Nuestro secretoEl corazón de Blake casi se detuvo al escuchar el sonido de su móvil, estaba en medio de una reunión importante con los actores principales del rodaje de su nueva película, pero le importó poco dejarlos sentados en la mesa y atender la llamada que había estado esperando por muchos días, quizá semanas.Con manos temblorosas llevó el aparato a su oído.—Hope —dijo un tanto nervioso.Un silencio sepulcral le siguió a su voz, no podía escuchar nada al otro lado de la línea, lo cual le asustó.—Hope —repitió—¿Estás ahí? ¿Estás bien? —cuestionó sin obtener respuesta.Un ligero suspiro de resignación se escuchó finalmente por parte de Hope y que tranquilizó al hombre.—Necesito pedirte un inmenso favor, Blake.El corazón del magnate casi se detuvo al escuchar la voz de Hope.—Dime, ¿Cómo puedo ayudarte? —respondió con premura.Ella pareció dudar, porque otro silencio le siguió. Blake estaba a punto de subirse por las paredes de la sala de juntas, se olvidó por completo de la
Buenas intenciones Blake se dejó caer sobre el césped, su corazón latía fuerte dentro de su pecho, había olvidado lo que era correr detrás de un balón de fútbol. Desde la trágica muerte de su padre, él había asumido la responsabilidad de los negocios y se había olvidado de esas pequeñas cosas de la vida. Esos que se convertían en momentos únicos y especiales, que se grababan a fuego en el corazón. —¿Cansado? —preguntó Matthew, sentándose junto a él; tan calmado como si no hubiese estado corriendo detrás del balón por casi una hora. Él lucía fresco y feliz. —Deja que me acostumbre, entonces no me ganarás tan fácil —aseguró. Matthew se echó a reír, antes de preguntar: —¿Quiere repetir este juego? —Todas las veces que quieras —respondió Blake sin dudar, esperando que su hijo se mostrara contento, sin embargo, logró el efecto contrario. Matthew se acomodó sobre el césped y miró al cielo. —El tío James es quien juega conmigo todos los fines de semana —dijo. Blake miró al pequeño
Invitación Larry se vio sorprendido al encontrarse con Chelsea parada frente a la puerta de su oficina, por un momento creyó que se la estaba imaginando y es que, desde lo sucedido en el bar, no había dejado de pensar en ella; la atrevida sin vergüenza, se había apoderado de sus pensamientos sin pedir permiso.—Chelsea —llamó de nuevo al no obtener respuesta y verla quieta como si fuera una estatua de yeso.Chelsea chasqueó la lengua y maldijo para sus adentros, mientras se giraba para quedar frente a Larry.—Hola —dijo con tono inseguro.—Hola, ¿a qué debo el milagro de tu visita? —preguntó el hombre mirándola fijamente. Larry se fijó en las mejillas sonrosadas de Chelsea, era como si… ¿Sintiera vergüenza?, Larry negó, era más fácil que el sol dejara de brillar a que esa atrevida mujer sintiera un poquito de vergüenza siquiera.¡Ni siquiera se había inmutado para cogerle la polla! ¿Cómo por qué iba a sentirse avergonzada por estar frente a su oficina?—Eh, yo… ¡Pasé a saludar! —exc
Una noche locaHope no pudo apartar de su memoria las palabras de James, temía que él tuviese razón en cuanto a sus sentimientos. Pero con todo lo que había vivido por culpa de Blake, ella no se arriesgaría a hacerle ninguna concesión, lo suyo era parte del pasado y quizá debía dejarlo claro. Blake y ella debían aclarar que lo único que les unía era Matthew, nada más.¡Matthew lo era todo, no había más después de él!Sin embargo, en el momento que el mensaje de Blake entró a su móvil, Hope no pudo evitar que su corazón se acelerara y culpó a James por eso, porque sí él no hubiese insistido en hablar sobre sentimientos, ella no estaría nerviosa y dudosa de abrir el mensaje.Hope dejó el teléfono sobre su escritorio, trató de ignorarlo hasta que cedió a la curiosidad.Blake:Buenas tardes, Hope. Espero no estar molestando, pero… ¿Me gustaría saber si puedo pasar el día con Matthew el sábado? Estaré a la espera de tu respuesta y de antemano muchas gracias.Hope suspiró, pensó en no respo
Consejos de mamáMientras Larry y Chelsea disfrutaban de la noche más apasionada de su vida. Blake esperó con paciencia en la sala de espera del aeropuerto a su madre.Blake ya no necesitaba solamente admitir sus errores del pasado, sino corregirlos y tratar de recuperar lo que había perdido. Tessa y él habían terminado muy mal, luego de la separación de Hope, y no fue hasta ahora que Blake tenía que darle la razón a su madre.«—¡No puedes ser tan idiota, Blake, no pareces hijo mío! —gritó Tessa al enterarse de la partida de Hope.Sin embargo, Blake estaba furioso y muy borracho, al punto que la lengua se le enredó en más de una ocasión para defenderse de los insultos de su madre.—No puedo creer que seas tan… ¡No sé siquiera cómo llamarte porque ningún apelativo puede aplicarse contigo!Blake se encogió de hombros.—Me engañó —musitó.—Lo peor es que me temo que tengas razón y fuiste engañado —dijo, su voz estaba falsamente calmada.—Vez, tú también lo piensas —refutó bebiendo de la
¿No has sido tú?Chelsea escapó de los brazos de Larry durante el amanecer, su corazón latía alocadamente con cada paso que daba para alejarse de él.«El remedio resultó peor que la enfermedad», pensó Chelsea mientras subía a su auto y dejaba caer su cabeza sobre el volante.La joven rubia creyó que acostándose con Larry iba a poder apartarlo de su mente y resultó todo lo contrario, no se había alejado de él y ya lo echaba de menos.—¿Cómo me fui a enamorar de él? — murmuró—. Hope va a matarme por poner los ojos en el otro Cameron ¿Y qué si son igual de estúpidos los dos? —se preguntó.Chelsea dejó de pensar cuando los toques al vidrio la asustaron, presionó el botón y esperó a que el vidrio bajara a media ventanilla.—¿Vas a algún lado, preciosa sinvergüenza? —preguntó Larry con una sonrisa de medio lado que mojó las bragas de la rubia.—A mi casa, por supuesto, la noche ha terminado —dijo tratando de salvar su pellejo, no quería evidenciar los sentimientos que estaba sintiendo en es
Entre la espada y la pared“Pero si aprendiste a barrer no debe quedar nada…”El problema es que Hope nunca barrió las cenizas, porque no hubo nada que barrer. Lo que ella sentía en ese momento eran las brasas tratando de arder con fuerza.—Lo siento, no quise molestarte —dijo Blake al notar que Hope no estaba interesada en recibir su presente.—Déjalo sobre la mesa, iré por Matthew —dijo con tono severo, pero por dentro su corazón latía con la fuerza de un volcán.Blake sonrió ligeramente, dejó la bolsa y la rosa sobre la mesa, para seguir muy de cerca a Hope.Hope encontró a Matthew sentado en la sala, junto a él su bolso y en la mano sus zapatos de fútbol.—¿Todo listo? —preguntó con una sonrisa tatuada en el rostro.—¡Sí! —gritó. Matthew se puso de pie, cogió su bolso y la colocó a su espalda.—Bien, entonces irás con Blake al entrenamiento y él te traerá de regreso a casa.—¿Puedo comer un helado luego del partido? —preguntó.—Puedes, pero sin exagerar, Matt.—Te lo prometo —resp
Enfermera privadaEl rostro de Tessa cambió de color, sus manos temblaron y en sus ojos se asomó el dolor de los recuerdos junto al indicio de lágrimas.—No puedes soltar una noticia como esta de esa manera —le regañó Hope al ver a Tessa tan mal.—Lo siento, pero esto me ha cogido de sorpresa, tengo que irme al foro —respondió.—¿Tienes que irte? —preguntó Matthew llegando a él.Blake lo miró y el corazón se le rompió en miles de pedazos, era su primer entrenamiento juntos.—Tengo que hacerlo, campeón, ha surgido un accidente en el trabajo y tengo que atender —dijo con dolor en su voz.—¿Podemos ayudarte? —preguntó el niño al verlo tan afligido.—Es un asunto delicado —dijo mirando a Hope.—Podemos ir contigo —pronunció en tono bajo y casi forzado.—¿Lo harías?—Lo haremos —se apresuró Matthew a decir.Blake se arrodilló frente a su hijo, jugó ligeramente con sus cabellos antes de dejarle un beso en la frente.—Gracias —dijo.Blake no sabía si era para Matthew o para Hope, pero las pr