Padre e hijo «Soy su novio, ¡por supuesto que dormimos juntos!» «Soy su novio» «¡Por supuesto que dormimos juntos!» Blake recibió el golpe con más dignidad de lo que hubiera imaginado, el interior de su mejilla fue la víctima principal, la vasija que recibió su enojo y sus celos hasta sentir el sabor metálico de la sangre, golpear sus papilas gustativas. —¿Se ha quedado sin palabras, señor Blake? —preguntó Matthew. —No, solo me he sorprendido —dijo con una sonrisa que enervó el corazón de Hope. ¿Cómo podía un hombre que decía amarla mantenerse tan civilizado después de soltar una bomba como aquella? Hope apretó los dientes, creyendo que aquella actuación obligaría a Blake Cameron a marcharse de su casa, sin echarlo con todas sus letras, ¡pero se había equivocado! El hombre parecía demasiado tranquilo para su gusto. ——¿Puedo llamar a tu puerta si necesito algo? —preguntó Blake amablemente. Hope miró a James. —Puedes llamar a mi puerta, si tienes miedo por las noches, también
Reencuentro inesperadoBlake intentó alejarse luego de soltar a Hope sus intenciones de mudarse a su oficina, pero no llegó a dar ni dos pasos cuando fue detenido por la mano de su esposa.—¿Qué es lo que buscas, Blake?—No voy a repetirlo más, Hope, te lo he dicho en más de una ocasión —respondió el hombre sin dejarse amedrentar por la fuerza de la mano de su esposa sobre su brazo.—¡Prometiste no acosarme! —refutó ella.—Y no lo estoy haciendo, dije que iba a protegerte y eso es lo que estoy haciendo. Necesito tenerte y mirarte las veinticuatro horas del día para estar tranquilo. Te prometo que apenas Scott Carter esté tras las rejas, me alejaré de ti y solamente te molestaré para poder convivir con Matthew, con lo de anoche me has dejado claro que no tienes ningún interés en mí como hombre y no quiero insistir, no quiero arruinar tu relación con James. El tipo puede no ser santo de mi devoción, pero tengo que admitir que ha sido un gran hombre contigo y con Matthew —dijo sorprendie
El diablo regresóEl sonido de una bofetada rompió el silencio que se había establecido después de la declaración de Larry Cameron. El hombre giró el rostro por la fuerza del impacto, una línea roja corrió por la comisura de sus labios, tenía el labio partido por el anillo de su madre.——Abofetearme no cambiará el pasado— replicó con un gruñido.—Debí haberte matado antes de permitir que declararas en contra de tu padre —graznó la mujer sin un ápice de culpa o sentimiento.—Deberías haberlo hecho, te faltó muy poco para eso —le recriminó Larry, tratando de no recordar el sinfín de palizas que recibía de sus padres. Antonio y Alicia eran adictos al alcohol y a las drogas. Vivían una vida desenfrenada en la que poco o nada les interesaba la vida de su pequeño y único hijo que les quedaba.Larry había perdido a su hermana por culpa de la negligencia de sus padres. Por el abandono del que eran víctimas, noche tras noche. Entonces Larry no pudo hacer nada, era apenas un niño de cinco años
Cuando un hombre llora—¿Señora? —Nancy se alarmó al ver el rostro pálido de Hope.—Estoy bien —mintió—. Déjame sola, por favor —pidió luego de unos segundos.—Cualquier cosa, solo llámeme.Hope asintió y apenas Nancy dejó la oficina, ella se dejó caer sobre el sillón más cercano.—Scott Carter —susurró.Hope temblaba como si fuese una hoja mecida por el brusco viento. Ella no sabía si era el miedo que le causaba o el enojo de saberse el objetivo de un hombre a quien nunca había ofendido o agredido de ninguna manera posible.Hope recordó aquella primera vez que se conocieron, fue la primera vez que también conoció a Larry.«—Ven, cariño, quiero presentarte a Scott y Larry —dijo con una sonrisa torcida, mientras caminaban entre el mar de cuerpos del club aquella noche.—¿De dónde has sacado esta hermosura? —preguntó uno de los hombres que esperaban en la barra.—Caballeros, les presento a Hope Morgan, mi novia y futura esposa —anunció Blake.Hope se sonrojó, pero respondió el saludo, c
Mariposas Blake sintió la boca de Hope abrirse ligeramente, lo que aprovechó para profundizar el beso y probar de nuevo las mieles de sus labios; el magnate sintió que tocaba el cielo con las manos, los labios de su esposa le sabían a gloria. Fue un beso ardiente, pero efímero.—Hope —dijo él cuando ella lo apartó de su boca.Las mejillas de la mujer se sonrojaron, ella se negó a mirar a Blake y terminó huyendo de la biblioteca dejando a Blake solo y con una sensación de hormigueo por todo su cuerpo.El corazón de Hope Morgan latía tan fuerte que llegó a creer que iba a salirse de su pecho. Hope se encerró en su habitación, recargó el cuerpo sobre la puerta, cerró los ojos y llevó una de sus manos a su boca.Ella gimió al recordar ese corto beso que Blake le había dado, fue…¡Mierda! ¡Mierda!—¡No puedes pensar en ese beso, Hope, no puedes dejarte seducir de nuevo! —susurró y con pies temblorosos caminó hasta su cama, donde se dejó caer sin ceremonia.«Blake», pensó antes de cerrar l
Huele a peligroChelsea permaneció callada ante la confesión de Hope. ¿Qué podía decirle a su amiga? En primer lugar, ella no estaba dentro del corazón y mente de Hope, no sabía en realidad lo que el beso de Blake significaba realmente para ella.—¿No dirás nada? —cuestionó Hope al verla tan callada. Nada usual en Chelsea, la mujer siempre tenía una respuesta para todo.—Caramba, no sé qué decir —admitió. Chelsea tomó la mano de Hope entre las suyas y mirando directamente a sus ojos hizo la pregunta que se prometió no hacer.—¿Aún sigues amándolo?Ahora fue el turno de Hope de guardar silencio, pensando en su mejor respuesta. El problema no radicaba en tener que pensar en la respuesta que le daría a Chelsea, sino en la respuesta que se tenía que dar a sí misma.¿Qué sentía por Blake Cameron? Esa sensación de miles de mariposas en su estómago no era una cosa de nervios y ella lo sabía. Pero tenía miedo de admitir sus sentimientos, Hope tenía terror de aceptar que seguía enamorada de su
¡Voy a matarlo!Hope se miró al espejo, se preparó mentalmente para lo que venía. Tendría a Blake todo el día en su oficina. Estar encerrada con el hombre que le hacía sentir mariposas de nuevo en el vientre no era cosa fácil, sin contar con lo ocurrido en la cena la noche anterior. Lo más probable era que el humor de Blake fuera tan cálido como el Grinch.Hope salió de la habitación y buscó a Matthew en su habitación, sin embargo, lo único que encontró fue una cama pulcramente tendida y ni un solo juguete tirado, la mujer cerró la puerta y bajó al comedor para tomar el desayuno, encontrándose con Blake, Matthew y James sentados en la mesa.—Buenos días —saludó al darse cuenta de que llegaba con retraso.—Buenos días, mami —respondió Matthew primero.—Buenos días —respondieron los hombres al mismo tiempo. Dándose cuenta de que ya estaba haciéndose costumbre.Hope había deseado que Blake se marchara antes a la oficina, pero recordando el motivo principal por el que estaba allí y record
No es lo que parece James se vio sorprendido por la rapidez y brutalidad con la que fue levantado de su sitio y sin tener tiempo a nada, recibió el primer golpe que llegó por parte de Blake.—¿¡Qué demonios!? —medio gritó, medio preguntó.—¡Voy a matarte! —gruñó Blake, levantando su puño en contra de James.—¡No, Blake! —Hope se movió inquieta, mientras los hombres se enfrascaron en una férrea pelea.Los golpes y los gruñidos pronto llamaron la atención de los clientes y de la seguridad del lugar.—¡Cálmate Blake! —gritó James tratando de esquivar un nuevo golpe, pero no tuvo suerte y salió por la puerta que daba al jardín, dónde continuaron con la lucha.—¿Cómo puedes hacerle esto a Hope? —cuestionó dándole otro golpe.—¡Blake! —gritó, mientras James cayó al suelo—. ¡Detente, por favor! —pidió desesperada al ver que su amigo estaba herido.—¡Suéltame! —gritó el hombre.—¡No voy a permitir que engañes a Hope de esta manera! —gritó enfurecido.—¡No es lo que parece! —refutó James a