Gaspar tampoco sabía la respuesta a esa pregunta.- No lo sé, Emily. Estoy perdido. Ya no puedo cancelar el contrato, no con esta situación. Y Gabriela... se merece algo más que un padre ausente. Pero al mismo tiempo, no puedo ignorar lo que siento por ti.Emily sintió un nudo en la garganta, mezcla de compasión y confusión. La situación era compleja y, por lo que parecía, no tenía solución.- Gaspar, esto es un giro enorme de los acontecimientos. Yo... no sé cómo afrontarlo.Gaspar asintió, dándose cuenta de lo difícil que era para Emily procesarlo todo, él mismo aún no lo había procesado adecuadamente.- Yo tampoco lo sé, Emily. Pero quiero que sepas que eres importante para mí, y no quería involucrarte de esta manera. Si necesitas tiempo para pensar o alejarte, lo entenderé.Emily miró a Gaspar a los ojos, sintiendo una mezcla de emociones. Una parte de ella quería alejarse para evitar el caos, era demasiado para ella, pero ahora tenía a Gabriela y quería a su padre.- Tenemos que
Cuando Gaspar llegó a casa de Emily, encontró a Gabriela eufórica. Ya llevaba la mochila a la espalda y no paraba de hablar de nadar con él.- Alguien está muy emocionada... -dijo Emily, mirando a su hija, que seguía parloteando. Gaspar se rió y entró. En cuanto Gabriela vio que había llegado, estaba tan emocionada que ni siquiera se dio cuenta cuando Emily se levantó para abrir la puerta.- ¡Papá! - Corrió hacia él y saltó a su regazo.- Hola, mi princesa. ¿Estás lista?- ¡Estoy lista!- Desde las siete de la mañana - dijo Emily.Gaspar la miró sorprendido y Gabriela soltó una carcajada emocionada.- ¿Todo esto es para ir a nadar? - preguntó Gaspar.- Quiero estar contigo, papá.Gaspar sonrió, emocionado por las palabras de la niña, y la abrazó con fuerza.- ¿Vamos entonces?- Sí -dijo entusiasmado-.- La traeré más tarde -le dijo a Emily-.- La traeré más tarde -le dijo a Emily.Los dos se fueron y Emily respiró hondo. Tenía que ser fuerte por su hija. Tenía que encontrar la manera
Gaspar quería gritarle y decirle que no necesitaba nada que viniera de ella. Sobre todo de ella. ¿Pero qué iba a hacer? ¿Pedirle ayuda a una desconocida? Incluso lo pensó, pero...- Vamos, cariño. Yo te ayudaré. - Le tendió la mano a Gabriela.La niña miró a su padre y luego la mano de Alicia, esperando que la cogiera. Lentamente, tomó la mano de Alicia y soltó la de Gaspar.- Ahora volvemos, cariño.- Deja de llamarme así -dijo con rostro serio y Alicia sonrió. Se dio la vuelta y él entró en el baño con Gabriela.Gaspar suspiró sonoramente y se preguntó si aquello era una buena idea. Se apoyó en la pared junto a la puerta del baño de señoras y esperó.Dentro, Alicia abrió una de las puertas que separaban los aseos y le dijo a Gabriela que la utilizara enseguida.- ¿No me lo vas a tapar?- ¿Tapar qué, niña?- La tapa para poder sentarme.- ¡Qué asco! ¿Por qué iba a hacer yo eso?- Mi madre dice que el retrete que usa todo el mundo está sucio y que no puedo sentarme en él sin protecció
Después del problema en el baño, Gaspar hizo todo lo posible para que Gabriela lo olvidara. Los dos jugaron en el patio, jugaron a los bolos, que Gabriela vio y pidió porque nunca había jugado, y cuando se cansó, Gaspar le pidió que se fuera.- Pero yo quería quedarme contigo.- Pero hoy es sólo el primer día del viaje, ¿recuerdas?- Sí que lo es. Se me había olvidado.Los dos se dirigieron al coche y pronto salieron del club. Gaspar condujo despacio. Pensaba en cómo contarle a Emily lo que había pasado. Seguramente se pondría furiosa, igual que él.Cuando llegó, Gabriela dormía en el asiento trasero. Gaspar respiró hondo y salió del coche. Recogió a Gabriela y condujo hasta la casa de Emily. Ella abrió la puerta y soltó una leve carcajada al ver a Gabriela acurrucada en los brazos de Gaspar.- Veo que has tenido un día intenso - dijo Emily mientras observaba la escena. - Pasa.Gaspar entró y los dos se dirigieron a la habitación de Gabriela. Gaspar la acostó y los dos estuvieron un r
Habían pasado unos días desde que Alicia encerró a Gabriela. Emily aún no había conseguido reunirse con Alicia para contarle la verdad, pero iba a hacerlo, sobre todo porque ahora Gabriela no quería que cerrara ninguna puerta. Siempre quería la puerta de su habitación abierta y cuando iba al baño, pedía que todo quedara abierto. Emily estaba enfadada con Alicia y no iba a dejarlo pasar.Gaspar seguía sacando a pasear a Gabriela como le había prometido, pero ya no la llevaba a su casa y Gabriela ni siquiera preguntaba, porque tampoco quería ver a Alicia. Seguían adelante con sus vidas a pesar de las dificultades.- ¿Estás bien? Te he visto nerviosa en los últimos días... - preguntó Alexander. Emily y él estaban trabajando juntos, intercambiando ideas para el próximo lanzamiento.- Estoy muy nerviosa. Tengo que encontrar a la mujer de Gaspar y no sé cómo.- ¿Por qué quieres encontrarla?Emily le miró. Hablaba y miraba las notas de la mesa. Cuando él preguntó, ella recordó que se había l
- No tienes que amenazarme. Ya me he arrepentido de lo que hice.- ¿Y crees que eso es suficiente? Mi hija ya no soporta ver las puertas cerradas. Todo tiene que hacerse con las puertas abiertas.Alice se quedó sentada, observando la cara de Emily. No podía imaginarse la magnitud del trauma que le había causado a la niña.- Lo siento mucho. Nunca volveré a acercarme a ella.- Eso espero, porque la única razón por la que no voy a partirle la cara es por respeto a su embarazo.Alice apartó la mirada de Alexander y él se limitó a observarla en silencio. Se sentía muy mal por lo que le había hecho a Gabriela.- Me prometió que no volvería a hacerle nada a Gabriela - dijo Alexander. - ¿No lo hizo?- Sí. Me arrepentí mucho. Ni siquiera sé por qué lo hice...- Estás enfadada con Gaspar y querías enfadarle, pero te voy a dar un consejo: cuando estés así, ¡haz algo con él! - dijo Emily nerviosa.- Sé que no tiene sentido disculparse por eso.- No. Simplemente no vuelvas a acercarte a ella y to
- ¿Te encuentras bien? - se acercó Alexander cuando Alice palideció.- No...- ¿Quieres que llame a alguien?- No hace falta. Sólo estoy en estado de shock.- ¿Crees que es el bebé de tu marido?Alice le miró asombrada por la pregunta.- Te lo pregunto porque si te has decidido por este matrimonio abierto, seguro que él ha estado con otra mujer....- Definitivamente es suyo - dijo Alicia, aún procesando la información. Era difícil aceptar que Gaspar estuviera, de hecho, envuelto en otra situación complicada, especialmente ahora que Emily estaba embarazada de él otra vez. La idea del matrimonio abierto, que había parecido tan distante e inofensiva, mostraba ahora sus garras.- No sé cómo afrontar esto, Alexander. Ni siquiera sabía que se había vuelto a liar con Emily. No creía que hubiera aceptado que se quedara con él a pesar de estar casada conmigo. Y ahora está embarazada... otra vez.Alexander observó la expresión de Alice, intentando encontrar las palabras adecuadas. Quizá ahora e
Emily no sabía qué decir después de todo lo que había oído. Pensaba que Alice estaba loca, pero al escuchar su historia se dio cuenta de que era su padre el que estaba loco.- Quiero sacar a Alice de aquí, pero no antes de que arregléis vuestras vidas -dijo Alexander.- Claro... ¿y por qué me cuentas esto? ¿No deberías decírselo a Gaspar?- Nos vamos, pero quiero pedirte ayuda -respondió Alexander.- ¿Mi ayuda? ¿En qué?- Convéncele para que espere a que nos vayamos antes de hablar con Marcelo. Así tendremos tiempo.- No sé si me hará caso.- Claro que te escuchará. Te quiere -respondió Alice-. - Y lo que más desea es estar contigo y con tu hija. Seguro que le encantaría saber que esperas otro hijo suyo.Emily se llevó involuntariamente la mano al estómago. La noticia aún era nueva para ella, pero ¿y Gaspar?- Quizá eso haya que decirlo después de que tú lo hayas dicho", dijo Emily.- "Ya. ¿Y vas a ayudarnos? - dijo Alexander.- ¿Cómo? Si le pido que no te lo diga, se enterará por mí