“Adelante”, respondió Gerald mientras miraba momentáneamente la fuerte lluvia que caía afuera…

“Bueno… Estoy seguro de que conoces a mi hijo adoptivo, Frey, ¿cierto? Verás, hace años que no lo veo… ¡Parece simplemente haberse desvanecido en el aire! Tampoco ayuda que, por lo que sé, él no haya tenido ninguna disputa con los demás miembros de mi familia. Así que, me preguntaba si te habías topado con él…”, murmuró Lucian con el ceño ligeramente fruncido.

En su búsqueda de Frey, Lucian no solo había registrado cada rincón y grieta de su mansión, sino que incluso había ido a todos los lugares a los que Frey solía ir. Demonios, además de reunirse con los amigos de Frey, también había utilizado sus contactos para localizar a su hijo sin éxito incluso después de dos meses enteros…

“¿Frey?”, preguntó Gerald en tono tranquilo, aunque honestamente, no podía evitar sentirse triste por Lucian. Después de todo, él había matado a Frey en aquella cueva, y Gerald estaba bastante seguro que ni siqu