Huellas del Olvido
La hermana adoptiva de mi esposo me invitó a comer, y justo cuando estábamos en eso, ¡sucedió un terremoto!
Mi esposo, que es bombero, llegó al instante para rescatarnos.
Pero estábamos atrapadas bajo una piedra gigante, y solo podía salvar a una. Entonces para salvar a Eva, que siempre había sido muy débil, él decidió abandonarme, su esposa embarazada de cinco meses.
Le rogaba una y otra vez. Pero él ni se inmutó. La roca terminó aplastando mi brazo.
—Eva siempre había sido bastante débil, si la dejo aquí, se va a morir.
Pero tras mi muerte, se volvió loco.