Celos«Mucho gusto, Alana, soy Clara. La exnovia de Matthew»«La exnovia de Matthew»Alana sintió de nuevo arder la llama de los celos en su interior, sobre todo, porque Clara-mente, la mujer miraba a su marido como si fuera un filete que podía degustar en cualquier momento y lo peor ¡Matthew le sonreía con complicidad! ¿Es qué no le importaba que ella estuviera presente? ¿O su esposo se había olvidado de ella?—Nunca pensé que te casarías tan pronto —dijo Clara llamando la atención de Alana.—El amor llega cuando menos lo esperas. Eres la prueba de ello —dijo Matthew con una sonrisa amable que hirió el corazón de Alana de manera mortal.—Sentí mucha pena contigo, no fue mi intención enamorarme de otra persona —comentó.Alana abrió la boca como un pez fuera del agua. ¿Cómo que Clara había dejado a Matthew por otro hombre? Y lo más curioso ¿Por qué Matthew le sonreía como si no le hubiese dolido ser cambiado por otro?—No te preocupes, tampoco es que me estaba muriendo de amor por ti —
Volviendo a casaAntes, solo minutos, segundos antes, Matthew había deseado con el corazón tener una niña que fuera igual de guapa que Alana, pero con un pretendiente en puerta, era mejor que no. Él no estaba para empezar a sufrir por celos y no quería pensar en la reacción que tendría Blake, su padre seguramente espantaría a todo personaje que intentara acercarse a su primera nieta y él no se quedaría atrás.Mientras Matthew tenía una lucha interna sobre el futuro de su bebé, Clara, Alana, Vicent y Simón parecían divertirse un poco a sus costillas.—Por favor, pasemos a la mesa —pidió Clara luego de unos minutos.Matthew tomó la cintura de Alana y caminaron juntos, la ayudó a sentarse, mientras Simón hacía lo mismo con Clara y el pequeño Vicent.El desayuno fue ameno, Clara y Matthew se pusieron al día de sus vidas, mientras Simón y Alana escuchaban y respondían a algunas preguntas de Vicent, quien parecía muy emocionado por tener visitas.Por otro lado, muy lejos de Francia, Daphne
Cita médicaHope y Dakota se pusieron manos a la obra y se ocuparon de tener la cena lista a la hora prevista.—Debemos darnos prisa e ir a vestirnos para recibir a nuestros invitados —dijo Hope desatando el delantal de su cintura.—Has invitado a un ejército, cuando me dijiste lo de la cena de bienvenida no me dijiste que vendría media ciudad —bromeó Dakota imitando las acciones de Hope para salir de la cocina juntas.—Eres una exagerada, únicamente será mi familia y los amigos de Matthew, no habrá nadie más —aseguró Hope.Por supuesto que su familia incluía a James y su familia, Larry y familia, Tessa y Morgana, quién recién había regresado de uno de sus tantos viajes, y los amigos de Matthew. Nash y Cody no podían dejar de asistir.—No sé si es una suerte que Alana no tenga familia por nuestro lado o de lo contrario habría cien personas en una pequeña fiesta —alegó.Hope sonrió.—Fue tu idea que cocináramos, por mí habría contratado el servicio de Catering —refutó Hope.Dakota negó
Pequeño francés atrevido «Si es niña, será mi novia»Matthew dio un pequeño brinco al sentir la mano de Alana acariciar su mentón.—¿Qué es lo que te atormenta? —preguntó ella viéndolo a los ojos.Matthew tragó y negó.—No me hagas caso —dijo él, negándose a aceptar que estaba pensando en su hija, en el futuro y en Vicent, el pequeño francés atrevido que se había ofrecido a ser el novio de su princesa.Sin embargo, Alana tuvo una extraña e inquietante duda y se lo hizo saber.—¿Es porque deseabas un niño? —preguntó con voz ahogada, pensando que el sexo del bebé si era importante para él.Quizá Matthew deseaba un niño con quien compartir su pasión por el fútbol o cosas que solo podían hacer los chicos.—¿Qué?—Quizá estés decepcionado de que nuestra bebé sea…—Ni lo digas, Alana, ¡no te atrevas a decir lo que estás pensando porque estás totalmente equivocada! —exclamó Matthew elevando la voz, llamando la atención de los presentes.—¿Qué esperas que piense? —le cuestionó ella en tono b
¡Está llegando! «¡¡¡Nash!!!»Nash sintió que el alma se le salía del cuerpo y el grito que salió de su garganta fue desgarrador, tal como el dolor que le recorrió desde los dedos del pie hasta la rodilla. El dolor fue tan intenso que lo dejó en shock por un largo momento hasta que Cody y Matthew se acercaron a él y lo tomaron de la mano sin moverlo ni un solo centímetro.—Nash…El futbolista cerró los ojos, no tenía que ser médico para saber que su lesión era grave, quizá más de lo que podía llegar a imaginar, su mano se estiró y tomó su rodilla.—No te muevas, Nash —pidió Cody y por la tensión en su voz, supo que llevaba la razón.Matthew y Cody se alejaron de él, apenas el cuerpo médico del equipo entró a la cancha y dejaron la camilla sobre el césped para colocarlo sobre ella.—Lo llevaremos de emergencia al hospital —indicó el médico principal del equipo.Nash negó, el dolor estaba partiéndolo en dos, aun así, se forzó a hablar.—Déjame escuchar el silbatazo final —pidió.—Nash
Bienvenida seas Gala Cameron«¡Nuestra Gala está llegando!»Matthew se quedó de una pieza al escuchar las palabras de su esposa, estaba petrificado mientras Alana sostenía su vientre con las manos.—¡Matthew! —gritó al ver que no se movía de su sitio.—¿Gala? —preguntó aturdido—. ¿Nuestra Gala? —repitió.Alana apretó los labios en una fina línea. Ella adoraba, amaba cuando Matthew se ponía divertido, pero en aquel momento y en esas circunstancias todo era distinto. El dolor que nació en su bajo vientre y que corrió por su columna vertebral, le hizo gritar.—¡Sí, es nuestra Gala! —gritó—. ¡Por Dios, Matt date prisa! —exclamó ante la pasividad del futbolista.Mientras detrás de Matthew, Ava estaba en las mismas condiciones que su primo, el cuerpo le tembló con violencia cuando de los labios de Alana salió otro grito desgarrador.—Esto es una experiencia muy anticonceptiva —susurró la joven con un tono de voz temeroso.—¡Muévanse o prepárense para atender el parto aquí mismo! —gritó Alan
Un ángel«—¡¿Dónde está Connor Jackson?! —el grito y el golpe que cayó sobre la espalda de Isaac le hizo gritar con desesperación mientras se preguntaba ¿Cuánto más iba a sufrir por lo mismo? ¿Cuánto dolor su cuerpo podía soportar? ¿Cuántos meses habían pasado entre la vida y la muerte?Isaac no tenía idea, había perdido la cuenta luego de dos meses, cuando había caído gravemente herido y no supo cuánto tiempo pasó en aquel estado. Los rusos lo habían golpeado, humillado, torturado de tantas maneras que él ni siquiera podía contar. Un nuevo golpe entre sus costillas le hizo responder de la misma manera que lo había hecho todo ese tiempo:—¡Está muerto! ¡Está muerto!—Han pasado tantos meses y él sigue sosteniendo que Connor murió —dijo uno de los atacantes mientras Isaac luchaba por respirar, el golpe le había hecho expulsar todo el aire que retenía en sus pulmones.—¡Hemos perdido el tiempo! —gritó otro con enfado.Isaac moría por decirles “se los dije”, pero decidió guardar silencio
Tres días después.Alana y la pequeña Gala fueron dadas de alta por la doctora a cargo. La familia no fue a recogerla, por lo menos no toda la familia, Dakota estando a pocas semanas de dar a luz la llamó por la mañana para disculparse por no llegar al hospital ese día, que la esperaba en casa junto a su padre.—¿Mis princesas están listas para volver a casa? —preguntó Matthew entrando a la habitación donde Alana esperaba con Gala en brazos.—Más que listas, ¿vienes solo? —respondió Alana con otra pregunta.Matthew negó.—Ava y mi madre están en la sala de espera, también vino Cody —dijo.Alana asintió.—Es una pena que no podamos compartir esta felicidad con Daphne, ni siquiera sabemos en qué país está —dijo, sabiendo que, aunque Matthew no dijera nada, la echaba de menos.—Lo más importante es que ella esté bien, aunque esté lejos.—Ojalá pronto podamos volver a vernos —susurró Alana.Matthew le dejó un beso sobre la frente y otro sobre la pequeña frente de su hija.—Espero lo mismo