amor por siempre

¿Por qué hablé? ¿No podía haberme quedado callada, limpiando tranquilamente el piso? No, definitivamente es culpa mía. ¡Por mi gran bocota! —¿Entonces, señorita? —el viejo frente a mí me miró con burla. En la mesa, sentados como si fueran los dueños del mundo, están estos tres viejos rabos verdes. Y él... él que solo me miraba expectante. —Dices ser mejor que... ¿Cómo nos llamaste? —hace una mueca, como si pensara —, ¡Ah! Viejos amargados, con disfunción eréctil que si no fuera por su podrido dinero no tuvieras nada —sus sus ojos verdes brillaron molestos. Tragué saliva. —¿Qué podrías tener tú, estúpida niña, que nos interesara? —pregunta, su tono de voz me hace saber que está furioso —, ¿Qué podrías tener tú, muerta de hambre, para apostar ahora mismo en esta mesa? Hice a un lado mis nervios, y puse mi mejor cara de póker. —Mi... —la sonrisa maliciosa que se deslizó por mi rostro sorprendió a todos en la mesa—, virginidad.

Estela, de 25 años, ama de casa está felizmente casada con su esposo Filipo, desde hace más de cinco años, su vida es maravillosa, llena de felicidad, de amor, viven en un hogar feliz, que aunque no es propio, pertenece a la madre de su esposo, y durante esos cinco años se esforzaron para que fuera un lindo lugar, para sus hijos David de 1 año de edad y Daniela de tres años de edad. Después de la muerte de su esposo durante un accidente de tránsito Estela queda como madre soltera. Y es cuando su vida pasa de ser perfecta a ser un completo desastre, donde tiene que luchar durante su duelo, con los ataques de la familia de su marido, quedándose sin hogar, recorriendo sitios, buscando un lugar seguro para sus niños. Estela deberá luchar para salir de ese caótico momento de su vida, sanar sus heridas para darles a sus hijos la vida que realmente ellos se merecen.

Un año. El padre de Nate Vanderwood le había dado un año para llevarle un heredero. ¿El problema? De sus cinco hijos criados al más puro estilo macho texano, Nate era el único no era un mujeriego empedernido. Las murmuraciones de que era gay se habían convertido en un asunto muy serio para Rufus, que no podía tolerar ver su reputación en entredicho. Así que su exigencia fue clara: un año para traerle un hijo biológico o de lo contrario le quitaría el control de la compañía. Un año. La doctora había sido clara: un año era todo lo que le quedaba para despedirse de su madre y de su hija a menos que encontrara un donante compatible. Pero lo que realmente aterraba a Blair era que las dejaría desamparadas y sin dinero. Y en medio de su desesperación, una terrible decisión cruzará su camino con el de Nate Vanderwood. No hay ni un gramo de simpatía entre ellos, él es arrogante y despectivo, ella solo juzga en silencio. Pero tienen una cosa en común: los dos tienen el mismo tiempo para conseguir lo que necesitan o lo perderán todo. Una alianza, un trato, un bebé por encargo y una condición que lo cambiará todo. ¿Serán capaces de convivir un año sin destrozarse… o sin enamorarse?

Ryan Black, es un prestigioso abogado en la ciudad de Nueva York, a sus cuarenta años es el socio principal y director legal del Conglomerado Collins. Emma es una chica de veinte años, es inteligente e intrépida. El alma de la familia Collins. Sus vidas no son fáciles, menos cuando Emma odia sin medida a Ryan Black, el mejor amigo de su padre. Y tras un castigo por sus acciones termina bajo la tutela de su odiado enemigo. Las cosas se complican el día que Ryan es rechazado por su novia y Emma descubre que su novio, por quién ha desafiado a su padre, la engaña con su mejor amiga. Una noche de copas, una noche loca los lleva a casarse por error.

Espero que un día me lleve un Prícipe azul al mundo sin tristeza. Pero eso nunca ocurre ni en mi sueño. Sin embargo, llega él...

Una historia de amor que comienza con un contrato, Kelly Parker no se imagina que empezará a vivir una vida romántica con su jefe después de firmar un contrato que le cambiará la vida a los dos.

Violeta es abandonada el día de su boda, mientras su prometido Hugh se casa con otra mujer, destrozada y humillada, pronto recibe la visita de Sebastián Hesant, padrastro de su ex prometido, quien busca vengarse de su hijastro, pues él ha intentado acabar con su vida, para quedarse con su fortuna y su mujer, sediento de venganza, Sebastián le propone a Violeta que se vuelva su aliada para acabar con la maldad de Hugh y castigarlo por su error, para hacerlo, ella deberá convertirse en la joven esposa del magnate Sebastián Hesant ¿Podrá Violeta ser una esposa por despecho? ¿Qué pasará si descubre que detrás de la severidad de Sebastián hay un hombre apasionado, con ganas de amar?

Di a luz a cinco hijos de Fernando, pero cuatro de ellos murieron poco después de nacer. Nunca pensé que fuera algo maquinado... Hasta que, un día, cuando fui a llevar la comida a Fernando, sin querer escuché una conversación entre él y su ayudante. —Menos mal que esta vez su médula ósea es compatible con Ana. —¡De lo contrario, habría tenido que deshacerme del bebé otra vez! Fue entonces cuando supe de la verdad. No hice notar el shock que me llevé, solo fingí la calma, como si no hubiera pasado nada. Pero el día en que su empresa se convirtió en una sociedad anónima de capital abierto, revelé delante de todos que había matado a cuatro de mis hijos. Aquel día, el orgulloso Sr. Gutiérrez, de rodillas en el suelo, lloraba a moco tendido, y finalmente se lamentó de haberme hecho todo lo que hizo.

Stefanie era una joven estudiante ordinaria, es cierto que como huérfana habia visto y superado muchas dificultades… pero ninguno de sus años entre las calles, trabajando y estudiando la preparo para la llegada del pequeño de 4 años de nombre Jin, quien al verla empieza a llamarla mama… Nuestra protagonista piensa que el pequeño le dice así, porque está buscando a su madre y decide ayudarlo a regresar a su casa; apoyándose en tarjeta de presentación que encuentra entre las ropas del menor, por lo que decide ir a ese lugar… lo malo es que jamás pensó que eso cambiaria su vida por completo por esa acción y acabaría atada a un Ceo Mafioso por un contrato que involucraba cuidar y ser la madre de Jin.

Por la salud de mi madre haría lo que fuera. Eso fue lo que me dije cuando acepté casarme con mi arrogante jefe cuando me lo pidió. Pero no lo hizo por amor ni nada por el estilo, él lo hizo porque tenía una herencia millonaria que reclamar y yo necesitaba dinero suficiente para pagar la cirugía de mi mamá. Ninguno estaba aquí por amor, solo por conveniencia. Pero cuando las líneas comienzan a desdibujarse y el amor toca a nuestras puertas es difícil resistirse, solo que para mí las cosas nunca han sido fáciles y esta vez no es la excepción.