Paciencia a prueba Hope miró a Blake, por un momento pensó que había perdido la razón por completo, pero ver el rostro serio del hombre le hizo replantearse, el insulto que estuvo a punto de salir de sus labios. Sobre todo, porque Matthew estaba presente.—¿De qué estás hablando? —preguntó con seriedad, mientras tomaba el brazo de Blake y lo llevaba lejos del jardín.Blake se dio cuenta de que no había sido la mejor manera de decirle las cosas, se lamentó y trató de corregir su reciente error.—Scott Carter ha logrado escapar de la justicia, la policía lo estaba buscando, pero tal parece que la tierra se lo ha tragado.—¿Qué tiene que ver eso con elegir donde vivir? —cuestionó frunciendo el ceño.Blake dejo escapar un suspiro y esta vez pensó muy bien las palabras que tenía que decir. Necesitaba convencer a Hope de irse con él o de que aceptara que vivieran juntos.—No tengo todo el tiempo del mundo, Blake, mi hijo y mi familia me esperan en el jardín —dijo tajante.—Lo siento, Hope,
Bajo el mismo techoBlake quería decirle que soportaría todo lo que tenía que soportar con tal de vivir bajo su mismo techo, pero… algo dentro de su corazón se lo impidió. Él no sabía en ese momento que no pronunciar aquellas palabras era como su salvación, porque no tenía ni una jodida idea de lo que Hope estaba planeando en su contra.—Por cierto, ¿dejarás a Tessa en la mansión? —preguntó ella.Hope no había pensado en su suegra, de repente tuvo miedo de que Scott la cogiera contra ella, pero tampoco era como si pudiera traerla a casa.—Voy a dejarla con Larry y varios hombres de seguridad. No voy a descuidarla —aseguró.Hope asintió y guardó silencio cuando vio a James y Matthew volver de los servicios.—Ha sido un día genial —expresó Matthew mientras dejaba escapar un suspiro.Blake le sonrió.—Aún podemos ir a comer —propuso Blake—. Muero de hambre —dijo sobándose el estómago, mientras Hope lo fulminaba con la mirada. Él sonreía y James pensaba que sería el objeto del odio de Bla
“Juntos, pero no revueltos”James miró a Hope, como si esperara que ella le diera una explicación delante de Blake sin revelar la verdad oculta detrás de su relación.—¿Bromeas? —preguntó James sin pensar.—¿No es así, Hope? —respondió Blake sonriendo.La mujer lo fulminó con la mirada, pero antes de que pudiera decir algo, fue interrumpida por Matthew.—¿Por qué el señor Blake ha decidido venir a vivir con nosotros? ¿No tiene casa? —preguntó el niño.En esta oportunidad fue Blake quien buscó la mirada de Hope para solicitarle ayuda, pero su risa le indicó que no tendría ayuda de ella.—Bueno, yo... —hizo una pausa mientras pensaba en cómo responder—. Estoy remodelando mi casa y tu mami fue muy amable al invitarme a ir a su casa.—¡Mi mami es genial! —exclamó con una sonrisa en los labios—. Una maravillosa mujer que papá no supo apreciar —añadió en un bajo susurro.Sin embargo, fue suficiente para que Blake sintiera que el corazón iba a partírsele en dos.—Ve por tus cosas —intervino
Padre e hijo «Soy su novio, ¡por supuesto que dormimos juntos!» «Soy su novio» «¡Por supuesto que dormimos juntos!» Blake recibió el golpe con más dignidad de lo que hubiera imaginado, el interior de su mejilla fue la víctima principal, la vasija que recibió su enojo y sus celos hasta sentir el sabor metálico de la sangre, golpear sus papilas gustativas. —¿Se ha quedado sin palabras, señor Blake? —preguntó Matthew. —No, solo me he sorprendido —dijo con una sonrisa que enervó el corazón de Hope. ¿Cómo podía un hombre que decía amarla mantenerse tan civilizado después de soltar una bomba como aquella? Hope apretó los dientes, creyendo que aquella actuación obligaría a Blake Cameron a marcharse de su casa, sin echarlo con todas sus letras, ¡pero se había equivocado! El hombre parecía demasiado tranquilo para su gusto. ——¿Puedo llamar a tu puerta si necesito algo? —preguntó Blake amablemente. Hope miró a James. —Puedes llamar a mi puerta, si tienes miedo por las noches, también
Reencuentro inesperadoBlake intentó alejarse luego de soltar a Hope sus intenciones de mudarse a su oficina, pero no llegó a dar ni dos pasos cuando fue detenido por la mano de su esposa.—¿Qué es lo que buscas, Blake?—No voy a repetirlo más, Hope, te lo he dicho en más de una ocasión —respondió el hombre sin dejarse amedrentar por la fuerza de la mano de su esposa sobre su brazo.—¡Prometiste no acosarme! —refutó ella.—Y no lo estoy haciendo, dije que iba a protegerte y eso es lo que estoy haciendo. Necesito tenerte y mirarte las veinticuatro horas del día para estar tranquilo. Te prometo que apenas Scott Carter esté tras las rejas, me alejaré de ti y solamente te molestaré para poder convivir con Matthew, con lo de anoche me has dejado claro que no tienes ningún interés en mí como hombre y no quiero insistir, no quiero arruinar tu relación con James. El tipo puede no ser santo de mi devoción, pero tengo que admitir que ha sido un gran hombre contigo y con Matthew —dijo sorprendie
El diablo regresóEl sonido de una bofetada rompió el silencio que se había establecido después de la declaración de Larry Cameron. El hombre giró el rostro por la fuerza del impacto, una línea roja corrió por la comisura de sus labios, tenía el labio partido por el anillo de su madre.——Abofetearme no cambiará el pasado— replicó con un gruñido.—Debí haberte matado antes de permitir que declararas en contra de tu padre —graznó la mujer sin un ápice de culpa o sentimiento.—Deberías haberlo hecho, te faltó muy poco para eso —le recriminó Larry, tratando de no recordar el sinfín de palizas que recibía de sus padres. Antonio y Alicia eran adictos al alcohol y a las drogas. Vivían una vida desenfrenada en la que poco o nada les interesaba la vida de su pequeño y único hijo que les quedaba.Larry había perdido a su hermana por culpa de la negligencia de sus padres. Por el abandono del que eran víctimas, noche tras noche. Entonces Larry no pudo hacer nada, era apenas un niño de cinco años
Cuando un hombre llora—¿Señora? —Nancy se alarmó al ver el rostro pálido de Hope.—Estoy bien —mintió—. Déjame sola, por favor —pidió luego de unos segundos.—Cualquier cosa, solo llámeme.Hope asintió y apenas Nancy dejó la oficina, ella se dejó caer sobre el sillón más cercano.—Scott Carter —susurró.Hope temblaba como si fuese una hoja mecida por el brusco viento. Ella no sabía si era el miedo que le causaba o el enojo de saberse el objetivo de un hombre a quien nunca había ofendido o agredido de ninguna manera posible.Hope recordó aquella primera vez que se conocieron, fue la primera vez que también conoció a Larry.«—Ven, cariño, quiero presentarte a Scott y Larry —dijo con una sonrisa torcida, mientras caminaban entre el mar de cuerpos del club aquella noche.—¿De dónde has sacado esta hermosura? —preguntó uno de los hombres que esperaban en la barra.—Caballeros, les presento a Hope Morgan, mi novia y futura esposa —anunció Blake.Hope se sonrojó, pero respondió el saludo, c
Mariposas Blake sintió la boca de Hope abrirse ligeramente, lo que aprovechó para profundizar el beso y probar de nuevo las mieles de sus labios; el magnate sintió que tocaba el cielo con las manos, los labios de su esposa le sabían a gloria. Fue un beso ardiente, pero efímero.—Hope —dijo él cuando ella lo apartó de su boca.Las mejillas de la mujer se sonrojaron, ella se negó a mirar a Blake y terminó huyendo de la biblioteca dejando a Blake solo y con una sensación de hormigueo por todo su cuerpo.El corazón de Hope Morgan latía tan fuerte que llegó a creer que iba a salirse de su pecho. Hope se encerró en su habitación, recargó el cuerpo sobre la puerta, cerró los ojos y llevó una de sus manos a su boca.Ella gimió al recordar ese corto beso que Blake le había dado, fue…¡Mierda! ¡Mierda!—¡No puedes pensar en ese beso, Hope, no puedes dejarte seducir de nuevo! —susurró y con pies temblorosos caminó hasta su cama, donde se dejó caer sin ceremonia.«Blake», pensó antes de cerrar l