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11. no puedo mantenerme lejos de ti

Era incomodo, todo era muy incomodo, yo no supe cómo reaccionar a la pregunta de Lucian, y casi salí corriendo a meterme al gimnasio, el entro minutos después se veía algo decaído, yo no quise rechazarlo, pero esto era nuevo para mí, me latía el corazón a mil por hora, para no verlo me tuve que encerrar en mi pequeña oficina, pues yo no estaba segura de lo que sentía por él, sobretodo no sabía si yo era la mejor opción para él, puesto que era algunos años mayor y era divorciada, el no parecía tener tanta experiencia con las mujeres, no quería que la gente dijera que me estaba aprovehando.

Los siguientes días eran más o menos igual, así que era un poco difícil ir a trabajar, y pasar todo el dia cerca suyo, después de un largo día, llegue a darme un baño, el foco llevaba días amenazando apagarse en cualquier momento, parpadeaba mucho, y justo cuando me lavaba el cabello,  se apago, volvió a prenderse, y después se apago en definitiva, dejándome en la oscuridad,  cerré las llaves del agua, luego de enjuagar mi cabello, tenía mi viejo celular sobre la tapa del baño, lo había dejado ahí, por si eso pasaba, pero mientras trataba de agarrarlo, me sostuve de la cortina y esta se rompió, me resbale y termine en el piso, alcanzando a golpear mi cabeza con el borde la taza de baño, y perdí el conocimiento.

...

Desperté no se cuanto tiempo después estaba bastante desorientada, y me dolía la cabeza, me tomo algo de tiempo recordar donde estaba, mi cuerpo estaba helado, me levante como pude, abrí de nuevo el agua caliente, para entrar en calor, cuando por fin lo hice, busque a tientas la toalla, y después el celular, y por encendí el flash, para ver, y me vi en el espejo, tenía una bola en la frente, y me dolía una costilla, me había golpeado con el borde que se paraba la ducha del resto del baño.

Seguro tendría un moretón ahí, pero estaba acostumbrada, podría vivir con esto, el de la frente sería más difícil de tapar, no serviría el maquillaje, necesitaba algo de hielo, salí del baño y vi que afuera también estaba oscuro, encendí la luz, y me vestí, con cierto esfuerzo, aunque me puse hielo, el dolor no se iba, necesitaba un analgésico, comenzaron a tocar la puerta, así que le levante y fui a abrir.

-¡por Dios! ¿Qué te paso en la frente?– la persona frente a mi puerta era Zoe

-me caí en el baño, se fundió el foco, y me quede a oscuras –

-vamos hay que ir al hospital, podrías tener una contusión, ¿con que te pegaste en la cabeza? –

-con la taza de baño, espera ¿Qué haces aquí? –

-vine a traerte la ropa que te dije, te llame, pero no respondiste, ahora sé porque –

-venga ponte tu abrigo y toma tu bolso –

-no tengo dinero para ir al hospital –

-tienes seguro medico, mujer, al igual que todos en el gimnasio, si vienes conmigo voy a llamar a Basil, es un exagerado, y hará un alboroto –

Sin más opciones, fui con ella, me hicieron muchas preguntas, no parecían creerme muy bien que fue un accidente –mire soy una mujer divorciada, ya pase por eso, no volvería a proteger a nadie que me haga daño, vivo sola, me caí en el baño, se lo e dicho muchas veces –

-está bien señora, tranquila, le vamos a hacer una tomografía, para descartar una contusión, o hemorragia interna, venga con nosotros –

Cuando volví con Zoe, ella ya no estaba sola, no solo Basil estaba con ella, el chico tras la gorra y la capucha, era Lucian -¿Qué hacen ellos aquí? –

-lo siento, Basil, me llamo y tuve que decirle, no sabía que estaba con Lucian, le dije que estaba en el hospital, y creyó que la herida era yo, y entro en pánico –

-¿pueden dejarnos un momento? – el pedido de Lucian los sorprendió, pero Zoe tomo a su novio, y se salió

-¿de verdad estas bien? – me pregunto en voz baja

-ya dijo el doctor que solo fue el golpe, ¿Qué haces aquí? –

-me preocupe, ¿está mal que me preocupe por ti? me estas evitando desde ese día, ¿hice algo malo? –

-no, el problema fui yo, no supe como reaccionar, me tomo por sorpresa tu pregunta –

El doctor entro y Lucian se puso firme -¿de verdad está bien? Ese golpe se ve realmente  mal –

-está bien, solo tiene que vigilar a su novia bien, esta noche, mientras no presente vomito, nauseas, o algún otro síntoma, si eso pasa la trae de inmediato, además hay que revisarla cada hora mientras duerme – el solo siguió asintió, y se salió con el afirmar el alta

-yo no soy su novia – lo dije en voz alta, pero ninguno de los dos escucho mi respuesta

El insistió en llevarme, y ni Zoe, ni su novio, se negaron -¿Por qué no le aclaraste al doctor que  no soy tu novia? -

 -a mi no me molesta – me respondió

-¿A dónde vamos? Mi casa está del otro lado

 -ya escuchaste al doctor, tengo que vigilarte esta noche –

-se lo dijo a mi novio, tú no eres mi novio, además no traigo, ni cepillo de dientes, ni pijama ni nada, debo ir a mi casa primero –

De mala gana me llevo, y mientras yo ponía las cosas en mi bolsa, el revisaba el baño, el cual le iba pequeño.

-¿es poca cosa para ti mi casa? – le pregunte

-viví en un lugar así, mucho tiempo, solo recuerdo cosas –

-no te imago en un sitio así –

-ya no podría, por cierto hay que cambiar el foco, y recolocar la cortina, pero será por la mañana no se ve nada, no puedo dejarte aquí esta noche –

Cuando tome mi bolsa me lastime la costilla y él lo noto, así que me quito el bolso y se lo llevo él, si tan solo no fuera tan amable conmigo, yo la tendría más fácil.

Lucian

 Ese moretón en su frente era demasiado grande, por eso no pude dejarla sola, así que aquí estaba, en mi casa otra vez, jugando con mi perro, ella comenzó a bostezar.

-ve a la cama, necesitas descansar –

Ella me miro sin decir nada, se levanto, y se fue, entro a la habitación, salió y después entro al baño, cuando salió yo la esperaba.

-¿estás aun molesta, porque te traje aquí? –

-no estoy molesta contigo, lo estoy conmigo, por haber sido tan torpe, ahora por mí culpa, tú no vas a dormir casi nada hoy –

-no te preocupes por mí, solo vete a la cama –

Se quedo dudando un momento, y después asintió – buenas noches –

-espera, tengo una pregunta –

-dime –

-¿Por qué no me llamaste? Le llamaste a Zoe y no a mí –

-yo no lo llame, ella fue a mi casa, porque tenía algo para mí –

-entonces… ¿no pensabas llamar a nadie? – ella negó con la cabeza

-¿Por qué te niegas a recibir ayuda? –

-porque nunca la tuve, no es la primera vez que me lastimo, siempre pude sola –

-pero ya no estás sola –

-sigo sola, estaba sola cuando me lastime, no hay nadie a quien pueda llamar en estas situaciones –

-¿entonces yo qué? ¿Acaso estoy pintado? estoy aquí Abigail, puedes apoyarte en mi, entonces ¿Por qué no lo haces? –

-Por qué temo que te vayas, tengo miedo de apoyarme en ti, y que después me dejes – Abigail comenzó a llorar, lo dude un poco, pero la abrace  

-no voy a ir a ningún lado, lo prometo – no era una promesa vacía, de verdad no pensaba ir a ningún lado, mientras ella me permitiera estar a su lado.

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