Traidor La pluma se rompió en las manos de Hope al escuchar la versión del hombre, la tinta roja pronto se derramó y cubrió la palma de la mano de la mujer como si fuera una profunda herida.—No cabe duda de que el pez por la boca muere, señor Howard —gruñó Hope con furia.—¿Qué-qué quiere decir? —dijo dando un paso atrás.—Apenas ayer quería hacer negocios con Blake Cameron y hoy viene a mí para lanzar acusaciones en su contra. ¿No consiguió lo que esperaba de él? —preguntó al mismo tiempo que marcaba un par de números por el intercomunicador.—¿De qué estás hablando?—Mi padre confió en ti —dijo mientras escuchaba la voz al otro lado de la línea—. Déjalos pasar —pidió para desconcierto del hombre.Randy se giró violentamente cuando las puertas dobles de la oficina de presidencia se abrieron de par en par, dejando ver a Blake, Chelsea y Larry acompañados por el jefe de la policía.—¿Qué es esto? —preguntó asustado.—¿Pensabas que de verdad iba a ser tan fácil culparme? —preguntó Bla
Si pudiera elegir Hope:Matthew aceptó conocerte… Blake leyó y releyó aquel mensaje, no supo exactamente la cantidad de veces que lo hizo y aún no podía creer que Hope le hubiese escrito, y menos que Matthew aceptara conocerlo.El corazón del magnate latía alocadamente dentro de su pecho, giró su silla y miró la ciudad desde las alturas, se mordió el labio mientras un par de lágrimas rodaron por sus mejillas.¡Matthew aceptó conocerte!Aquellas tres palabras fueron un bálsamo para su corazón.Los golpes a la puerta le hicieron limpiar su llanto, se giró adoptando un rostro serio, habló:—Adelante.Scott Carter abrió la puerta y dejó ver su rostro sonriente.—¿Vamos de fiesta hoy? —preguntó con una sonrisa socarrona—. Me han invitado esta noche, ya sabes alcohol y sexo —añadió sentándose delante de Blake.—Esta noche no Scott —dijo mirando una vez más su móvil y leyendo el mensaje de Hope otro par de veces.El hombre arqueó las cejas con asombro.—Hanna Marín estará ahí, me ha estado
El amor es como una florHope cerró los ojos, mientras intentó apartar su mano del toque de Blake, aquella mano ceñida sobre su mano, era como una pulsera de fuego quemando su piel y el dolor que embargaba su corazón al darse cuenta de que tontamente había albergado la esperanza de que él creyera en ella; para su pena y desgracia no era caso de Blake Cameron.Él estaba ahí de rodillas, pidiendo perdón, pero no era porque creyera que no le había sido infiel con nadie, ni siquiera con el pensamiento, sino porque el médico le había confirmado que no era un hombre estéril, la ciencia le corroboró lo que Hope ya sabía desde un principio.—Ponte de pie y deja que me marche —respondió Hope, luego de un corto silencio.—No lo haré, sé que tienes todo el derecho a no perdonarme. Sé que te hice daño; pero por favor, Hope —dijo estrujando la mano de Hope—. Dame una oportunidad para demostrar que no soy el mismo hombre y que estoy dispuesto a todo por ti y por Matthew.Hope se tensó de pies a cab
Adiós, hijo mío Blake se alejó del campo de fútbol, luego de que Hope, Matthew, James y Chelsea se marcharan a casa a seguir celebrando el triunfo del pequeño, mientras Matthew sonreía sobre los hombros del hombre.—Es hora de que también nos marchemos, Blake —dijo Larry colocando una mano sobre el hombro del magnate.—Bien dice el dicho que no sabes lo que tienes, hasta el día que lo ves perdido —musitó.—Vamos, Blake —insistió Larry.Blake asintió y no refutó, caminó al lado de su primo.—Te llevaré a la oficina, mientras pediré a alguien del Personal que venga por tu auto —le comunicó, mientras subía al lado del piloto.Larry manejó en completo silencio, estacionó en frente a las instalaciones de la casa productora.—¿Quieres que te acompañe? —preguntó haciendo ademán de bajarse del auto.—Estoy bien, Larry, gracias por traerme. Pero necesito pensar en soledad, necesito analizar mi proceder —dijo sin ánimos.Larry asintió.—Te llamaré luego —avisó.Blake asintió, se despidió con u
Llamada de emergencia Hope recargó la cadera sobre el capó del auto, estaba llegando con quince minutos de retraso debido a una reunión que no pudo posponer con el departamento de calidad. En ese momento, se lamentaba que Chelsea y James se hubiesen marchado esa mañana a Nueva York, pero era necesario que hicieran acto de presencia para elegir al nuevo jefe de la agencia de viajes. Hope habría deseado volver con ellos y alejarse de Los Ángeles por segunda ocasión, pero sus responsabilidades al frente de H&B no se lo permitieron. Tampoco tenía corazón para abandonar a su madre, sabía que difícilmente Hilary aceptaría marcharse de la ciudad sabiendo que todos sus recuerdos con Daniel estaban aquí.—¡Mamá! —gritó Matthew corriendo en dirección de Hope, mientras intentaba acomodarse la mochila en su espalda.—Hola, cariño, lamento llegar tarde —dijo poniéndose en cuclillas para quedar a su altura y él pudiera abrazarla.—No es tu culpa, tío James dijo que podía pasar, pero que vendrías p
Nuestro secretoEl corazón de Blake casi se detuvo al escuchar el sonido de su móvil, estaba en medio de una reunión importante con los actores principales del rodaje de su nueva película, pero le importó poco dejarlos sentados en la mesa y atender la llamada que había estado esperando por muchos días, quizá semanas.Con manos temblorosas llevó el aparato a su oído.—Hope —dijo un tanto nervioso.Un silencio sepulcral le siguió a su voz, no podía escuchar nada al otro lado de la línea, lo cual le asustó.—Hope —repitió—¿Estás ahí? ¿Estás bien? —cuestionó sin obtener respuesta.Un ligero suspiro de resignación se escuchó finalmente por parte de Hope y que tranquilizó al hombre.—Necesito pedirte un inmenso favor, Blake.El corazón del magnate casi se detuvo al escuchar la voz de Hope.—Dime, ¿Cómo puedo ayudarte? —respondió con premura.Ella pareció dudar, porque otro silencio le siguió. Blake estaba a punto de subirse por las paredes de la sala de juntas, se olvidó por completo de la
Buenas intenciones Blake se dejó caer sobre el césped, su corazón latía fuerte dentro de su pecho, había olvidado lo que era correr detrás de un balón de fútbol. Desde la trágica muerte de su padre, él había asumido la responsabilidad de los negocios y se había olvidado de esas pequeñas cosas de la vida. Esos que se convertían en momentos únicos y especiales, que se grababan a fuego en el corazón. —¿Cansado? —preguntó Matthew, sentándose junto a él; tan calmado como si no hubiese estado corriendo detrás del balón por casi una hora. Él lucía fresco y feliz. —Deja que me acostumbre, entonces no me ganarás tan fácil —aseguró. Matthew se echó a reír, antes de preguntar: —¿Quiere repetir este juego? —Todas las veces que quieras —respondió Blake sin dudar, esperando que su hijo se mostrara contento, sin embargo, logró el efecto contrario. Matthew se acomodó sobre el césped y miró al cielo. —El tío James es quien juega conmigo todos los fines de semana —dijo. Blake miró al pequeño
Invitación Larry se vio sorprendido al encontrarse con Chelsea parada frente a la puerta de su oficina, por un momento creyó que se la estaba imaginando y es que, desde lo sucedido en el bar, no había dejado de pensar en ella; la atrevida sin vergüenza, se había apoderado de sus pensamientos sin pedir permiso.—Chelsea —llamó de nuevo al no obtener respuesta y verla quieta como si fuera una estatua de yeso.Chelsea chasqueó la lengua y maldijo para sus adentros, mientras se giraba para quedar frente a Larry.—Hola —dijo con tono inseguro.—Hola, ¿a qué debo el milagro de tu visita? —preguntó el hombre mirándola fijamente. Larry se fijó en las mejillas sonrosadas de Chelsea, era como si… ¿Sintiera vergüenza?, Larry negó, era más fácil que el sol dejara de brillar a que esa atrevida mujer sintiera un poquito de vergüenza siquiera.¡Ni siquiera se había inmutado para cogerle la polla! ¿Cómo por qué iba a sentirse avergonzada por estar frente a su oficina?—Eh, yo… ¡Pasé a saludar! —exc