Capítulo 54

Knut recibió varios golpes de la vara de su tía Rosarina, que le silbaba en el aire. El joven soltó un grito agudo.

—No es lo que piensas, tía. Yo solo siento lástima por ella, no quiero serle infiel a mi esposa con mi ex...¡Tía, basta! ¡Me haces daño! ¡Te lo juro!

Pero Rosarina no se apiadó de su sobrino y continuó azotándolo con furia.

—¡Tía! ¿No decías que ya eras muy vieja para moverte rápido? ¡Ahora corres como una gacela! —Se quejó mientras huía a toda prisa.

—Hay un dicho que deberías aprender, muchacho malcriado: "Las uvas, cuanto más viejas, más dulces" —Le asestó un golpe en el tobillo.

Knut se retorció de dolor, pero no se detuvo.

—¡Misericordia! ¡Misericordia! ¡Hasta mi padre es más indulgente que tú, tía!

—¡Mi hermano siempre fue un enclenque para criarte!

Al final, Knut se agotó antes que su tía anciana, que lo alcanzó en un instante. Ella no mostraba ningún signo de cansancio, al contrario que el joven CEO, que estaba a punto de desmayarse por el esfuerzo y la falta de
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