NarradorEl desconcierto de Ingrid era grande, aunque ella no dejara que se notara a simple vista. Por dentro una cascada de preguntas la atormentaba. No coincidía, nada de lo que estaba ocurriendo.En sus excursiones con los humanos, en la ciudad, logró obtener información y hacer que algunos de los humanos pudieran comprender que lo que pensaban, era real, no lo era. Cuando logró encontrar a las personas dispuestas a creer en la magia lo sintió como un logro. La manipulación de Julius y Carol era tan fuerte que casi nadie lograba darse cuenta de lo que ocurría.El gran reinado se sostenía de la manipulación mental. Las criaturas mágicas no podían ser manipuladas de una manera tan sencilla.Por eso es que Ingrid no podía comprender como Zem no recordaba nada. El misterio era tan grande, una niebla mental cubría a todos los que podían hacerle frente a los dos pálidos. Sara era fuerte al igual que Mark. Ninguno de los dos recordaba nada.—Tienen al poder de destruirnos al alcance de su
Narrador—Estúpidos humanos. —dijo Dariel, haciendo añicos a una de las sillas contra la pared del lugar.—Tú fuiste el idiota. —Julius sulfuraba un enojo inconcebible.Por primera vez en mucho tiempo, no sabía que hacer. El video ya estaba circulando por la red, lo cual quería decir que ya estaba en todo el mundo. Si los humanos creían que era cierto, el plan de su esposa quedaría hecho cenizas.Tenía que pensar en algo ahora mismo. Sus ganas de destruir este lugar hasta los cimientos tuvieron que disminuir.—No puedo desarmar esta casa en cenizas. —dijo, mirando a su alrededor, también quería matar a Dariel, pero se contuvo. —Vámonos ahora.Los pálidos desaparecieron dejando un rio de sangre en la sala. Cada uno de los humanos de ese lugar estaba muerto. La sangre salpicaba las paredes. La escena era terrible. Cuando la policía llegó, encontraron los cadáveres. Las descripciones coincidían a la perfección con lo sucedido en el video.Los agentes de policía y médicos que empezaron a
NarradorLena y Cin estaban dentro de una de las cuevas. Lena trataba de narrarle a su pequeña hija cuentos para distraerla. Cin era una niña lista y suspicaz, al ser criada por brujas no sería fácil abstraerla de todo lo que estaba ocurriendo. Tenía preguntas, muchas preguntas. A las cuales, su madre esquivaba responder.Salieron afuera luego de una hora, la ausencia de Ingrid y de Zem comenzaba a notarse. Les daba cierto temor.En el exterior, respiraron el aire puro del bosque. Eso al menos provocó una pequeña olead de alivio.Los lobos blancos estaban ubicados en un círculo, alrededor de un dibujo sobre la tierra. El dibujo trazado en la tierra mostraba una luna llena. Estaban haciendo un ritual.Lena observó sin decir nada hasta que uno de los lobos se levantó.—No logramos contactar al niño. —dijo el lobo más anciano. —No está resultando lo que veníamos haciendo. Este ritual de meditación conseguía conectarnos con él, con su parte lobo. Pero no ha habido luna llena esta noche, l
Narrador—¿A qué se refiere? —preguntó Zem, apartando a Ingrid de los demás para hablarle en privado.—No comprendo tu pregunta. —dijo ella, en un tono casi coqueto.—Eso que has dicho, lo de las visiones. Y lo que ha dicho el lobo, de la coincidencia. —reprochó, estaba bastante molesto de no comprender casi nada de lo que estaba sucediendo.—Las coincidencias no existen, Zemmiatar. Es algo bonito. ¿No lo crees? —preguntó, otra vez haciendo el mismo tono.Lo hacía poner nervioso. Zem miró al cielo para tratar de concentrarse. Era mucha la información que debía procesar. Por lo que sabía ahora, Julius y Carol se adueñaron del mundo para controlarlo y querían matar a todo lo que representara una amenaza. Había muchos que significaban una amenaza para el gran reinado. Uno de ellos era el mismo. Pero le llamaba la atención los nombres de los demás, Mark, Sara, Hawk. Esos nombres se le hacían familiares. Ingrid le dijo que los conoció en el pasado. No le dijo nada más.Ingrid necesitaba a
Ingrid llegó de la mano con Zem a uno de los centros de reunión de la ciudad. Allí, había dejado muchas cosas que le servirían para su misión. La bruja se quedó a solas.Se desplomó sobre una de las sillas.—Están ocurriendo demasiadas cosas de golpe. —dijo, con los ojos entrecerrados, tratando de asimilar lo que pasó con Zem.Encendió la computadora. En ella, tenía mucha información y algunas conexiones con humanos. Contaba con muchos humanos haciendo diferentes misiones a la vez. Marie y Mariana incluso la conocieron en persona. Ella les otorgaba la información. Les decía todo lo que había que sospechar del gran reinado. Gracias a ella, lograron tener un montón de datos sobre Julius y Carol. No eran muchos los humanos que sospechaban. Pero los que lo hicieron, eran aliados para Ingrid.Se quedó helada.Abrió el correo de su computadora, el correo le pertenecía a Marie. Ella portaba un micrófono todo el tiempo. Uno pequeño, imperceptible.Ingrid reprodujo lo grabado por el micrófono.
SaraNo quería dejarlos entrar en mi hogar. La rabia me hacía tartamudear y no poder hablar con claridad. Estaba harta de insistir. No quería darle eso a mi pequeño y su insistencia me estaba haciendo desconfiar de todo.—Sonia está destituida. —dijo el policía, mirándome como si me hubiera vuelto loca. —Por su agresividad, señora, puedo pensar que está ocultando algo.—Ya dejen de hablarme así. ¡Estoy perfectamente bien! —grité, sin dejar todavía que pasaran.No los dejaría entrar a mi casa para que obligaran a mi niño a tomar las medicinas. Mark estaba dentro, al lado de Hawk. Adren vino a mi lado, estaba mirándome como si estuviera loca también. Todos creían que mi paranoia se salía de control.Iba y venía en la cordura. Me quería aferrar a la idea de que todo lo visto en los videos era irreal. Pero esto, esta insistencia no me daba buena espina. Quería creer que todo eran locuras. Me aferraba a eso. Sin embargo, esto parecía la peor de las conspiraciones.Estaba desconfiando de to
IngridNo fue difícil para mí darme cuenta de que aquello era una puesta en escena de Julius. Los humanos policías estaban siendo manipulados por los pálidos. Los tres pálidos que se mezclaban entre las personas debían tener ordenes de no intervenir.Gritar fue una buena opción para que la manipulación se fragmentara al menos un poco. Necesitaba que se aturdieran para confundirlos.Sara no me reconoció, ni siquiera sospechó que algo extraño estaba pasando. Su cerebro estaba demasiado lavado por la poción que le dieron para borrarle la memoria. Me pregunté que podría ser lo que ocurrió. Necesitaba más detalles.Utilizar a Zem como aliado ya era algo arriesgado. Tener que estar aquí, me ponía en un gran peligro.¿Qué más tenía para perder? Si era sincera conmigo misma, el bosque donde viví alguna vez estaba quemado hasta los cimientos. Los lugares a donde escapaba estaban todos vigilados. Las brujas éramos perseguidas y cazadas. No podríamos zafarnos de vivir huyendo, tal como le sucedi
NarradorEl ritual consistía de mucho silencio. Algo que una bruja no tiene interiorizado. Ni siquiera un lobo normal lo tiene interiorizado. Porque los lobos ancianos eran sabios, pasaban mucho tiempo en silencio, escuchando su voz interior. Era una forma de vivir cuando llegabas a esa vejez, sin pelear tanto ni tener las viejas prácticas de los lobos jóvenes.Los dibujos de la tierra dejaron a Lena confundida. No podía leerlos. Un lenguaje antiguo se dibujaba, con formas geométricas, algunos símbolos que también desconocía.A Lena no le agradaba esa clase de magia. La magia de los lobos ancianos era lenta e imprecisa para ella. Observó con desconfianza desde lejos, porque no tenían permitido estar allí ni ella ni Zem. Solo los involucrados podían estar presentes en aquel ritual.Lena podía ver todo perfectamente, pero no participar.—Es como una meditación. ¿No lo crees? —preguntó Zem, mirando con atención como los lobos estaban en silencio.Cin estaba en el centro, junto al dibujo