Soy un idiota «Un hombre fértil» …«Un hombre fértil» …Aquellas palabras se repitieron como un mantra en la cabeza de Blake Cameron, el hombre no supo cómo salió de la clínica. En ese momento no sentía siquiera las piernas, o alguna parte de su cuerpo.—¿Blake? —llamó Diego al verlo pálido y tembloroso.—Soy un idiota —murmuró.Blake ni siquiera se molestó en girar la cabeza para mirar a Diego, lo único que deseaba era volver a la ciudad de Los Ángeles y buscar a Hope.¡A Hope y Matthew!—Te llevaré al hotel —dijo Diego.El hombre ni siquiera respondió, el trayecto al hotel fue en un profundo silencio, Diego podía imaginar cuál había sido el resultado de los exámenes, pero no se atrevió a preguntar. Solamente sabía que no le gustaría estar en ese momento en los zapatos del magnate norteamericano.El tipo parecía un verdadero zombi, su semblante parecía palidecer más y más con el paso de los minutos, Diego llegó a pensar que iba a desmayarse en cualquier minuto, sin embargo, no fue
Tú no sabes lo que es el amor Larry esperó en el hangar privado de la familia Cameron a que el avión que traía a Blake desde Barcelona aterrizara. Se había sorprendido mucho cuando su primo le había llamado y pedido que viniera por él, en un principio pensó que la razón era la foto que le había enviado de Hope, pero ahora que lo veía bajar por las escaleras, dudaba mucho que ese fuera el motivo.A Blake no le podría afectar tanto mirar aquella foto a menos que…¡Demonios, lo sabe!, pensó.Y el rostro de Blake estaba pálido y demacrado, bajo sus ojos se notaba unas ojeras muy pronunciadas, algo que le asustó, en todos sus años juntos, él jamás se había mostrado tan abatido y destruido como en ese momento.—¿Blake? —llamó.—No preguntes nada y llévame a casa, necesito algo fuerte —pidió.—Te ves fatal —dijo sin poder evitarlo.—Me siento peor de lo que me veo, Larry —confesó abriendo sus ojos.—¿Tu madre? —preguntó de repente, creyendo que el caso de Tessa no tendría arreglo.—Hope, Ho
Mi corazón ya no es tuyo «No quiero seguir siendo tu esposa» Blake miró a Hope, esperando que esto no fuera más que una mala broma, porque él no quería el divorcio, no podía aceptarlo. ¡Él no necesitaba un divorcio! —Hope… —trató de hablar. —No tiene ningún sentido ser tu esposa, cuando llevamos más de seis años separados, más años de lo que estuvimos juntos. No tiene caso que seas mi esposo con tanta infidelidad de por medio. Vamos a divorciarnos y cada uno de nosotros tomará el rumbo de su vida. —No podemos divorciarnos —dijo, meciéndose el cabello con frustración, Blake se paseó intranquilo delante de Hope, mientras ella continuaba tranquila y firme en su decisión. —Si lo que te preocupa es perder la mitad de tu fortuna, relájate. No quiero tu dinero, no quiero nada que me recuerde que estuve casada contigo —espetó, pasando de él para sentarse en su silla detrás del escritorio con una tranquilidad que no sentía. —Hope —dijo, colocando las manos sobre el escritorio de la muje
Quiero reconquistarla—El tío James, es mi papá…Hope sonrió para su hijo, aunque su corazón dentro de su pecho se estrujó. Ella nunca había engañado a Matthew, su hijo no creció pensando que James era su padre, siempre le enseñó a llamarlo tío, cómo a Chelsea. Pero no podía decirle que no lo viera como un padre, cuando era la única figura paterna que él conocía. Fue James el primer hombre quien lo cargo luego de nacer, fue James el hombre que le ayudó por las noches cuando Matthew despertaba llorando, fue él quien lo llevó a su primer partido de fútbol con dos años y con tres le enseñó a patear su primer balón. ¿Cómo decirle a un niño que su tío no es su padre, por el simple hecho de compartir lazos de sangre?Hope había aprendido a golpes, que la sangre no te hace familia y que sus lazos no son irrompibles, Blake la dejó a su suerte y su padre le dio a elegir entre su nombre y la vida de su hijo.¡No!Si alguien se ha estado ganando el derecho a ser llamado padre, ese no otro que J
El beneficio de la dudaA la mañana siguiente Hope entró como un vendaval a las oficinas de la productora de Blake Cameron.—Buenos días, ¿puedo ayudarle en algo? —preguntó la secretaria al verla entrar, sin embargo, Hope no se molestó en detenerse o responder el saludo de la mujer, atravesó la estancia y se dirigió a la oficina de Blake.»—Espere, no puede entrar de esa manera. ¡Deténgase o llamaré a seguridad! —gritó la mujer detrás de Hope, deteniéndose abruptamente cuando abrió la puerta de par en par.El corazón de Blake latió alocado dentro de su pecho al ver a Hope de nuevo en sus oficinas, había pasado tanto tiempo de…—Lo siento, señor Cameron, no pude evitar que entrara hasta aquí. Llamaré inmediatamente a seguridad para que la boten —pronunció la mujer con tono severo, mirando a Hope con cierto desprecio y arrogancia.—No llames a nadie, la señora es mi esposa —murmuró olvidando la presencia de Scott, quien se fijó en Hope y Larry, a quién no le pasó desapercibida la manera
¿Compañeros de trabajo?Horas atrás.Blake levantó la mirada al escuchar la puerta de su oficina abrirse, por un momento quiso imaginarse a Hope volviendo para decirle que aceptaba dejarle ver a Matthew, pero sus esperanzas se fueron al diablo al ver a Larry parado delante de él con los brazos cruzados.—¿Qué? —preguntó al verlo serio y con el ceño fruncido.—¿Qué fue lo que le hiciste esta vez? —cuestionó.—¿A quién?—A Hope, la acompañé al estacionamiento, no se veía nada bien —le anunció.—¿Qué? ¿Dónde está? —preguntó con premura, levantándose de su asiento.—Se ha marchado. ¿Qué pasó entre ustedes?Blake volvió a su asiento y le contó sobre la sospecha de Hope sobre él.—¿Sabotear H&B?—Sí.—No tiene sentido, el único que salió beneficiado en ese negocio fue Daniel Morgan. Tú ni siquiera has cobrado las ganancias que te corresponde de la compañía —dijo Larry.—Supongo que Hope no se ha fijado en ese detalle.—No puedes culparla del todo, te has comportado muy mal con ella —le reco
Carnada Larry no era adicto al alcohol, es más, disfrutaba poco de aquel líquido ambarino y solo aceptaba beber por mera cortesía a los desconocidos y obligado cuando era Blake quien se lo ofrecía. Pero en esa ocasión se bebió el contenido de vaso en un solo trago. —¿Cómo que serás la carnada? —preguntó girándose para ver a Blake acomodarse la corbata frente al espejo. —Lo que escuchaste. Hope y su amigo… —Él dijo que era su novio —le recordó Larry. —Su AMIGO —pronunció Blake haciendo énfasis en la segunda palabra—. Sospechan que ha sido el gerente financiero el causante de todo esto —añadió. —Tiene bastante sentido, es el único que tiene acceso a todo al área financiera, se encarga de velar por la liquidez de la compañía y pudo hacer las cosas sin que Daniel se diera cuenta. —Es lo que Hope sospecha. —¿Ya no sospecha de ti? —preguntó con asombro. Blake se encogió de hombros. —Probablemente, sospechara de mí hasta que le demuestre que no tengo nada que ver con lo ocurrido y
El pez por la boca muere Blake miró a Randy Howard, el hombre le estaba dando muchas vueltas al asunto, sin contar que desde un inicio noto lo acomodado que era. El tipo pidió una botella del más caro y fino licor de la casa y le entregó la cuenta para que la pagara, con eso ya podía adivinar fácilmente que no era un tipo de fiar. —Entonces, ¿piensa tenerme aquí toda la noche, señor Howard? —preguntó Blake con tono aburrido. —Lamento entretenerlo más de lo debido, pero necesitaba que no hubiera pájaros en el alambre —murmuró sentándose frente a frente con Blake. —No tengo idea a lo que se refiera, Howard. Soy un hombre ocupado y cada minuto que estoy con usted es DINERO perdido —dijo remarcando a propósito la penúltima palabra. —Claro, claro, el dinero es la clave de todo esto —dijo con regocijo—. Es el motivo por el que estamos aquí. Sé de buenas fuentes que su relación con Hope Morgan está rota al punto de llegar a convertirse en dos enemigos —añadió. —¿Enemigos? —cuestionó Bla