Después de todo, él sabía con certeza que Gerald podía encargarse fácilmente de esas personas.

“Incluso si dices eso… Todos los países han enviado a sus mejores hombres para participar, a pesar de que esto ni siquiera es una competencia demasiado formal. Por lo que, no estoy muy seguro de qué tan bien lo haré... Obtener un rango por encima del promedio es lo suficientemente bueno para mí…”, murmuró Aiden, quien era muy consciente de que entre sus compañeros de equipo, él no era realmente tan fuerte.

Aunque llevaba el título de ‘Rey de los Soldados’, se lo había ganado por las muchas batallas en las que había estado. Sin embargo, ahora que tenía que seguir las reglas y regulaciones del evento, él no estaba muy seguro de qué tan bien le iría…

De vuelta a Gerald, él estaba sentado en ese momento en la sala de interrogatorios, con las piernas cruzadas y un cigarrillo en la mano. Incluso con una taza de té colocada delante de él, cualquiera que no supiera que se trataba de una sala de