Al caer la noche, la discoteca comenzó a llenarse de vida. Las luces de neón y la música vibrante daban un aire desenfrenado y extravagante. Adam se detuvo cuando iba camino a su mesa reservada con un cliente para cerrar un trato. Después de pedirle a su asistente que llevara al cliente a la mesa, él volteó hacia otra mesa que había cerca. Tras saludar rápidamente a alguna persona, miró a David y dijo:—David, hoy la señora Bois cumple setenta, ¿no? —¿Cómo es que no estás en su fiesta y estás aquí bebiendo?David no respondió, simplemente tomó otro sorbo de su copa de vino.—¿Sigues molesto con tu esposa? —preguntó Adam con curiosidad. —Aunque tengo que decir que Esmeralda no debería haberte dejado así, la señora Bois cumple setenta años hoy. Si no vas con ella, seguro que todos se burlarán de ella.La mirada de David se vio aún más alterada y, de manera casi automática, revisó su celular. Pero, al ver que no había llamadas perdidas ni mensajes sin leer, se molestó aún más.Desde que
Antes, mi baja autoestima y carácter sumiso venían del trauma de sentirme rechaza por David. Pero, si nunca respondí a los insultos de otras, fue porque pensaba que no valía la pena pelear entre mujeres. Sin embargo, eso sólo les dio más confianza para atacarme una y otra vez.Pues bien, si no van a parar, ¡entonces puedo bajar a su nivel!Las señoras Laurent y Cordier, ambas amigas cercanas de la tía de David, estaban atónitas con mi contraataque. Pero después de unos momentos, la tía de David reaccionó rápidamente y adoptó una actitud de autoridad, dispuesta a reprenderme:—¡Esmeralda! ¿Cómo te atreves a hablar así?Sonriendo, la miré directamente y le respondí:—Espera, tía. También tengo algo que decirte. Si yo soy una gallina vieja incapaz de poner huevos, entonces ¿qué es David? ¿Y qué eres tú?—En lugar de culparme por no tener hijos, ¿por qué no llevas a tu querido sobrino a hacerse un chequeo? Tal vez el problema sea suyo y no mío.—Al fin y al cabo, los problemas de fertilida
Por la humillación frente a tantas personas y en una ocasión tan importante, mis padres se veían obviamente incómodos.Su tesoro más preciado, su adorada Luna, al ver la situación, rápidamente se adelantó con una actitud sumisa y dijo con voz suave:—Abuelita, no se enfade, por favor.—Todo esto ha sido un malentendido, ¡no lo tome de esa manera!David, molesto, la respaldó:—Así es, nona, usted ha malinterpretado las cosas. Yo no vine aquí con Luna. Simplemente me la encontré en la entrada y, al ver que tenía estaba mal de la pierna, la ayudé a entrar.—Y su lesión se debe a que ella escuchó que el chorro que cae del lado de la Iglesia de las Carmencitas es famoso por sus bendiciones, especialmente si se pide en el día del cumpleaños. Fue allí para pedir por su salud y bienestar.—Con el fin de mostrarle su máxima sinceridad y darle sus mejores bendiciones, Luna subió las montañas de rodillas, haciendo una reverencia en cada paso. Estaba tan agotada al bajar que terminó rodando por la
Yo siempre había sentido que entre David y Luna había algo, pero lo amaba demasiado como para poder creer esas cucarachas que rondaban por mi cabeza. Lo amaba tanto que, aunque sufría y sospechaba de lo que era cierto para otros, cuando David decía que no había nada entre ellos, yo elegía siempre como boba creerle.Creía hasta el punto de intentar complacerlo desesperadamente, de buscar formas para ganarme su corazón de nuevo. Cada vez que algo pasaba entre él y Luna, yo sentía terror, con miedo de que esta vez realmente lo perdería. Y cuando él regresaba a casa, no podía evitar preguntarle una y otra vez sí, de verdad, me amaba.Yo, que siempre había huido del dolor, llegué incluso a hacerme cortadas en las muñecas solo para suplicarle que regresara de donde estuviera con Luna.Pero toda esa desesperación y miedo, en los ojos de David, no eran más dramas y caprichos. Para él, ni siquiera mis cortes fueron suficientes para que volviera a casa, mucho menos para que sintiera lástima por
David habló con tanta seriedad que, por un momento, casi le creo.Era un verdadero maestro en el arte de golpearte y luego darte una pequeña recompensa, lo justo para hacer que te apegues a él, tal como domando bestias lo solía tratar a uno. Ahora entendía por qué la antigua yo no podía soltarlo.Pero era una lástima: ya lo había olvidado. Nunca más caería bajo su control.Cuando terminó de hablar, el salón quedó en un silencio absoluto.Los presentes no sabían qué pensar. Después de todo, David quien constantemente despreciaba y maltrataba a su esposa, mientras trataba a Luna como una reina. Ellos no habían hecho más que seguir la corriente y pensar en ayudarlo. ¿Y ahora les salía con esto? ¿Y además los amenazaba?Era... frustrante.Si para ellos era solo frustración, la carota Luna era otro asunto. En cuestión de segundos, su expresión se volvió tan amenazante que era difícil encontrar palabras para describirlo.Sin embargo, fue solo un instante. Rápidamente se calmó y volvió a most
La abuela no había estado tan contenta en años.La mamá de Esmeralda fue casi incapaz de disimular su enojo.—¡Mamá! ¿Cómo puede hablar así? ¡Luna siempre le ha mostrado su amor y respeto! ¡Ella también es su nieta! ¡No puede ser tan injusta!La nona se rio con indiferencia.—¿Por qué no puedo? Solo tengo una nieta biológica, ¿a quién más voy a proteger? Yo no soy como ustedes, que parecen tener el cerebro atrofiado. ¡No quieren a su propia hija y prefieren a la hija de otros!Por un momento, las expresiones de mis padres pasaron por todas las etapas del duelo al mismo tiempo, era un espectáculo casi cómico....Aunque David había hecho su declaración en público, ya nadie veía su relación con Luna de la misma forma que antes. Aunque nadie se atreviera a decirlo abiertamente, en sus corazones ya eran un par de infieles.Tras el anuncio de mi abuela, en el que otorgaba el 20% de sus acciones a Theo y le entregaba oficialmente la dirección de Farmacéutica J&Q, me retiré a un rincón tranqu
Pero al final, su prisa no era por mí. Él no dudó ni un segundo en saltar al agua, luego abrazó a Luna y nadó hacia la orilla. Por mí no se preocupó, ni siquiera volteó a verme.No sé por qué, por qué si claramente ya lo he olvidado, si ya no siento nada por él, en este momento, mi corazón me duele como nunca.…Como a mi hermano le gusta nadar en la profundidad, la piscina de mi casa fue diseñada muy honda. Esto hacía que sintiera mucho miedo siempre que estaba en el agua. Intenté desesperadamente agarrarme de algo, pero no lo logré.Mientras me hundía en el fondo de la piscina, escuché la voz ansiosa y débil de mi hermanita, Luna, que siempre parece tan delicada:—¡David, salva a mi hermanita, rápido! ¡Sálvala!Luego, alguien grito:—No le prestes atención, ella sabe nadar. No le pasará nada.En medio del terror de estar ahogándome, casi sin poder respirar, escuché esas palabras y mi mente se quedó en blanco. Es verdad, ¡sé nadar!¡En la universidad incluso gané el campeonato naciona
Esmeralda solo escupió un poco de agua y despertó.Al verla abrir los ojos, David le gritó furioso:—¿Qué es lo que te pasa? ¿Es que estás tan molesta que ya no te importa tu vida?En el pasado, cuando él le decía cosas así, Esmeralda se enfadaba más y también le gritaba, o bajaba la cabeza asustada y decía que había sido su culpa.Pero ahora, Esmeralda no le gritó ni le dijo que tenía la culpa. Tampoco le pidió que la abrazara.Simplemente lo miró con indiferencia.Con una indiferencia cortante como un cuchillo.Una indiferencia que hizo que él sintiera un poco de miedo sin darse cuenta, un deseo impulsivo de abrazarla.Sin embargo, ella esquivó su abrazo, agarró al hombre que estaba a su lado y le pidió que la llevara al hospital.David la miró con incredulidad. No podía creer que, estando él presente, ella no lo buscara a él, sino que le pidiera a un desconocido que la llevara al hospital. ¡Él era su esposo! ¡Era el hombre que ella más amaba!¿Qué estaba pasando con ella? ¿Por qué a