Al día siguiente…

Lucian vino a mi casa, con una caja de herramientas que yo ni sabía que tenía, al parecer era verdad que tuvo varios empleos de medio tiempo, eso le hizo aprender varias cosas, apenas cabía en mi baño, mientras ponía el foco y arreglaba la cortina.

-por favor siéntate, deberías estar descansando –

-pero yo me siento bien – me queje

-tu frente no dice lo mismo – me respondió – así que descansa –

Y siguió reparando cosas, aquí y allá, después del baño, yo solo lo veía, era imposible no ver un hombre de su tamaño en lugar tan pequeño.

-necesito hacer la compra ya vuelo –

-espera… ¿tu sola? –

-siempre lo hago sola, necesito comprar lo que voy a comer en la semana –

-¿puedo ir contigo? –

-llamas demasiado la atención, después de el documental eres mucho más conocido –

-¿y si cubro mi cabeza? Tengo unos lentes y una gorra, hace mucho que no voy a un mercadillo –

-está bien, pero yo no me hago responsable, si alguien te reconoce, saldré corriendo, y te dejare solo –

-no me