Capítulo 45.

Narrador omnisciente.

Dos días después.

Ares no era ningún tonto y sabía que su luna había regresado o bueno la impaciencia de su lobo que días a tras se había mostrado muy calmado, pero el día que Ares sintió esa energía descomunal su lobo se removió en su interior deseaba de salir, pero aun así no tomaba el control de su cuerpo.

—Los escudos protegerán a la población mientras luchamos contra ellos en el claro del bosque. — le dijo uno de los seres más antiguos de más específico un centauro.

—Las demás manadas estarán a salvo, pero solo para prevenir hemos enviado a unas hadas con brujas para que estos escudos y así estos no tomen la ausencia de los alfas a su favor. —dijo Ares.

Todos asintieron nadie iba a luchar si