Abigail McCarthyUna vez hecho el brindis, nos acercamos para felicitarlos, estoy pendiente de la pequeña Hailey, que está correteando por el jardín, nos acercamos al tronco que está colocado sobre un caballete, donde será el próximo rito, esta al parecer es una de las tradiciones más importante de las bodas de Alemania.Valerie y Franchesco, se acomodan cada uno a cada lado del serrucho, que cruza gran parte del tronco. Los recién casados por el civil, se acomodan a cada lado, sosteniendo los mangos de los extremos del serrucho. Ambos comienzan a pasar el serrucho del uno al otro extremo, este rito significa que como pareja, podrán superar en equipo cualquier obstáculo que se les presente.─ Espero que ese obstáculo esta vez no sea la infidelidad, ─ murmura Jordan, yo lo observo, no puedo negar que sus palabras me duelen. Nunca pensé que Valerie y mi hermano se separarían algún día, pero de corazón deseo que ellos sean felices y mi cuñada no vuelva a pasar nunca, por algo seme
*Jordan McCarthy*Observo a mis dos hijos adolescentes. Cesar y Leonardo, están bailando en la pista con unas adolescentes, una de ellas es española y la otra es Londinense. Parecen dos babosos tan embelesados como mi sobrino Sebastián, por la sobrina de mi nuevo cuñado.Dirijo la mirada a mi hermana Valerie, quién también sonríe feliz bailando con Lumbardi.─ ¿Bailamos señora McCarthy? ─ Le pido a mi esposa sonriendo. Ella asiente, la llevo a la pista de baile, la rodeo completamente, ella envuelve mi cuello, hemos atravesado varias dificultades, como mi amor por Lissie y su misterioso amor por el arqueólogo. El cual ha vuelto a desaparecerse y yo, agradezco a Dios, por eso y le pido que no aparezca más. Ojalá se me cumpla el deseo, porque ese es mi deseo, que el arqueólogo se vuelva a perder por lo menos lo que resta de nuestras vidas, así como Abigail, desea que deje de amar a Lissie.Observo a mi alrededor y los ricos, aparte de su riqueza, lo que más tienen es locura. Esto
─ Vamos al jardín, ─ me susurra Aleska, al oído. No le respondo nada, suelto su mano y envuelvo su cintura, sacándola de la pista de baile, la orquesta está en su apogeo, al igual que la fiesta. Hay muchos invitados y la mayoría está en la pista de baile.─ ¿Para dónde van? ─ Pregunta mi madre al vernos, sacando su rostro del cuello de Franchesco.─ Vamos para el jardín, ─ sonríe Aleska.─ ¡Ya, déjalos quieto! ─ Murmura Franchesco, sonriendo y llevándola otra vez a su hombro, para continuar bailando. Aligero el paso de Aleska, antes que mi madre se ponga intensa.El jardín del hotel, está lleno de parejas caminando y grupos charlando. Entre ellos hay uno con mis abuelos Andrew y Hailey, también la abuela Samantha y el abuelo Ethan. Prácticamente, salimos huyendo antes que las abuelas comiencen a perseguirnos. Tomamos el lado contrario a ellos.─ Amor, debes descansar. Escuchamos la voz de Noah, acariciando el vientre plano de mi prima Ashley.─ Mi vida, piensas que si me sintiera
Nos besamos de una forma muy diferente a la usual, no sé si por la excitación de la escena que habíamos presenciado en el jardín, por los videos sexuales, o por lo caliente que estábamos.Aleska, fue abriendo los botones de mi camisa y yo, me quité la corbata, la ayudé a sacar mi camisa, luego ella giró su cuerpo y bajé el cierre de su vestido, ayudándola luego a quitárselo.La había visto en traje de baño muchas veces, pero verla en ropa interior era excitante, no sé porque me había endurecido más, solo con verla. Su pequeña panty, dejaba ver su pelvis con un poco de vello púbico. El brassier hacía notar unos pezones pequeños y rosados. Aleska, se fue a la pretina de mi pantalón abriéndola. Yo, deslicé el cierre y ella lo bajó junto al bóxer. Ella, se quedó mirando mi erección y yo, no me atreví ni a moverme. Tragué grueso cuando la vi acercándose más, posó sus manos en mis hombros empujándome. Me acomodé en la cama boca arriba, solté su brassier, sus pechos quedaron al descub
─ No deseo que te vayas, ─ susurró abrazándome. Busqué sus labios, en tres días viajaría al condado con tía Abigail. Mamá me pasará buscando cuando llegue de su luna de miel.─ Ven conmigo, ─ susurré.─ ¿Para tú casa? ─ Preguntó entrelazando nuestras piernas, se sentía tan bien estar los dos desnudos y abrazándonos.─ Eres mi novia, ─ le dije sonriendo.─ Quiero ser más que eso Sebas, no deseo que dejes de tocarme, ─ pronunció besándome. Bajé mis manos hasta sus glúteos acariciándolos suavemente, todo se sentía demasiado placentero.─ No dejaré de tocarte, ─ le respondí lleno de deseo.─ ¿Te ha gustado tocarme? ─ Preguntó mirándome con intensidad.─ Mucho, ─ le respondí apretándola hacia mi cuerpo.─ ¿Me amas, Sebas? ─ Preguntó sentándose sobre mis caderas sin dejar de mirarme. Las sábanas se deslizaron por su espalda, no pude evitar recorrer con la mirada su cuerpo desnudo, era tan hermosa.─ Mucho, ─ repetí respondiendo su pregunta. Su rostro marcó una sonrisa y Aleska, era mucho m
Observo todo a mí alrededor, hay muchos vidrios en el piso, botellas de whisky y vasos de vidrios estrellados, el olor a alcohol marea. Tía Abigail y yo, nos observamos con preocupación, avanzo subiendo las escaleras apresurado, al igual que mi tía. Ingreso a la habitación. Mi padre está sobre la cama, tía y yo, nos acercamos con nerviosismo.─ ¿¡Samuel!? ─ lo llama mi tía, moviéndolo varias veces.─ ¿¡Papá!? ─ Murmuro con miedo, también moviendo su cuerpo.─ ¿Samuel? ─ Insiste tía.─ ¿Valerie? ─ murmura mi padre, en una voz enredada y con aliento a whisky.Tía Abigail y yo, nos observamos con preocupación, pero aliviados de que hubiese respondido. Lo acomodamos en la cama, ya que parecía que a duras penas, hubiese logrado llegar a ella y lanzarse sobre la misma.*******─ Ya todo está limpio, ─ murmura, tía Abigail. Anoche, nos acostamos tarde tratando de acomodar un poco el desastre. Ninguno de los dos ha logrado dormir casi y hasta esta mañana culminamos de limpiar.T
─ No sabía que se había presentado una emergencia, ─ le dije ingresando al ascensor.─ En este piso no, pero sí en el piso uno, en el área de urgencias. Habrá un nuevo ingreso por servicio social, más tarde lo subirán al piso, ─ informó. El ingreso por servicio social solo significaba que la familia no tenía recursos para costear los gastos de una enfermedad, suspiré saliendo del ascensor y caminando el largo pasillo hasta llegar a uno de los cafetines del hospital. ─ No puedes permitir que un paciente te afecte tanto, no podemos bloquearnos, Ashley. ─ Protestó Noah, sabía que esta invitación era para reprocharme mi comportamiento. ─ ¿Cómo puedo convertirme en un ser que no soy? ─ Me sinceré con él.─ Pero, no puedes dejar que te afecten de tal manera o morirás de un ataque cardiaco o de una depresión. Tienes que ver los niños que presentan algún tipo de cáncer no como personas moribundas, sino como personas que necesitan más atención y cuidados especiales. No puedes bloquearte
Ashley Freetman.Tomé mis cuadernos, guardándolos apresurada en mi bolso. ─ ¿A qué se debe tanta prisa? ─ Preguntó mi amiga Mariluz.─ Es que seguramente va adelantar la fecha de su cumpleaños ─ se burló mi amigo Alexander y hermano de Mariluz. ─ No querido, para esa fecha faltan todavía algunos meses y primero vienen las fiestas decembrinas y eso es sinónimos de eventos para nosotros ─ le recuerdo a mis dos amigos. ─ ¡Por Dios! no sé porque todo el mundo se antoja a celebrar su boda en Diciembre o sus celebraciones en ese mes ─ murmura Mariluz, recogiendo también sus cuadernos apresurada. ─ Pensé que hoy iríamos de reventón para celebrar que ya culminamos por el momento con la universidad ─ manifestó Alexander, rodeando la espalda de Mariluz y la mía, para salir los tres hacia el estacionamiento de la universidad.─ No puedo, me comprometí con las tias Valerie y Abigail, para ayudarlas en la agencia a organizar los eventos que están pendiente y mañana a primera hora presto colabo