Eli se mantiene mirándose atraves del espejo como si nada... no hay nada que la perturbe, pero lo que yo veo en ella se siente raro, puedo sentir que ella esta embarazada y no sé si mi maldita intuición solo es una hija de puta que me esta jugando una mala jugada, una de muy mal gusto...—¿Qué tanto me miras?— pregunta después de escupir la pasta de dientes usada.— ¿Tengo algo malo?— no visiblemente. Termino se salir de la ducha y camino hacia en donde están las toallas, necesito secarme el cuerpo y necesito hacer una llamada también. —¿Estás bien? Parece que... pareciera que has visto a un fantasma o peor, auna ex— quiero decirle que se calle, que no me hable, pero en vez de eso sonrío lo más natural que puedo.—Estoy bien, hay que darnos prisa...— asiente. —Si, pero voy a ducharme, así que no prometo que lleguemos temprano al desayuno. —Gracias al cielo estará en la ducha para cuando tenga un ataque de ansiedad lo suficientemente feo como para que nunca más me quiera ver. Cierro
Conduzo de forma casi robótica, tengo tantas cosas en la mente que no me dejan actuar de forma normal, lo único bueno es que Elizabeth ni siquiera lo ha notado. —¿Crees que las cosas vayan bien?— entiendo que quiera evitar a su familia y entiendo sus problemas con ella, pero no sabe que nosotros dos también tenemos uno. La veo y sinceramente no puedo dejar de sentir que ella está extraña, algo en su cara... o quizás en sus ojos me dicen que hay algo distinto en ella. Al estar cerca de ella me siento muy raro, como si de alguna forma el cuerpo de Elizabeth me llamara o me atrajera. El camino se me hace eterno y no sé si es porque realmente es así o porque estoy ansioso por saber si Eli está o no embarazada, creo que hay otra opción en esto. También estoy bastante ansioso por no saber como ni cuando voy a llevar a Eli a que el doctor la revise, no hay excusa para ello. Somos lobos... no necesitamos de chequeos de rutina, eso es ridículo... no hay forma de llevarla sin antes tener que
Sujeto la mano de Elizabeth entre la mía, no entiendo porque su familia piensa que tiene el poder de juzgarla cuando es a Marck al que deberían de mirar mal por haberla echado de su casa. Eli se mantiene a mi lado sintiéndose visiblemente incómoda y nerviosa, se nota que no esperaba este enfrentamiento con su abuela y con sus demás tías. Y si lo esperaba, no sabía que sería capaz de denferderla.—Vaya...— susurra una de sus tías mirándome de arriba abajo, es joven, yo le calculo almenos unos cuarenta y cinco años, tal vez un poco menos.— Sí que tienes agallas muchachito— fruzo el entre cejo, ¿muchachito? Eli nota mi molestia así que busca sonreír para transmitirme confianza. —Tía... mi mate se llama Daniel—Sí, sí, sí —comenta ella restandole importancia a lo que su sobrina le dice.—Daniel Clark —pronuncio mi propio nombre como una amenza y funciona, pues la señora deja de reírse. Ahora nos mira a los ojos soprendida, su mirada viaja de su sobrina a mí y viceversa...— Ahora, si nos
—Estoy de regreso— es Elizabeth quien me obliga a alzar la mirada hacia ella.— ¿Está todo bien, cielo?— asiento, no me conviene decirle lo que pasó con su tía. —¿Y tú como te sientes?— dime Elizabeth... algún síntoma que me diga si en verdad estás embarazada o no...—Sí... solo que me muero de hambre, creo que he estado comiendo demasiado últimamente, pero supongo que es normal. La cocinera que trabaja en la casa de tus papás hace una comoda exquisita... no se compara nunca con esta comida— miro hacia atrás, la mesa para desayunar esta lista. Hay platos con distintas cosas para comer.—Pues... a Ceci le gusta mucho cocinar —respondo obviamente sin saber que decirle. —No comas mucho que...— ¿por qué me pongo tan nervioso?— Vayamos a desayunar, Eli.— La tomo de la cintura y caminamos hacia la mesa. Quince minutos después, todos estamos en la mesa desayunando. Eli tiene razón, la comida no está tan buena o simplemente es que estoy acostumbrado a las delicias que cocinan en casa. Eli se
Los ojos de Rouse me dicen que algo está planeando para que su probre familia fracturada progrese y hablen entre ellos. Yo solo me mantengo callado siempre y cuando no molesten a mi amable mate. Está demasiado aburrido esta, pero tampoco quiero decir que nos vamos porque realmente es muy poco tiempo el que hemos estado aquí, pero el suficiente como para estar agotados mentalmente por todo. La presencia de la familia de Eli es muy desgastante, soy demasiado prejuiciosos y... nada amables, solo su abuela. Esa señora es lo salvable entre estas personas, es dulce realmente, a pesar de que al principio no le agradó mucho verme con su nieta. —¿Entonces como te va Eli? ¿Piensas estudiar algo después del instituto, cariño?— la señora canosa se atreve a comenzar una nueva charla entre Eli. —Quizás no una carrera universitaria como tal, pero sí algún diplomado en fotografía. Me gusta mucho, pero hace tiempo que mamá me había borrado la idea de la mente.— Acaricio su espalda, está tocando tema
—¿Cómo le va a Eli en el instituto de tu manada?— interviene Rouse.—parece que se está adaptándose bastante bien, Eli es muy buena en eso.— Miro hacia la puerta por donde ella ha entrado. Ya tardó bastante cuando dijo que lo haría rápido, pues debemos de irnos. —Gracias por cuidar de mi hija, Daniel. En serio que sin ti mi hija estaría deprimida o algo así —comento llena de cariño.—Es mi mate señora, todo lo que hago por ella es porque me nace y porque la quiero.— Le explico aún sin quitar la mirada de la puerta esperando a que Elizabeth regrese, pero no es así. —Ayuda, ayuda— Salma sale disparada de la casa aterrada y moviendo las manos frenéticamente. Me pongo de pie por el susto al igual que todos aquí.— Algo acaba de pasar— jadea, pues ha venido corriendo y está fatigada. —Yo... fue un accidente, le juro que fue un accidente —grita descolocada y con lágrimas en los ojos.—¿Qué dices?— pregunta James yendo hasta donde su hermana se está volviendo loca.—Digo que Elizabeth ha te
Con el corazón agitado, llego al consultorio del doctor que atiende a toda mi familia y en general a todos los integrantes de mi manada. Es un buen hombre, hizo que viviera cuando me atacaron con balas de plata y sobreviví como si nada de eso hubiera pasado. Desde ese día, mi fe incrementó más, yo sé que es bueno en lo que hace tanto como yo soy bueno haciendo negocios que a la policía no le gustaría saber... —¡Doctor!— grito desesperado para llamar lo más rápido posible la atención de alguien. Una enfermera que obviamente también es lobo, sale del consultorio y me mira extrañada. —¿Qué necesita?— quisiera poner los ojos en blanco, pues es obvio que necesito ayuda sino, no tendría a una mujer inconsciente en mis brazos. —Lo siento, lo siento, por favor... por aquí. —Me marca el camino y la sigo con gusto, pues sé que eso me llevará a poner a salvo a Elizabeth. —¿Qué ha pasado con ella?— la mira mientras se coloca unos guantes de látex en frente de mí. —Ella se cayó de las escaleras
El pasillo del pequeño hospital, está lleno de personas que están preocupados por Elizabeth. He pedido que nadie diga nada de lo que pase con ella antes de que yo lo sepa, debo de manejar la situación cualquiera que sea con mucha cautela y minuciosidad. De mí depende que mi futuro y el de ella.—¿Aún no despierta?— pregunta angustiada Rouse— esto es tu culpa Salma— alzo las cejas por la acusación que la madre de Elizabeth hace contra la chiquilla rubia.Desde que llegó, no ha parado de llorar. Debe de estar llena de culpa por todo lo que debió de haber dicho o hecho para que Eli ahora mismo esté inconsciente postrada en una cama. Me gustaría hablar con ella a solas, es obvio que ambas estaban discutiendo. Tengo un poco de miedo de que Salma haya abierto la boca y haya dicho algo sobre nuestro pequeño tratado, ese en donde ella es la mate de Andrew. No importa los fines ni como se dio, lo importante es que Elizabeth se ha mantenido a la raya sobre el tema y ni siquiera se ve molesta po