El día que Carter vio por primera vez a Adriana pensó que se trataba de una alucinación, jamás en su vida había visto un rostro tan hermoso lleno de tanta melancolía, ella estaba perdida en sus pensamientos mientras Carter la observaba desde lejos, el otoño había teñido las calles de la ciudad de colores marones y rojizos, el viento soplaba fuerte mientras Adriana caminaba ajena a su presencia y como un demente comenzó a seguirla por la calle. Adriana apenas había dormido esa noche, había trabajado hasta las dos de la mañana en un restaurante lujoso como mesera ya que daban buenas propinas y esa misma mañana había despertado a las seis para su turno como vendedora en una tienda de productos de belleza, había conseguido el empleo recientemente y aunque tenía que estar de pie todo el día, si conseguía cumplir su cuota de ventas le darían una paga decente que la ayudaría a cubrir la renta de su pequeño departamento. Al salir, estaba tan cansada que ni siquiera noto al hombre que la seg
Kenneth tenia la habilidad de hacerla perder los papeles, no importaba cuanto quisiera mantener la cama todas las palabras venenosas que él arrojaba hacia ella siempre la hacia querer hacer todo lo contrario y era justo lo que le pasaba en ese momento, algo dentro de ella le decía que no debía ceder, que irse era darle el poder a los Wertherimer sobre ella y el pasado que los ataba, no quería hacer un escándalo en ese lugar sobre todo por Jared, pero no podía vivir ocultándose de la familia de su padre para siempre. Miro la puerta de salida indecisa si debía rebelarse contra Kenneth una vez más o dar la noche por terminada y arruinar las cosas con Jared porque no había forma de explicarle por qué se había ido del evento cuando acababan de llegar. Lo mejor era fingir que no sabía quiénes eran ellos, aunque era un arma de doble filo no se le ocurrió otra opción, con el estómago revuelto camino de regreso al evento, se preparó para llevar a cabo el papel de chica ingenua y sonrió mientra
Kenneth estaba sentado junto a sus hermanos, ninguno de ellos podía esperar la hora en que pudieran marcharse de esa horrible fiesta, los tres estaban de un humor de los mil demonios luego de ser reprendidos por su madre, quien por suerte había arrastrado a su padre a la pista para demostrarle a todos la feliz pareja que eran los Wertherimer. — ¿Qué diablos planean tú y ese idiota? — Le pregunto Rainen a su hermano mayor mientras asentía en la dirección donde Jared y Adriana estaban en la pista bailando. Kenneth los miro sin expresión alguna en el rostro, pero por dentro su estado de ánimo era muy distinto. Había jodido las cosas con Emma y sabía que no podía ir corriendo tras ella, pero definitivamente tendría que actuar como su fantasía de prometido una vez más para recuperarla. Odiaba tener que comportarse como un idiota enamorado. Pero estaba volviendo a SisWerth internacional y necesitaba la publicidad que ella le generaba, necesitaba a su padre de su lado para que le cediera
Adriana no tenía idea de a donde los estaba llevando Kenneth, pero tampoco se sintió lo suficientemente valiente para preguntarle, por lo que guardo silencio y al final termino quedándose dormida recargada sobre el hombro de él. El chofer estaciono el auto en el sótano privado del edificio, una vez que el motor se apagó Kenneth fue el primero en bajarse y luego rodear el auto para ayudar a Adriana a salir. Ambos subieron por el elevador en completo silencio y una vez que las puertas se abrieron Kenneth desactivo la alarma del ático y se hizo a un lado para que Adriana pasara primero. Era la primera vez que ella entraba en su casa, por lo que se quedó de pie en medio del recibidor mientras miraba todo, notando de inmediato que era más espacioso que el lugar de Jared y que mientras el departamento de su novio estaba decorado con elegancia y tonos cálidos, este lugar era todo negro y blanco, desde la decoración hasta las paredes. Kenneth la tomo de la mano y la condujo hasta la habitaci
Advertencia: Los especiales solo son capítulos extras que no ocurren dentro del tiempo de la novela, no afectan la trama o curso de la historia original. 6 años atrás… Brock Wertherimer tenía la mirada perdida a través de la ventana de cristal del hospital Presbyterian mientras esperaba al personal administrativo, durante algún tiempo había mantenido la distancia entre él y su antigua amante Karlie, ella le había dejado muy claro que no quería saber nada de él luego de la situación entre sus hijos y que él no hiciera nada al respecto para reprender a Kenneth. Para él los actos de Kenneth habían sido una simple broma, un juego que se salió de control y dado lo maduro que era Kenneth, Brock sabía que no era necesario castigarlo más. El día del incidente Kenneth lo había llamado complemente histérico y le había confesado todo, había estado realmente sorprendido al escucharlo llorando a través de la línea, ya que la última vez que lo había visto llorar todavía era un pequeño. No había fo
Habían pasado unos días desde la gala benéfica en los cuales Adriana se había ocultado de Jared tras la excusa de que la gran apertura de la nueva tienda estaba cada vez más cercana, las enormes montañas de trabajo que tenía habían complicado todo y no podía sacarse de la cabeza lo patética que se sentía por actuar de forma tan infantil con un hombre maravilloso que era el único responsable de que finalmente estuviera logrando alcanzar el éxito. Era consciente de que estaba alejando a un hombre increíble porque no podía sacarse de la cabeza las tonterías que le había dicho Kenneth y cada que pensaba en ello solo empeoraba todo y se sentía más confundida que nunca. Kenneth era como una infección que se propagaba y no tenía cura. Así que en vez de afrontar sus sentimientos, se envolvió en metros y metros de tela, encajes, pedrería y dibujo en su tableta hasta terminar la colección en la que había estado trabajando como si su vida dependiera de ello, se aferró a eso porque era su lugar
Jo estaba perdidamente enamorada de Rainen. ¿Y cómo no estarlo? Era un hombre increíblemente apuesto que trabaja para uno de los bufetes de abogados mas importantes de la ciudad, conducia un lujoso auto electrico, vestia trajes de diseñador y usaba una colonia realmente cara que dejaba una estela a su paso, era mas que obvio pensar que estaba forrado de dinero. Apenas habían tenido tres citas, pero Jo no podía sacárselo de la cabeza y mientras más lo conocía más se convencía de que era el hombre de sus sueños. Una noche luego de terminar de ayudar a Adriana a desempacar las cajas en la nueva tienda, volvió a su departamento para tomar un baño y arreglarse para volver a salir con él, Rainen había sido muy misterioso con respecto a lo que iban a hacer en su cita, por lo que Jo no tenía idea de cómo debía vestirse, pero ya que está era la cuarta vez que salian y él parecía genuinamente interesado en ella decidió que era momento de usar su lencería especial. Rainen paso a recogerla en
Adriana estaba sentada en su nueva oficina revisando las cuentas de la tienda, el taller en el segundo piso por fin había sido terminado y las chicas habían reanudado operaciones, con una semana de retraso todos estaban armando los vestidos que tenían que ser entregados la próxima semana, por otro lado Jo estaba enloqueciendo organizando la inauguración oficial que según ella iba a ser la mejor fiesta de todos los tiempos y aunque Adriana había insistido en ayudarla varias veces, Jo se había negado con la excusa de que quería que fuera una sorpresa.La tienda aún no estaba completamente terminada, los empleados de la construcción aún estaban poniendo los espejos en los probadores, instalando iluminación en las estanterías, equipo de sonido y aire acondicionado. El contratista le había asegurado que todo iba a estar terminado a tiempo para la inauguración al final de la semana y así Jo podría decorarlo todo para el gran evento de apertura, la pobre tenía su oficina llena de cosas que h