DANIEL

Querida Elizabeth, hoy, navegando por ahí, (bueno, admito que no fue casualidad encontrar fotos tuyas, porque realmente las busqué, tenía curiosidad de como iba tu vida el día de hoy, así como lo que hiciste ayer y antier y el día antes de antier), tu felicidad en esas fotos era transmisible, sonreí al verte tan contenta en New York. Te mirabas llena de vida por conocer un lugar al que desde hace tiempo querías visitar, admito que ese lugar era el que quería que conociéramos juntos. Con o sin mí, estoy tan feliz de que estés en esa gran ciudad con alguien que te ama. 

Hoy te quería contar que Tecito se enfermó, desafortunadamente tuvo que pasar dos noches en el centro veterinario, esas dos noches fueron las peores de mi vida. Admito que intenté mantener la calma, pero me resultaba tan extraño que esa pequeña bola de pe