en dos horas, ¡aún no es tarde, Nahya! Hazlo."
Tomé una decisión sin pensarlo demasiado. Me puse el abrigo, salí a la lluvia que caía a cántaros, sin importarme el frío ni el caos del mundo. Tomé un taxi, pero el tráfico estaba atascado. Cada segundo que pasaba, el miedo de llegar tarde crecía en mi pecho.
Cuando finalmente llegué, corrí con todas mis fuerzas, pero cuando llegué al aeropuerto… ya no estaba. Tal vez este era nuestro destino.
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