Ashley Freetman─ No sé que rayos sucedió ─ es en lo único que pienso, recordando la playa dónde me llevó a descansar un poco, ese abrazo y los besos que nos dimos, me ilusionaron y luego nuevamente ese comportamiento seco y alejado como si se hubiese arrepentido, de eso hacen ya dos meses y todavía no lo comprendo.─ Mi amiga Mariluz, llama por teléfono, ya se a marchado con su novio para la boda de su hermana y ser presentada ante su familia, pero ntes de marcharse le ayudó a mis tías a preparar mi cumpleaños. Hablo con ella aproximadamente una hora. El teléfono vuelve a repicar y es Alexander, me confirma que vendrá a mi cumpleaños.─ Te portas bien ─ le pido sonriendo. Alexander, nunca a pisado mi casa, temo que mi padre lo saque apenas lo conozca ya que mi amigo es un poco posesivo, sobretodo desde que me enseñó a besar. Pero bueno, desde que el doctor Noah, me ignora yo he vuelto a unirme más con mis amigos, tanto universitarios cómo en el hospital. Culmino de hablar con Alex
Ashley FreetmanLlegué nuevamente a mi habitación, guardé la libreta de mi madre en uno de los cajones de la cómoda y procedí abrir la ventana de mi habitación como lo hacía todos los días. Observé la ventana que se visualizaba en la casa del frente y que jamás he visto abierta. Procedí enseguida a buscar mi libreta de apuntes en mi librero, creo que mi tía Ivanna, todavía no había acomodado este lugar. Ella, siempre estaba pendiente de estar actualizando mis libros, CD y videos académicos. Fui moviendo algunos libros y libretas hasta que conseguí la que necesitaba. La canción de mi teléfono me hizo saltar sobresaltada de la silla donde me había subido, para revisar en la sección superior del librero. Me bajé antes de partirme el cuello con otro salto igual y me acomodé sobre mi cama, tomé el teléfono y revisé el mensaje WhatsApp que había recibido. Mi corazón latió con fuerza al leer: Profesor Gruñón, era la primera vez que me escribía directamente a mi privado y que su comunicac
Ashley Freetman─ Me gusta verte sonreír, ─ sisee sin desprender mi mirada de él. ─ A mí me ha gustado demasiado verte cantar y bailar desnuda por toda tú habitación, ─ soltó expandiendo más su sonrisa y sus ojos chispeantes.─ ¿Quéeee? ─ Lancé un apresurado grito casi atragantándome. Noah, se carcajeó estacionándose en un pequeño lugar, sentía la sangre subir a mi rostro. ─ ¿Acaso me había visto esta tarde en mi habitación? Pero ¿Cómo era posible? ─ Pensé contrariada. Noah, se bajó del auto rodeando el vehículo y llegando a la puerta del copiloto abriéndola, pero todavía mis piernas estaban débiles por la noticia que había recibido. Noah, extendió su mano para que yo la tomase, así lo hice para apoyarme en él y salir del vehículo, no era capaz de observarlo fijamente.─ Te ves hermosa toda enrojecida, ─ murmuró abrazándome y levantando mi mentón.─ No entiendo ¿Cómo pudo suceder eso? ─ Sisee─ ¿Qué? ¿Bailar desnuda? ─ Preguntó ─ No me refiero a eso, sino al hecho de que me hu
Ashley Freetman─ ¿Te gusta pequeña? ─ Preguntó dándole más movimiento a sus dedos, haciéndome mover mis caderas anhelantes de un no sé qué sensación. ─ Sí, ─ sisee gustándome ejercer fricción sobre su pene con mi trasero, mientras mi vagina era estimulada por sus dedos, pero la mención de la palabra "pequeña" no me agradó y sabía que no lo decía por mi estatura, sino por ese sentimiento de verme siempre como la niña que conocía, quizás desde mi nacimiento. Así que tenía que demostrarle que ya no era una pequeña por lo cual debía desechar eso de su mente. Giré mi cuerpo separándome un poco para que me observara, haciendo a un lado mi vergüenza, deslicé la panty por mis piernas sin quitar mis tacones para quedar a la altura de sus cejas. Noah, sonrió y me acerqué y busqué sus labios, también me atreví a tocar su pene, el cuál palpé muy endurecido y caliente. Comencé acariciarlo subiendo y bajando, nunca lo había hecho, pero si observado. La clase sobre la masturbación tanto masculin
Ashley Freetman─ Vamos, ─ le dije levantándome y desuniendo nuestras intimidades, causándome un poco de molestia y guardando mi vergüenza. Noah, sonrió y ya había perdido la cuenta de las veces que lo había hecho.Observé mis pies dándome cuenta que tenía los zapatos aún colocados. Levanté un poco uno de mis pies retirándolo, luego hice lo mismo con el otro para no doblarme y dar un espectáculo exponiendo la visión de mi ano. Noah, tomó mi mano guiándome hacia el baño, abrió la ducha encendiendo antes el calentador, recogí mi cabello para no humedecerlo. Noah, ingresó a la ducha invitándome con su mano extendida. Tomó el jabón en pasta y sin ningún tipo de vergüenza comenzó a lavar mi cuerpo, frotando el jabón por cada parte de mi piel, deteniéndose en mis pechos y enjabonándome suavemente, acariciándolos y observándome.Poco a poco bajó sus manos hasta llegar a mi vagina, enjabonándola tanto en su parte externa como la interna, acariciando las paredes vaginales con sus dedos enja
Ashley Freetman ─ ¿Qué dirían mis amigos y compañeros de clases al notarlo? ─ Me pregunté mentalmente. Noah, se levantó del mueble conmigo entre sus brazos, rodee su cintura con mis piernas. Se le hizo fácil abrir la puerta de su habitación y luego la del tocador para ducharnos. Ingresó todavía conmigo en brazos, intenté bajarme notando todavía como su sexo se acoplaba a mi entrada que estaba toda expandida por la posición de mis piernas. Noah, permitió el descenso de mis piernas, abrió el grifo de agua caliente y juntos ingresamos bajo el agua nivelándola a una temperatura justa para el cuerpo. Ambos nos duchábamos entre besos, caricias y abrazos. Noah, parecía no desear separarse y eso me sorprendía.─ Otra vez olvidé traer otra toalla, ─ mencionó secándome a mí primero con la que había, para luego secar su cuerpo.─ Dejé el bolso y la ropa en la sala, ─ mencioné una vez llegamos a su habitación, salí a buscar todo, pero decidí vestirme y arreglarme en la sala. Noah, salió de su
Noah Hanks.Entrelacé mis dedos con los suyos caminando por el centro comercial, todavía parecía mentira que estuviese así con ella. Un año debatiéndome internamente si esto era lo correcto. Después de ese año nuevo juntos temí en lo que se estaba convirtiendo Ashley para mí y me había propuesto alejarme, pero en su cumpleaños todo mi autocontrol se fue al cesto de la basura. Esa noche en el hospital me sorprendí con la reacción de mi cuerpo cuando la tuve cerca y la desee tener de esa forma tan carnal, pero lo que más me sorprendió fue descubrir que no era indiferente para ella. La receptividad de su cuerpo, el calor de sus besos, el ímpetu de nuestras manos y la reacción de nuestras pelvis. Ella estar tan dispuesta a dejarse llevar, y yo estar tan deseoso de su cuerpo, de sus labios y hasta de su alma.Me asusté en ese mismo instante cuando me di cuenta de lo que había sucedido. Unas horas después cuando me levanté, pensé que todo había sido un sueño producto de mi imaginación.
Noah Hanks─ Eres muy posesivo, ─ siseó sonriendo ─ ¿No te gusta? ─ Pregunté, no deseaba incomodarla, ni que saliera corriendo. Apenas estábamos comenzando y debíamos conocernos mucho más, a pesar de que la conocía desde que nació. Lo que ella me estaba haciendo sentir no me lo esperaba. ─ Me gusta que estés en esa fase conmigo, ─ expresó buscando mi mirada, ambos sonreímos. ─ Me gusta todo de ti, Noah. ─ Susurró besándome cuando llegamos al umbral de la puerta de mi habitación. Abrí la puerta y Ashley, bajó sus piernas, no aflojé mis brazos de su cintura, me sentía atraído como un imán. Era como si hubiesen lanzado un hechizo que me hizo fijarme en una fruta prohibida, pero tan hermosa y provocativa que era tan difícil resistirse. Así me sentía desde hace un año, hechizado por la pequeña Ashley, y con el pasar de los meses ese hipnotismo parece que hubiese hecho de las suyas. Ella levantó mi sudadera consiguiendo que soltara su cuerpo. Cerré los ojos cuando sus labios comenzar