El perro se matiene quieto y silencio en la parte trasera de la camioneta. No hace ningún ruido y eso ya me tiene bastante feliz, este perro si me gusta. Todo apunta a que será una buena mascota y que me dejará tranquilo, pero que a la vez va a cumplir con su función de mantener a la señorita de la casa feliz. Nunca había tenido mascotas... somos lobos y ya tenemos suficiente con nuestros impulsos de animal como para tener que cargar con los de otro animal que es de casa. Por eso es que esto es tan nuevo para mí, pero al final esto es para eli. Si a ella le hace feliz, entonces debe de ser bueno...

Suspiro— Ya casi vamos a tu nueva casa... le diré a Eli que te adopté... ella no debe de saber que pagué por ti, porque siento que se molestará por no darle la oportunidad a un perro callejero. Tú eres uno perro privilegiado, ella te va querer demasiado y te dará toda la atención del mundo, esa que a veces no soporto que me de a mí, pero que a veces necesito. — El can me contesta con un peq