Lo hará una semana después del evento que Ángel piensa realizar. Sully cree mover el mundo a su antojo por tal razón, añadió. —También le envié la invitación a Patricio, de paso, aprovechas y vuelves a tu hogar! Eso fue más como un mandato. Sully también la obligó a casarse, cree que su hija, deber de la chica que permanece sumida, al lado del esposo.—Mamá… Yeimy apretó los puños y le contestó. —parece que estás deseando deshacerte de mí, te dije que Patricio está ocupado con sus negocios. Date cuenta, ha retrasado su viaje y es por algo. —¡Patrañas! No me importa, tu esposo tiene que venir, todo el mundo tiene que ver que todavía ustedes dos se aman. Son un matrimonio feliz y tienen que seguir así…Pero el corazón de Yeimy no le pertenece a Patricio, su corazón está con el joven que se encuentra reuniendo con Nixon. —¿Entonces sales con la hermana de Ángel? No sabía que se llevaba mal con el esposo. Nixon sintió curiosidad. Ambos se vieron en el club, y terminaban de jugar tenis.
Hay verdades que duelen y que destrozan el alma. Ser traicionado por una persona que tanto amas, no es sencillo, y mucho menos, si la persona es quien te trajo al mundo. Julián, no comentes nada de esto con nadie, ni siquiera con Melany. Ya veré cómo le hago, ella tiene que recordar todo. En ese momento, Ángel se puso de pie, y cuando abrió la puerta, Melany apareció frente a él, y le mostraba una gigantesca sonrisa.—¡Terminé de archivar lo que me pediste, deberías de darme un reconocimiento, soy muy buena en lo que hago! Pero Ángel no dijo nada, simplemente se quedó observándola. ¿Cómo pudieron dañar su inocencia? Ella no le hacía, ni le hace daño a nadie, nunca he conocido a una mujer como ella, su dulzura y sencillez, eso fue lo que me conquistó. —¡Melany! Julián se sintió feliz de verla, y olvidó algo muy importante. —¿Disculpa, te conozco? Ella se vio inquieta al no reconocer al joven. Por su parte, Ángel volvió a la realidad e interino.—¡Melany, él es mi amigo Julián, le p
—¡Angel, eso no es cierto, tengo la conciencia tranquila! Nunca te he mentido, te juro que las cosas pasaron tal como te dije. —¡No me mientas más, ya lo sé todo, nos separaste con mentiras y engaños, y todo para qué, no sé qué intenciones tenían tú y mi padre, pero déjame decirte que solamente prolongaste las cosas, nunca la he dejado de amar y ahora más que nunca la voy a proteger! —¡Eso no, jamás estarás de nuevo con ella!, Sully se puso de pie, para así poder ejercer su autoridad de madre. —¡Di lo que quieras, pero Melany es mi vida y si no te gusta te puedes largar a tu adorada hacienda, ve quédate ahí, sigue con tu vida allí! —Ángel, no me puedes echar, esta también es mi mansión. Sully, enfrentó a su hijo, y se mostró erguida y desafiante. Pues quédate con ella, me iré hoy mismo, pero no pienses que me puedes hacer lo mismo que le hiciste a mis hermanos, yo sí tengo el valor de hacerle frente. Soy tu hijo, tú me criaste, me hiciste lo que soy, ahora deberás enfrentar al mo
70 —¡Mi amor, no tienes que recordar algo doloroso! Le cobraré todo esto, eso te lo juro. Ángel desconoce el calvario que vivía la joven, pues pensaba que eran un matrimonio como todos. Además, desde mañana también descubrió que Melany había tenido otro aborto, lo que menos quiere es que ella sufra más. —¡Ángel, es que él tenía razón! Tú dices que estuve contigo esa noche y te creo, era tu perfume el que sentí, fueron tus manos las que me acariciaban, hoy no tengo dudas. Eso me deja en claro que ese bebé era tuyo…Melany hizo una pausa, mientras Ángel asimilaba lo que había escuchado. —¡No puede ser, era mi segundo hijo, los dos con ella, esto no es justo! ¿Por qué? ¿Qué hicimos? ¿Qué penitencia estamos pagando? Pensaba el joven mientras la miraba, aturdido a los ojos. Ángel, no te lo dije, pero después de que quise morir en el mar, volvió con él, y desde que entres a la casa estábamos discutiendo, así fue hasta que subimos las escaleras y nos gritamos un poco más. Él siempre me s
La joven se sorprendió al ver el vestido, pero no tanto, como cuando comprobó que era de su talla. pues deja claro que Ángel había anticipado todo. Una vez que la gerente le empacó todo, Melany y Rubén salieron sin problemas. Ella no había visto las fotografías, y lo hizo hasta que estaba dentro del auto. Al abrir el sobre, sacó la primera fotografía. En la cual, Ángel sonreía alegremente, mientras que ella estaba colgando en su espalda. ¿Ángel? Es Ángel, no tengo duda, luce un poco diferente, pero es él. Las manos de Melany temblaron. Enseguida, sacó el resto de las fotografías y en todas aparecía Ángel junto a ella. Y en más de una se podían ver cariñosos y dándose un beso. —¡Es Miguel! No lo puedo creer, ¿pero cómo? Ángel siempre estuvo ahí. Todavía impactada por lo que ha visto, levantó la mirada y la clavó en Rubén y le preguntó.—¡Oye, dime algo! ¿Sabes cuál es el nombre completo de tu jefe? Solamente, quería confirmar sus sospechas.—¡Por supuesto, es Miguel Ángel Rockefell
Los periodistas se quedaron intrigados con la respuesta de Ángel, y solamente uno se atrevió a preguntar. —¿Señor Rockefeller, sabemos que los vinos de Feller son los mejores, pero usted, se ha inspirado en alguna musa para su nueva bebida? En ese momento, Ángel giró levemente la cabeza y miró rápidamente a Melany. Luego volvió su atención al reportero. —¡Lo siento mucho! Esa respuesta me la reservaré, no quiero que después me hagan preguntas acerca de esa musa. El brillo en la mirada del joven lo delató. Pero nadie podía preguntar acerca de ese tema, pues se nota que no obtendrán alguna respuesta.Ángel tuvo que tener un poco de paciencia, contestó unas cuantas preguntas más. Pero muy lejos de ellos, Marta Crawford mantiene la mirada iluminada. —Así que los Rockefeller no son unos simples ricos, mi nieto ha de poseer mucho dinero, sería justo que lo comparta, después de todo, la ingrata de Sofía nunca hizo nada bueno. —¡Ay sí, mamá! ¡Como si fuera tan fácil! No estás viendo, ese homb
No me mientas, creí que éramos amigas; sin embargo, te guardas cosas para ti. Al detenerse, la joven secretaria señaló a su jefe y añadió. Ves esa sonrisa, la tiene desde que llegaste a la compañía, claro, ahora se nota más, además, te tiene custodiada como si fueras un tesoro. Ella habló con los brazos cruzados y fingiendo malestar. —¡Lo siento mucho, es solo que ya viste, no se puede confiar en nadie, mi mejor amiga me traicionó! Melany le pasó el brazo por el hombro y ambas siguieron juntas hasta una mesa. Mientras tanto, Sully hizo una espectacular entrada, su dominante presencia atrae miradas a donde quiera que va, y ese día no fue la excepción. Oh, oh… mira quién es… Lucrecia cambió radicalmente su rostro. —¡No sé quién sea esa señora! ¿Pero, esa es Lizbeth? Un grupo de distinguidos caballeros le quitaba visibilidad a Melany. —¡No la soporto! Te juro que desearía que alguien la desapareciera de la faz de la tierra, es tan irritante. Lucrecia descargó la frustración y el ma
Señorita… Raúl empujó a Simón hacia un lado. Por favor, salga de aquí. El hombre tenía órdenes de no dejar que nadie se acercara a ella, no obstante, un leve descuido provocó que Sully hiciese de las suyas. Pusilánime, Melany pasó al lado de Raúl y lo hizo con la cabeza gacha y todo para que no viera sus lágrimas. En ese momento, su cabeza era un lío de recuerdos, pero lo que más sobresalía era la voz de Sully y sus innumerables advertencias y amenazas, pero también cómo la sometió a hacer cosas que ella no quería. Resulta que al llegar al salón escuchó a uno de los reporteros que dijo. ¿Es cierto que su compromiso ya ha sido anunciado? Pronto se casará con la señorita Lizbeth. Esa pregunta, confirma que Sully no mentía, ella quería ver a Ángel al lado de Lizbeth. ¡No puedo ser! Pensó mientras que echó un vistazo a su alrededor. La luz del salón era tenue, pero la joven vio todo negro, era como un vil abismo que quería consumirla. Tengo que salir de aquí. Se dijo mientras corría