Max fué el último que quedaba en la oficina, habia un asunto que lo molestaba y quería investigarlo.*- Cariño me quedaré un poco más, debo investigar algo sobre un cliente* - le dijo a Fernanda al llamarla.*- No tardes mucho, sabes que max ya no quiere dormir si no estás presente**- Solo será por un rato.**- Muy bien *.Leía atentamente la información, tomando notas, cuando un ruido lo sacó de su concentración. - Creí que ya te habías ido. - Solo revisaba unos documentos.- respondió. - Te invito un café.- Disculpa Regina - se levantó y guardó los expedientes en su portafolio - no estoy interesado.- fue hacia la puerta.- Ella se puso en su camino.- solo dame la oportunidad de conocerte- dijo tocándolo. - No quiero ofenderte, pero como dije, no me interesaMax era considerado uno de los mejores abogados del país, y pertenecía a una de las familias más adineradas de la capital, para Regina, el estar con él, solo era una cuestión de estatus.****Esa noche estaban abrazados, desp
Había mucha actividad en la casa de Fernanda y Max, las personas iban y venían, colocando mesas y flores en el jardín. Ella estaba muy entusiasmada, y quería que todo saliera perfecto.Llevaba un hermoso vestido color marfil, que resaltaba su figura, su cabello suelto, con una tiara plateada, Lucy, como su mejor amiga, sería su testigo, y estuvo con ella en todo momento.Su hijo vestía un traje azul, con un moño blanco.- Ya es hora, Fer - dijo Lucy entregándole un ramo de rosas blancas.Se sentía nerviosa, habían pasado por mucho antes de ese momento, caminó hacía el jardín y lo vió de pié al final de un camino de flores, con un traje y chaleco gris, y una corbata azul, y con una sonrisa deslumbrante, disipando finalmente su angustia.- Te ves muy hermosa- dijo Max, besó su mano y la boda comenzó. El no dejaba de verla, aunque escuchó todo lo que dijo el juez.-¿Quieren decir sus votos?.-Fer, te amé desde el primer día que te ví, me deslumbró tu inteligencia, tu paciencia y tu bellez
Habia pasado un poco más de un mes, desde que se habian casado, Max habia invitado a Fernanda a almorzar, después de una audiencia en el juzgado, y le pidió que lo viera ahí. Cuando ella llegó, vio a Regina ajustando su corbata, Max no se percató de su presencia y entró a la sala. Ella esperó por un rato hasta que salió a buscarla.- Hola, cariño, te ves linda - le dió un beso en la mejilla - vamos.Ella estaba muy callada en el auto, lo que preocupó a Max.- ¿Estás bien? - trato de tomar su mano, pero ella la retiró.- Si, no pasa nada.- No escuchaste nada de lo que dije ¿verdad?.- ¿ Cómo dices?- realmente su mente repetía el momento de ese gesto que parecía íntimo.- Por favor, ¿ Me puedes decir que te pasa?- empezaba a molestarse. ¡ Y no me digas que no es nada, Fernanda!, te conozco bien, así que dímelo.- Te vi, antes de entrar a tu audiencia, ¿ Cómo permitiste que Regina...ella te ajustó la corbata, y tú le sonreíste. - Eso es una estupidez, ¿ Por eso estás molesta? creo q
Fernanda estuvo toda la semana en reposo, aunque Max la acompañaba, lo sentía distante, la noticia del bebé lo había afectado más de lo que ella creía.Tenía que acudir al hospital para hacerse una revisión, debía saber si ya podia volver al trabajo.- ¿Quieres acompañarme? - preguntó a Max.- Yo te llevaré. *Le realizaron un chequeo, esta vez, con su amiga, la ginecóloga. - Todo parece estar bien, tienes 6 semanas, y ya puedes ver el latido.- ¡Oh si, ahi está ! - Fer estaba emocionada.- ¿puedes verlo? - dijo a Max.- Te daré algo mejor - activó el sonido del aparato, se escuchó un suave latido, Max vió a Fernanda.-¿ Es su corazón? - dijo sorprendido. - Si, es fuerte, como su padre. - y el sonrió. **** Max ya no había vuelto a quedarse tarde en la oficina, quería evitar encontrarse a solas con Regina. Estaba feliz, después de que había visto por primera vez a su hijo. - Fer, tengo que ir a la capital, me iré hoy por la noche, y regresaré mañana. - dijo con seriedad.- Bien,
Él caminaba apresuradamente por el área de consultorios, el tráfico lo había retrasado.Tocaron un par de veces, la doctora abrió la puerta y ahí estaba.- ¡Papi!, ven a ver a bebé.- Si amigo, ¿ya lo viste?-Llegó justo a tiempo Max, estamos empezando. -dijo la doctora. Movió el aparto para que todos pudieran ver, ya estaba completamente formado, el latido era fuerte. Fernanda ya tenia 16 semanas de embarazo, habían ido a su chequeo de rutina, Max no se había perdido ninguno, desde que supo del bebé.- ¿Está todo bien? - preguntó preocupado.- Si, está perfecto, Fer tienes que continuar con tus vitamínicos y seguir cuidando tu peso.Salieron de la consulta, a pesar de que el embarazo iba bien, ellos seguían distanciados, aparentando solo por su hijo. - Vamos maxi, llevemos a mamá a casa.El viaje en auto fue en silencio, su hijo jugaba en la parte trasera.Ya en casa, el tocó a su puerta y entró a la habitación, ella se había recostado.- Fer, mañana hay una cena con la barra de
Era el último día de trabajo de Fernanda, estaría de baja, ya que estaba en el penúltimo mes de su embarazo, todo había ido bien hasta entonces. - maxi, debemos ir con tía Carolina. - ¡No quiero ir, quiero a papi!- Papi regresará mañana, vamos, se hará tarde.- No quiero.- Vamos max.Ella dejó a su hijo, y se dirigió a su trabajo, se sentía un poco cansada.****- Fer, necesitamos ayuda aquí, - la llamó Sara, su amiga y enfermera de turno. Ya era la una de la mañana. Era un niño, al qué había que cerrarle una herida, ella lo sostenía, pero se movía tanto, que lanzó un golpe contra ella, dándo en su vientre. - ¿Estás bien?.- Si, si, continúen.Al poco rato, empezó a sentir un poco de dolor, que venía desde su cadera. - ¡Maldición!, Sara, necesito que llames a ginecología.- No tenemos pacientes obstétricos - dijo sin mirarla.- Ahora si. - la vió doblarse por el dolor - creo que entre en labor de parto, y aún falta un mes. Tengo que llamar a Max.- Tranquila, todo saldrá bien,
Max se paseaba una y otra vez por la sala de espera. Ya habían pasado un par de horas y aún no tenía noticias de Fer ni de su hijo.- Tranquilízate, Max, pareces padre primerizo. - le dijo su padre.El sonrió nervioso, de cierta forma lo era, porque no había experimentado esta parte cuando max nació. - Max, ya puedes verlos - dijo Sara.El se apresuró, dejando atrás a su padre, no quería compartir este momento. Entró en la sala y vió a su esposa sosteniéndo a un hermoso bebé.- Hola, esta es tu hija, tiene tus ojos, de un hermoso color azul.La tomó en sus brazos, y la observó, era pequeña, y muy linda. -¿Está bien?. - dijo en tono preocupado.- Si, ella es fuerte.- Gracias cariño. - se acercó y la besó. *- ¿Cómo se llama? - preguntó max, había ido a conocer a su hermanita.Ella miró a Max.- No había pensado en ello,¿ cariño, tienes algo en mente?.- Me gusta Carolina, como mi tía, ella nos ayudó cuando más lo necesitamos. Carolina García, ¿que te parece?-Se oye muy bien. - d
Habian pasado varios dias, desde la visita de su padre a su casa, Max no dejaba de repetir en su mente lo que le habia dicho en su estudio, se separó de ellos para no estar bajo la presión de su padre, y ahora parecía que su familia pagaría el precio por eso.- ¿Aún estás molesto, por lo de tu padre? - dijo abrazándolo por la espalda. - Si, pero no contigo, esa no fue una visita social. Mi padre está acostumbrado a hacer las cosas a su manera, pero no voy a ceder en lo que quiere.- ¿Y qué es lo que quiere?- Fer, yo no ... - suspiró resignado, giró para mirarla - quiere que firmemos un acuerdo, dónde tú no puedas obtener la mitad de mi dinero, si nos divorciamos, protegería solo a nuestros hijos, como herederos de la familia, tú te quedarias solo con un pequeño porcentaje, por ser la madre de mis hijos, y ... no tendrías derecho a la custodia, solo yo.- ¿ Cómo dices?. Nunca aceptaría renunciar a mis hijos...- De todo lo que dije, ¿eso es lo que te preocupa?, - la miró fijamente.-