Capítulo 39
Leticia, sin inmutarse por la burla de Vivian, sonrió aún más: —Vivian, ¿para qué tanto? Nuestras familias tienen muchos negocios juntos. ¿Por qué siempre defiendes a esa pobre Silvia?

Vivian estaba estupefacta. La adulación de Leticia le causó escalofríos. No solo a Vivian, sino también a Ana, que parecía haber visto un fantasma.

—Leticia, si no te vas, ¡llamaré a alguien para que te eche! —Vivian se enfadó.

Leticia se sintió humillada, pero mantuvo la calma, sonriendo a Vivian: —Como estás ocupada, no te molesto más. Nos vemos luego.

¡Ni un cerdo tendría tanta cara!

Cuando Leticia se fue, Vivian suspiró y miró a Silvia: —Silvia, ¿crees que Leticia se ha vuelto loca?

Silvia reflexionó y negó con la cabeza: —Conociéndola, no es alguien que se aguante, pero seguro que no es algo bueno.

Leticia y Ana se fueron. En el camino, Ana no pudo contenerse: —Hermana Leticia, ¿por qué fuiste tan amable con Vivian?

Leticia siempre había intentado acercarse a Vivian, pero siempre se retiraba al s
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