Alaia Están terminando de peinarme para la cena y descanso al saber que esto no sucede muy seguido porque prefiero estar en casa con mi familia en lugar de estas reuniones sociales obligatorias. Retiro la fina bata de seda de mi cuerpo y me pongo el hermoso vestido largo en color negro de espalda descubierta y tiras de cristales blancos, la tela tiene una caída hermosa y se adhiere a mis curvas perfectamente, Ash y yo salimos de compras ayer para buscarlo; mi cabello está peinando en ondas y los zapatos altos en el mismo color del vestido. Reviso mi aspecto en el espejo una vez estoy lista. —Preciosa —dice Ash sosteniendo a Noah, están listos para bajar a cenar. —Mami linda —Noah sonríe y me derrite. —Y tú eres un niño muy guapo —me acerco para darle muchos besos. Salimos de la habitación para bajar y despedirme de todos. —¿Dónde está mi padre? —cuestiono al no verlo en la mesa junto a todos los demas. —Tenía una cena también —Explica Elise y es evidente el disgusto de mi madr
Nick—¿Sabías que Alaia y Cedric tienen dos hijos? —pregunta Bárbara, apenas entramos a la casa. Puedo sentir que me sigue cuando voy directamente al bar para servirme un trago y camino hasta el jardín para tener una vista a la ciudad, respiro controlando la ira que me está consumiendo. Cedric solo aumentó mis ganas de molerlo a golpes, mientras que cada día me pesa más el odio en la mirada de Alaia.—Lo supe hace poco —respondo cuando siento que llega a mi lado.—¿Qué edad tienen? —pregunta Barbie seria, algo muy poco común en ella, así que me veo obligado a levantar una ceja en su dirección.—¿Por qué ese interés repentino en la edad de los niños? —cuestiono moviendo mi cabeza para liberar la tensión de mi cuello, ella se aclara la garganta antes de responder.—Bueno, han pasado dos años desde su separación, ellos debieron estar juntos muy poco después de que tú le pediste el divorcio, es evidente Nico — afirma y entiendo lo que quiere sugerir con sus palabras —. Pero que podíamos e
AlaiaEntramos a la casa, ahora se respira tranquilidad, contrario a cuando estábamos en el hospital esperando a que nos permitan llevarnos a mi niña.Cedric va con los niños, Ash y Loli van a pedir que nos preparen algo de comer, ya que ellas, mi madre y yo comimos algo ligero mientras estábamos en la clínica.Subo a mi habitación con Alana dormida en mis brazos, nos ha asustado mucho hoy, cuando me fui esta mañana, mis hijos aún estaban dormidos, Alana despertó con fiebre, momento en que mi madre escribió para decírmelo, esperé a que llamen al pediatra, pero la niña comenzó a vomitar, Ash me llamó inmediatamente diciendo que irían a la clínica y salí para allá apenas corté la llamada, necesitaba ver a mi chiquita.La cubro con su manta favorita de elefante y me acomodo a su lado cuando me he puesto ropa cómoda.—Ali —mi madre susurra entrando al cuarto.—Pasa —digo moviéndome despacio para verla.—Se ve mucho mejor —sonríe mirando a mi hija, quien ha recuperado el rosa de sus mejill
Nick Observo al niño en silencio sintiendo como mi sangre recorre rápidamente mi cuerpo y puedo sentir los latidos de mi corazón golpeando mi caja torácica. El pequeño me observa y frunce el ceño, es una imagen idéntica a la que veo en el espejo cada mañana, sus ojos, su cabello, su pequeña nariz, es verme a mí mismo siendo pequeño. —Gracias —dice la mujer y toma la gorra de mis manos, ella no me fija, solo le pone la gorra al niño mientras ambos nos miramos en silencio. —Vamos, cariñito —toma la mano del niño y va con él, me pongo de pie y sigo con la mirada el camino que toman y muevo mis piernas para seguir sus pasos. —Nick, ya está, van a abrir antes para nosotros —Will llega y me abraza por los hombros. —No, ven conmigo —me muevo con rapidez. —¿Qué? —habla y continúo caminando hacia donde van la mujer y el niño. —¿Ahora qué sucede? ¿A dónde nos dirigimos? —dice a mi espalda. La mujer entra a un restaurante y observo a través de la ventana, para ver el lugar al que se diri
NickMi mente se queda en blanco por un segundo y después comienzo a recordar lo sucedido hace dos años, cuando Killian se dio cuenta de mi matrimonio con Alaia y me ofreció el trato, y eso no fue suficiente para él, el muy maldito se enteró de alguna forma de su embarazo y quiso deshacerse de mis hijos.—Jamás haría algo como eso —digo seguro, Alaia muestra un gesto de extrañeza, pero se recompone.—Me es imposible creerte, tu abuelo recibió una llamada en ese momento, eras tú, mencionaste un problema que requería solución —dice y sigo confuso—, ya que parece que lo has olvidado, voy a recordártelo —Inhala y se acomoda en otra posición —, fue el día de tu boda, esa si debes recordarla, una fecha importante —me mira a los ojos y camina para servirse un vaso con agua—, Killian llegó a mi casa junto a dos hombres para “persuadirme” de abortar, dijo que mi embarazo era un problema para ustedes, y me habló de su acuerdo, un acuerdo que te permitiría recibir los millones de tu familia a ca
Alaia. Acabamos de cenar y me encuentro en la sala con las chicas y los niños, Noah está en mis piernas y Alana en las de Ashley. —Ato —dice Noah mostrándome el cochecito de colores que sostiene en sus manos. —Si mi amor, es un auto —peino sus cabellos y sus ojitos tan idénticos a los de él, me sonríen. —Exigió ver a los niños, niega haber enviado a su abuelo para pedirme que aborte, dice que nunca supo que estaba embarazada —exhalo y niego con la cabeza. —Que fuerteeee —dice Ash haciendole cosquillas a mi niña. Mi madre y Elise permanecen en silencio se miran la una a la otra y se ve que están conteniendo cualquier cosa que pasa por sus mentes. —Ustedes dos. ¿qué tienen en sus cabecitas? —las miro con sospecha. —Bueno cariño, no te voy a negar que escuchamos la conversación con Nick, no nos mates —dice mi madre y ruedo los ojos, tenian que hacerlo y noto que Ash se hace la desentendida —. Y me dirás lo que quieras, pero parecía que de verdad, ese hombre no tenía idea de tu em
Nick —Tengo dos hijos, acabo de enterarme —digo despues de un suspiro y la mujer lleva las manos a su boca. Le cuento lo sucedido, sin dar los detalles significativos. —Es comprensible que se niegue a que vea sus hijos —dice la mujer —, y que le haya pedido que demuestre que realmente le importan, la decisión del abogado es algo drástica a mi parecer —déspues de exhalar. —No podre acercarme a ellos, si no puedo verlos —declaro y miro los árboles —, son dos años… he perdido dos años, contando los meses en que los niños crecíeron en el vientre de Alaia, no soy tan paciente, es demasiado tiempo —expreso y ella asiente. —Puedo llegar a comprender no se como podria sentirme estando en sus zapatos, por ahora podría acercarse a ellos de otra forma —explica y me vuelvo a verla con interés—, puede demostrarle a la madre que los niños le importan enviándoles algo especial —levanto una ceja en su dirección. —Un regalo de algo que les guste —frunzo el ceño, no tengo idea de que es lo que les
Alaia“Alaia, el señor Darius, está aquí y ha pedido verte” Habla Ignacio por el intercomunicador.Dejo de prestar atención a mi laptop y frunzo el ceño, mi padre es quien me comunica todo lo que tiene que ver con Darius.—Que pase —vuelvo a ver el documento en la pantalla.—Buenos días —saluda una vez entra.—Buenos días —respondo girando la silla en dirección a la puerta —. En que puedo ayudarle —digo sintiéndome curiosa.—No me iré con rodeos, Alaia, como sabes, he visto a los niños varias veces desde que llegué a Los Ángeles —menciona acercándose a donde estoy.Asiento a sus palabras.—Quiero que me permitas visitarlos en casa —menciona y su petición me toma por sorpresa —, siento que es mejor verlos en un ambiente familiar, como lo hice mientras estaban en España —parece que hacer esta petición significa un golpe para su ego, lo digo por su actitud.Y aunque nuestra relación siga siendo lejana, debo admitir que no se ha negado a nada de lo que corresponde a mí, a mis decisiones e