¿Puede existir alguien demasiado romántico? Al parecer sí y tengo justamente a esa persona frente a mí corriendo como loca entre las olas bajas del mar. Elizabeth me ha dejado sintiéndome alagado, confunfido y abrumado con su comentario de sus sonidos favoritos. Nunca nadie se ha interesado en decirme palabras bonitas, la mayoría del tiempo soy yo quien las dice por un solo fin, llevarme a las chicas a la cama. Solo que Elizabeth no me lo ha dicho para llevarme a la cama, sino que solo ha tenido ganas de decírmelo y ya, listo... sin nada más, sin ninguna intención oculta. Yo suelo ser cariñoso con ella por naturaleza, porque estoy acostumbrado a ser así porque así es como se consiguen las cosas. Ella no sabe que así cpmo la trato he tratado a varias más, pero a ninguna la he llevado a mi casa a convivir con mi familia así como así, ella es la única. Es ridículo que después de haber pasado cinco años fuera de mi casa yo haya decidido echarme encima a una chica como ella. Elizabeth es
Elizabeth se queda quieta a mi lado, pero su mano roza ligeramente con la mía. Ella quiere que yo sea el que caiga en la tentación y para ser sincero puere que ella gane. Pues la que lleva puesto un lindo traje de baño es ella, además tiene pequeñas gotas de agua o tal vez... ¿sudor? Bueno, eso no me importaría porque se ve bien. La piel se sus mejillas esta pintada del rosa más bonito, pues el sol ya le esta cobrando factura. Tiene u n bonito rubor natural que me gusta y a la vez me asusta porque quiero alzar la mano y tocarla. No debo de caer en la tentación. Es mi momento de demostrarle que no todo lo que ella diga lo voy a hacer, por supuesto que no. Habrán muchas ocasiones en las que el mando lo tendré yo y solo yo. Hoy es una de esas ocasiones en las que no voy a ser flexible. Como siempre, Cuchufleto salta de un lado a otro. Se para y coloca sus patas en mis piernas llenandome de arena los pantalones cortos que llevo puestos.— Amor, no... has ensuciado la ropa de tu padre— tra
—¿De qué quieres hablar? ¿Quieres hablar de mi comportamiento? No eres mi padre para regañarme o darme sermones. —Interrumpe de mal humor haciendo que me sienta asustado y aliviado a la vez. Ella básicamente esta cambiando el tema, me esta dando la oportunidad de no hablar de esto que quema mi alma por dentro. Tengo la oportunidad d3 escapar d e nuevo del tema y así sentirme tranquilo de que al menos intenté decirle la verdad, pero ella no me dejó. Sé que es una muy mala excusa y que debería de decir "No, no es eso de lo que quiero hablar. Quiero decirte la verdad sobre algo que pasó en el hospital. " trago saliva nervioso. Elizabeth por su parte me mira expectante, esta esperando a que hable, pero las palabras las tengo atoradas. —¿Estonces, qué?— me presiona.—No es sobre tu comportamiento porque tienes razón, no soy tu papá. No quiero ser ni como Bruno ni como Marck, así que descarta la idea.— Comento con valentía... como Daniel, puedes hacer algo bueno. Puedes decirle la verdad
Con una lata de refresco en la mano, observo como Eli se sigue divirtiendo en el mar. Se sumerge y después aparece arreglandose el perfecto cabello negro. Cabello negro... recuerdo que alguna vez le dije a Emma que jamás me fijaría en alguien con cabello negro, porque amaba su cabello rubio y con reflejos amarillos. Su cabello se veía dorado contra el sol, me gustaba porque sabía que su color era natural y que no iba por ahí gastando varios dólares en decolorarse el cabello. Sabía que si teníamos hijos tal vez tendrían el cabello como el de ella o como el mío o una mezcla de ambos, que sin lugar a dudas sería hermosa. Emma tenía tantas cosas atractivas, era muy guapa e inteligente. Tenía convicción y creo que por eso es que la amaba demasiado y me flecho el corazón como nunca antes. Nadie me había podido hacer sentir lo que ella, pero ella fue... mi mate, lo que siento por ella es amor de mates. A veces pienso que lo que sientes por tu mate no lo sientes tú, sino que solo es una ilu
Observo a Elizabeth, su cara es otra y sus ojos están vacíos. Las chicas se han ido y nos hemos quedado los dos, solos... sin el perro que al parecer ella tanto quería. Su falta de alegría es por eso, porque resultó que Cuchufleto sí tenía un hogar y ahora ha regresado a él, pero ha dejado Eli sintiéndose mal. La tomo de la mano con fuerza para que me mire o tan al menos para tener un poco de su atención. Ella responde con un apretón, pero no me mira a la cara. Sus ojos están viendo hacia donde las chicas se han ido.—Debemos de estar felices por el perro, porque debio de echar de menos a su familia. —Comento al aire.—Si, así es... ahora esta con su familia, pero pensé que nosostros lo eramos. Nunca me imaginé que tendría familia, siempre pensé que era un perro abandonado. Hay demasiado perros en la calle, por eso es que pensé que alguien lo había dejado aquí. Hemos venido solo dos veces y mira... esta tan solitario que esa fue la única opción que pensé. Pero no, mi perro tiene famil
Las cosas con Elizabeth han sido difíciles los últimos días. Se me ha complicado la vida ahora que el perro ya no está. Cuando regresamos a casa Eli sr mantuvo en silencio a pesar de que sentí que todo estaba bien después de la partida de Cuchi, pero esta muy equivocado porque ella se mantuvo de un humor extraño que no entiendo. Es decir, solo es un perro y no se murió, solo regresó a su casa y ya, no más. No la he visto llorar, pero sé que quiere hacerlo o puede que lo haga mientras yo no estoy en casa. Hace dos días aceptaron el proyecto en el que estuve varias semanas trabajando y esforzándome. Cuando lo presenté muchos se pusieron d e pie para alabar mi protesta y todas las futuras proyecciones de algo tan sencillo como lo es los restaurantes de nuestro gran socio el señor Parker. Gracias a mi trabajo, la constructora tendrá un pago de más de cinco millones de dólares y un poco más, todo depende de algunas cosas, pero ha sido un buen ingreso. Estoy muy feliz de mi pequeño logro, p
Las cosas ya no son como antes, yo ya no soy el mismo chico de antes. Soy alguien que piensa antes de hacer una tontería porque si ahora mismo regresara a mis antiguos modos de comportamiento, Zoe estaría bajo tierra, pero en su lugar la tengo frente a mí intentando persuadirme. Ella quiere acostarse conmigo, cosa que yo no quiero porque no estoy interesado en sentirme peor de lo que ya me siento cuando veo a Eli por las mañanas. Eli siempre despierta feliz a mi lado y yo despierto sintiéndome el peor hombre del mundo, ya no quiero sentirme así. Quiero sentirme en paz y creer que estoy haciendo algo bien en vez de sentir que soy un hijo de puta que solo piensa en él. Si fuera el antiguo Daniel, hubiera aceptado la tonta propuesta de Zoe. La hubiera tomado de la mano y la hubiera guiado a mi escritorio y le hubiera dado lo que ella quiere. No pienso sucumbir a sus caprichos, no quiero.—Sal de mi oficina Zoe, por favor. No pienso tener algo contigo, ni hoy ni mañana... simplemente no q
Desde que el perro se fue, he pensado en algo que haga a Eli un poco más feliz. Mi estado de ánimo no importa mucho si Eli está por la casa sintiéndose la persona más triste del mundo. Lo que me pasó hoy com Zoe se ha sentido como una prueba de fuego, en la que se me estaba poniendo a prueba mi fuerza de voluntad y cuanto es que he cambiado. He decidido dejarlo atrás y espero que esa mujer no piense efectuar su amenaza porque tengo algo planeado para ella.—Hola Harry— saludo en cuanto me toma la llamada.—Hola señor— pongo los ojos en blanco y por esta vez paso por alto su formalidad. —Necesito un poco de ayuda con algo...— comento. —Hay una chica que me ha amenzado con decirle a Eli algo. No le tengo mucho miedo, pienso que no es capaz de abrir la boca, pero no voy a confiarme porque sería un riesgo. Por eso es que necesito que me hagas un favor, consigue a alguien para que la vigilen. Necesito saber en donde está todo el tiempo, bueno, en realidad esa información no me importa. Lo