El matrimonio que nadie esperaba
—Discúlpate con mis flores o ahora mismo, cancelamos el compromiso.
Dos días antes de su boda civil con Daniel Martínez, él la amenazaba solo porque ella, accidentalmente, rompió el matero con gardenias que le había regalado su primer amor.
María González, después de años de amor secreto, por fin despertó y, sin dudarlo, decidió cancelar el compromiso.
—En toda la ciudad, nadie más que yo se atrevería a casarse contigo.
Y María, dos días después, fue derechito a la jefatura civil a casarse con el señor Vargas. Con quien apenas había cruzado palabras un par de veces. Pensó que sería solo una solución temporal, sin saber que el señor Vargas lo había planeado todo desde hace tiempo.
No solo quería ser el nombre en su acta de matrimonio, sino también conquistar su corazón y dejar su huella en lo más profundo de su alma.
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