AlaiaEntramos a la casa, ahora se respira tranquilidad, contrario a cuando estábamos en el hospital esperando a que nos permitan llevarnos a mi niña.Cedric va con los niños, Ash y Loli van a pedir que nos preparen algo de comer, ya que ellas, mi madre y yo comimos algo ligero mientras estábamos en la clínica.Subo a mi habitación con Alana dormida en mis brazos, nos ha asustado mucho hoy, cuando me fui esta mañana, mis hijos aún estaban dormidos, Alana despertó con fiebre, momento en que mi madre escribió para decírmelo, esperé a que llamen al pediatra, pero la niña comenzó a vomitar, Ash me llamó inmediatamente diciendo que irían a la clínica y salí para allá apenas corté la llamada, necesitaba ver a mi chiquita.La cubro con su manta favorita de elefante y me acomodo a su lado cuando me he puesto ropa cómoda.—Ali —mi madre susurra entrando al cuarto.—Pasa —digo moviéndome despacio para verla.—Se ve mucho mejor —sonríe mirando a mi hija, quien ha recuperado el rosa de sus mejill
Nick Observo al niño en silencio sintiendo como mi sangre recorre rápidamente mi cuerpo y puedo sentir los latidos de mi corazón golpeando mi caja torácica. El pequeño me observa y frunce el ceño, es una imagen idéntica a la que veo en el espejo cada mañana, sus ojos, su cabello, su pequeña nariz, es verme a mí mismo siendo pequeño. —Gracias —dice la mujer y toma la gorra de mis manos, ella no me fija, solo le pone la gorra al niño mientras ambos nos miramos en silencio. —Vamos, cariñito —toma la mano del niño y va con él, me pongo de pie y sigo con la mirada el camino que toman y muevo mis piernas para seguir sus pasos. —Nick, ya está, van a abrir antes para nosotros —Will llega y me abraza por los hombros. —No, ven conmigo —me muevo con rapidez. —¿Qué? —habla y continúo caminando hacia donde van la mujer y el niño. —¿Ahora qué sucede? ¿A dónde nos dirigimos? —dice a mi espalda. La mujer entra a un restaurante y observo a través de la ventana, para ver el lugar al que se diri
NickMi mente se queda en blanco por un segundo y después comienzo a recordar lo sucedido hace dos años, cuando Killian se dio cuenta de mi matrimonio con Alaia y me ofreció el trato, y eso no fue suficiente para él, el muy maldito se enteró de alguna forma de su embarazo y quiso deshacerse de mis hijos.—Jamás haría algo como eso —digo seguro, Alaia muestra un gesto de extrañeza, pero se recompone.—Me es imposible creerte, tu abuelo recibió una llamada en ese momento, eras tú, mencionaste un problema que requería solución —dice y sigo confuso—, ya que parece que lo has olvidado, voy a recordártelo —Inhala y se acomoda en otra posición —, fue el día de tu boda, esa si debes recordarla, una fecha importante —me mira a los ojos y camina para servirse un vaso con agua—, Killian llegó a mi casa junto a dos hombres para “persuadirme” de abortar, dijo que mi embarazo era un problema para ustedes, y me habló de su acuerdo, un acuerdo que te permitiría recibir los millones de tu familia a ca
Alaia. Acabamos de cenar y me encuentro en la sala con las chicas y los niños, Noah está en mis piernas y Alana en las de Ashley. —Ato —dice Noah mostrándome el cochecito de colores que sostiene en sus manos. —Si mi amor, es un auto —peino sus cabellos y sus ojitos tan idénticos a los de él, me sonríen. —Exigió ver a los niños, niega haber enviado a su abuelo para pedirme que aborte, dice que nunca supo que estaba embarazada —exhalo y niego con la cabeza. —Que fuerteeee —dice Ash haciendole cosquillas a mi niña. Mi madre y Elise permanecen en silencio se miran la una a la otra y se ve que están conteniendo cualquier cosa que pasa por sus mentes. —Ustedes dos. ¿qué tienen en sus cabecitas? —las miro con sospecha. —Bueno cariño, no te voy a negar que escuchamos la conversación con Nick, no nos mates —dice mi madre y ruedo los ojos, tenian que hacerlo y noto que Ash se hace la desentendida —. Y me dirás lo que quieras, pero parecía que de verdad, ese hombre no tenía idea de tu em
Nick —Tengo dos hijos, acabo de enterarme —digo despues de un suspiro y la mujer lleva las manos a su boca. Le cuento lo sucedido, sin dar los detalles significativos. —Es comprensible que se niegue a que vea sus hijos —dice la mujer —, y que le haya pedido que demuestre que realmente le importan, la decisión del abogado es algo drástica a mi parecer —déspues de exhalar. —No podre acercarme a ellos, si no puedo verlos —declaro y miro los árboles —, son dos años… he perdido dos años, contando los meses en que los niños crecíeron en el vientre de Alaia, no soy tan paciente, es demasiado tiempo —expreso y ella asiente. —Puedo llegar a comprender no se como podria sentirme estando en sus zapatos, por ahora podría acercarse a ellos de otra forma —explica y me vuelvo a verla con interés—, puede demostrarle a la madre que los niños le importan enviándoles algo especial —levanto una ceja en su dirección. —Un regalo de algo que les guste —frunzo el ceño, no tengo idea de que es lo que les
Alaia“Alaia, el señor Darius, está aquí y ha pedido verte” Habla Ignacio por el intercomunicador.Dejo de prestar atención a mi laptop y frunzo el ceño, mi padre es quien me comunica todo lo que tiene que ver con Darius.—Que pase —vuelvo a ver el documento en la pantalla.—Buenos días —saluda una vez entra.—Buenos días —respondo girando la silla en dirección a la puerta —. En que puedo ayudarle —digo sintiéndome curiosa.—No me iré con rodeos, Alaia, como sabes, he visto a los niños varias veces desde que llegué a Los Ángeles —menciona acercándose a donde estoy.Asiento a sus palabras.—Quiero que me permitas visitarlos en casa —menciona y su petición me toma por sorpresa —, siento que es mejor verlos en un ambiente familiar, como lo hice mientras estaban en España —parece que hacer esta petición significa un golpe para su ego, lo digo por su actitud.Y aunque nuestra relación siga siendo lejana, debo admitir que no se ha negado a nada de lo que corresponde a mí, a mis decisiones e
Alaia—Te das cuenta de que tendrás que verlo más seguido —dice Ash y lo sabía, esa era una de las razones por la cual no quería que él supiera de ellos, porque, aunque me negara, existía una mínima posibilidad de que esto suceda y tener que aceptar su presencia en la vida de mis hijos. Resoplo; yo solo quería cumplir con el contrato y regresar a España para olvidarme de Nick Garnett y su familia.—Lo sé —exhalo y busco un vaso con agua, sentí que era mejor darle ese momento a Nick, si yo entraba al cuarto, mis bebés, centrarían su atención en mí —, debo asumir lo que suceda de ahora en adelante; si es que Nick, decide quedarse. Los niños significan una gran responsabilidad, Nick debe probarse a sí mismo y a mí que podrá ser el padre que mis hijos merecen —digo rendida, los oculte por estos meses, intente evitar que se acerque a ellos, pero es algo más fuerte que yo, es la sangre, al parecer.—Entonces tenía razón, él es padre de mis sobrinos —dice Aidan con seriedad, mi prima y yo lo
Nick Entro a casa en silencio, no quiero alertar a las chicas que trabajan para nosotros, seguro intentaran servirme la cena y quiero estar solo, deshago el nudo de mi corbata y me siento pesadamente en el mueble, acomodo mi cabeza en el espaldar del mismo y cierro los ojos, mi mente trae las imágenes de mis hijos y una calidez invade mi pecho, al tiempo que una sonrisa se dibuja en mis labios, no imagino como vivió Alana este año seis meses mirando a Noah, la pequeña versión de su padre; mis hijos son perfectos, son las personitas más hermosas que haya visto. Despeino mi cabello, me queda un largo camino por recorrer con ellos y su madre, Alaia merece saber la verdad, después de todo lo que paso, tuvo que vivir sola su embarazo y no me refiero a su familia, me refiero a mí, yo debí estar a su lado a cada segundo, cuidando de ellos, mirando a mis hijos crecer en su vientre, verlos nacer compartir esos momentos con ella, bufo al recordar que Cedric fue quien ocupo mi lugar y que ha sa