Residencia de los Archiduques Imperiales.El médico personal de los Remington llevaba más de 15 minutos examinando a Gigi en la habitación, mientras todos esperaban fuera de ella. Al cabo de un par de minutos más, el doctor salió, dejando a la madre de Gigi con ella.Doctor, ¿Cómo está mi hija? ¿Ya despertó? ¿Qué es lo que tiene Gigi? -preguntó Darren, muy preocupado por su hija, al igual que lo estaban los que lo acompañaban, especialmente Adler.La señora está estable, ya despertó. Sin embargo, se encuentra sumamente ansiosa y con una salud muy frágil. En estos momentos, sufre una neumonía importante, lo que sospecho sea la causa de su desmayo y de las constantes fiebres, que ella misma me informó que ha padecido. No obstante, Giorgiana se encuentra muy nerviosa. De hecho, me costó convencerla de que me permitiera examinarla y cuando le pregunté porque tenía tanto miedo, ella… me contó lo que le pasó hace un año, por lo que puedo afirmar, aunque no con certeza todavía, que este suce
Al día siguiente, toda la familia Remington, a excepción de Andrew, estaba desayunando en el comedor familiar, mientras los Cavendish, desayunaban en la habitación donde estaba Giorgiana.Dentro de unas horas, tengo una audiencia con el Rey. Será una reunión en donde también estará el Duque de Windsor. Ya es hora de que mi hermano aprenda a comportarse con respeto y honor, y esta vez, será el Rey el que le enseñe la lección. Sólo espero que Richard lo haga reflexionar. –dijo el Archiduque.Es que todavía no puedo creer lo irrespetuoso que el tío fue ayer con los Cavendish. Y, en cuanto a Giselle, ella sólo es una niña malcriada y majadera, que necesita que la pongan en su lugar. –dijo Jane, aún un poco molesta.Creo que Gigi ya sé encargo de eso, ¿Acaso no viste el gran puñetazo que ella le dio? Ojalá eso le haya enseñado modales a nuestra primita. –dijo Ethan a su hermana, pero antes de recibir respuesta alguna, la familia escuchó el llanto lastimero de Brooke.Brooke hija, ¿Qué pas
El Archiduque Imperial Eric Remington y su hijo Adler, se embarcaron en el carruaje que los llevaría al Palacio Real, para tener la audiencia con el Rey Richard, a la cual asistiría también el Duque de Windsor. Sin embargo, en el trayecto el Archiduque notó que su hijo estaba excesivamente pensativo, mirando por la ventanilla, por lo que no pudo evitar preguntar:Adler, ¿Qué es lo que te tiene tan pensativo? ¿Te preocupa lo que suceda en la audiencia con su Majestad? Porque si es eso, todo saldrá bien, no te preocupes por nada.Lo sé. Estoy seguro de que tanto el Rey como tú, pondrán en su lugar a tío Scott, aunque eso lo enfurezca mucho. Lo que realmente me tiene tan pensativo, es algo más complicado. –le respondió su hijo.Y, ¿Quieres hablar de eso mientras llegamos al Palacio? Sabes que siempre estoy dispuesto a escucharte, ¿Quieres sacar eso que te está ahogando? –dijo Eric comprensivamente.La verdad sí, porque siento que si no hablo con alguien, estoy seguro que explotaré. –se s
Alteza Imperial, Excelencia, es un honor tenerlos aquí, el Rey los espera. Acompáñenme, por favor, su Majestad se encuentra en el despacho Real. –les dio la bienvenida Sir Frederick Garwin, miembro del consejo privado del Rey, a Eric y a Adler, dirigiéndolos al despacho real.Hermano, sobrino, ¡Que gusto tan grande me da tenerlos aquí, por favor siéntense! Gracias Garwin por escoltarlos hasta aquí. Cuando llegue el Duque de Windsor, escóltalo de la misma forma, por favor. –dijo el Rey amablemente. Por supuesto Majestad. Si me necesitan estaré afuera. –dijo Garwin y con una reverencia, salió del despacho.Muchas gracias por recibirnos, Majestad. –se dirigió Eric al Rey una vez solos, haciendo padre e hijo una reverencia. ¡Por Dios, Eric! Sólo estamos los tres aquí, así que por lo que más quieras, deja las formalidades a un lado. –le dijo el Rey. De acuerdo hermano, como quieras. Ahora dime, ¿Cómo has estado? Discúlpame por no haber venido al Palacio en estos tres últimos días, pero
Palacio de los Archiduques Imperiales, Inglaterra.Desde su cama, Gigi se encontraba sumida en sus más profundos pensamientos sobre lo que Adler le dijo antes de irse con su padre: ¿De verdad estoy dispuesta a darle una nueva oportunidad, al hombre que tanto daño me hizo?Y Gigi tenía motivos de sobra para hacerse esa pregunta, porque, si bien es cierto que él fue engañado, Adler le había dicho algo que era muy cierto: ella aún no confiaba en él por completo; su corazón aún no estaba preparado para entregarse totalmente a él, ya que Gigi no dejaba de preguntarse a sí misma: “Y, ¿Si vuelve a ocurrir? Y, ¿Si vuelven a lanzar mentiras en su contra? ¿Cómo reaccionaría él? ¿La lastimaría de nuevo?”.Por otra parte, hacía un año que había sido agredida de la forma más ruin y despreciable que existe, marcándole no sólo el cuerpo, sino también el alma entera, llenándola del más puro terror ante la cercanía de cualquier hombre, incluso la del mismo Adler. Recordar el íntimo momento que
Cómo dice? El Rey actuó de esa manera por mi causa, ¿Cierto? –y cubriéndose el rostro, Giorgiana empezó a llorar sintiéndose culpable. No, mi niña. Las decisiones del Rey nada tienen que ver contigo, No llores más por favor, esto no es tu culpa. –le dijo Adler y la abrazó con ternura, mientras miraba a su padre pidiendo silenciosamente su ayuda.Mi hijo tiene razón, Giorgiana. No es tu culpa lo que les pasó a Scott y a Giselle. De hecho, fueron ellos mismos los que se buscaron su propia perdición. –le dijo el Archiduque a Gigi. Dime amor, ¿Qué fue lo que sucedió? Debió haber sido algo muy grave, ¿No? -le dijo la Archiduquesa a su esposo. Ciertamente lo fue querida. Lo que pasó fue lo siguiente… –dijo el Archiduque y tomando aire, procedió a contarles a las mujeres y a la familia Cavendish que se había unido a ellos, lo acontecido.Unas horas antes.Palacio Real, despacho del Rey. No voy andar contigo con rodeos, ¿Me puedes explicar los motivos del comportamiento tan reprochable qu
Horas antes. Anastasia, ¿Qué es lo que está ocurriendo? ¿Por qué estás gritando? ¿Qué pasa? –le preguntó el Rey a su hija. Eso te lo respondo yo, tío. Gracias a Anastasia, Giselle no pudo llevar a cabo sus malévolos planes. Anda, dile al Rey lo que pensabas hacer Giselle. –dijo Adler enfurecido. Adler tiene razón, papá. Giselle, dile ahora mismo a padre y a todos, lo enferma y loca que estás. Papá, esta demente se le abalanzó al Duque de Wellington para besarlo en mi presencia. Y, no sólo eso, luego de besarlo a la fuerza, le tomó una de sus manos e hizo que él le tocara sus senos. No le interesó que yo estuviera presente para hacer esa aberración. –le dijo Anastasia a su padre. ¡Eso es mentira! Majestad, Adler me tocó y me besó por voluntad propia. Y, si yo se lo permití, es porque él me ama y quiere casarse conmigo, él quiere convertirme en su Duquesa. –gritó Giselle con rabia. ¿Te volviste loca? Yo a ti no te amo. Y, escúchame bien, jamás me casaré contigo, porque antes que es
¿Seré expulsada de la Corte? ¿Me nombrarán ofensora de la Corona? No pueden hacerme eso Majestad, ya que si lo hace, mi vida se arruinará para siempre. Seré rechazada y repudiada por toda la Nobleza. –dijo Giselle llorando. Eso debiste pensarlo antes de agredir a mi hija. ¿Qué creías? ¿Que tu comportamiento tan irrespetuoso no tendría consecuencias? ¿Creíste que tu falta de educación, de modales y de cordura la pasaríamos por alto? Pues, si así lo pensaste, te equivocaste. –le dijo la Reina a Giselle, muy enojada. “Si tuviste el valor suficiente de atacar a una Princesa Real como lo hiciste, ahora ten el mismo valor para asumir tus errores y el resultado de los mismos.” Pero, si Anastasia hubiera aceptado hacer lo que le dije, nada de esto hubiese pasado. –dijo Giselle llorando. La Princesa Anastasia no tiene que obedecer ninguna de tus órdenes, así que será mejor que te vayas ubicando en el lugar que te corresponde. Anastasia es la hija del Rey de Inglaterra, una gran Duquesa Impe